
EDITORIAL: ¡YA BASTA!
Nunca es tarde cuando la dicha llega… ¡pero caramba!, cómo demora en Venezuela. Culmina un año pésimo, quizás el peor que las finanzas nacionales recuerden. Sin duda, un año para el olvido. Pero más que insistir sobre las continuas falencias económicas que por falta de voluntad política se perpetúan en