El derrocamiento de la V república, el paquetazo de Maduro y el colapso del país

La derrocaron sin disparar un tiro, entre el caos, el miedo, la traición y la inconsecuencia de los suyos, bajo la acción sistemática y precisa del madurismo. Su «victoria», ha sido la de acabar con la V República.

Ante la mirada atónita de su pueblo; y, un sentimiento general de tristeza, de desencanto y; sobre todo, de desespero, se fueron horadando, los principios fundamentales, los pilares espirituales y materiales, que dieron nacimiento a la Revolución Bolivariana.

El sueño democrático y colectivo de todo un país, naufraga ante la indolencia y la actuación del gobierno. Nuestra Constitución, producto de una amplia discusión de los ciudadanos, votada y aprobada por mayoría, recoge este momento especial, creativo de la sociedad. Sin embargo, sin ninguna consideración, alegando consideraciones «tácticas», la han convertido sólo, en una referencia nostálgica, despojándola de su vida y fuerza.

Nuestra Constitución, la de Chávez, ha sido vapuleada y vulnerada en su esencia, una y otra vez, por el madurismo, hasta restarle, en la práctica, todo efecto como libro sagrado, el libro del pueblo, el marco de acción de la V República.

Hoy día, la misma, a duras penas sobrevive en el corazón de algunos ciudadanos, que reclaman, con un grito desesperado, su vigencia. El pueblo vé, con resignación, su constante violación; y, cómo se le rinde honores y se actúa en su nombre, para asegurarse que no despierte, que nadie la libere. Probablemente, la «llama sagrada» que la inspiró, aún anida en el Corazón (mas allá de los discursos de protocolo), de los soldados y oficiales Bolivarianos, de los humildes, que, sin embargo, lucen aturdidos, sin saber qué hacer, como aquel «Batallón sin Nombre», de la caída de la Segunda República.Ojo link del articulo.

Los Derechos Humanos, los Derechos Fundamentales, se violan de manera sistemática: detenciones arbitrarias, secuestros políticos, el derecho a la defensa, al debido proceso; violación del domicilio, de la reputación y el honor de las personas; censura; entrega del Petróleo, del Arco Minero, privatización de PDVSA, hipoteca de las reservas de hidrocarburos; el gobierno, incapaz de satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos; de sostener cualquier sistema económico, de defender nuestra soberanía y territorio: e insisto y llamo la atención de este hecho, la «Exxon Mobil» perfora y producirá petróleo en aguas territoriales del Esequibo, ante el silencio cómplice del gobierno.

Se violenta el principio de autonomía y funcionamiento de los Poderes del Estado, las instituciones controladas por el Ejecutivo Nacional; vulnerado el principio de democracia protagónica y participativa: nadie puede protestar, o decir, o reclamar, sin que corra el riesgo de ser encarcelado, perseguido, secuestrado por el SEBIN, confiscada su casa y sus bienes, víctima, repito, de la «judializacion de la política».

No sabemos qué es exactamente este gobierno, ¿cómo llamarlo?, ¿cómo definirlo?, resulta complicado caracterizarlo, pero ¡Chavista, NO es!, ni revolucionario y mucho menos, socialista. ¡Ésto no es la V República que todos soñamos!

El gobierno se proclama «socialista», pero ha permitido la implantación, en tan sólo cinco años, de un modelo brutal del capitalismo dependiente y salvaje, nunca visto en el país, ni siquiera en la IV República. Tiene Maduro la desfachatez de despacharse todo el esfuerzo Chavista por Construir el «Socialismo Bolivariano del Siglo XXI», por el que Chávez dió la vida, con una infeliz frase: «Falsos positivos del Socialismo». Pregunto: ¿Y es que acaso Maduro está construyendo el Socialismo?,¿o cualquier otro modelo en beneficio del pueblo?

El gobierno, también se proclama Chavista, pero ha destrozado la obra de nuestro Comandante. No se trata sólo de la destrucción de PDVSA, nó, también de la entrega de nuestros recursos naturales, del desmontaje de las Misiones, la destrucción de las Empresas del Estado, de las Instituciones creadas por el Comandante, de un sistema de gobierno que protegía al Pueblo ante cualquier circunstancia de nuestra agitada vida política y económica.

Tenemos un gobierno que no funciona, nada funciona en el país, pero no pasa nada: No hay luz, no hay agua, no hay medicinas, aumentó la mortalidad infantil, volvieron las enfermedades antes erradicadas, no hay transporte, no hay producción interna.

Los jóvenes y profesionales, huyen del país; los mas pobres dejan a los niños en el camino, pero el madurismo, los insulta, los maldice, les desea que no vuelvan, se burla de los trabajos desesperados que hacen: no sólo lavan pocetas, son taxistas, mesoneros, albañiles, tienen que volver a empezar, y sufren todo tipo de discriminaciones; los mas vulnerables y frágiles, se prostituyen, los explotan como esclavos.

Hay hambre y desesperación, pero el gobierno manipula la necesidad: «si no votas por mí, no hay Clap», «dando y dando», «sólo si tienes el carnet de la Patria…», etc., son frases tristes y humillantes que quedarán allí para la historia. El Pueblo de Bolívar detrás de una caja, de un carnet, haciendo de todo por sobrevivir.

Esta actuación del gobierno madurista, NO tiene nada de Chavista, son incapaces e indiferentes ante el sufrimiento del país. No escuchan, son prepotentes e indolentes, utilizan a los miserables sicarios de sus medios para ofender, agredir, no les importa, sólo les interesa mantener el poder o su cuota, su puesto cerca del poder, cuidando sus intereses ¡No hay la grandeza de Chávez!

Tal vez no nos hemos detenido a observar la terrible descomposición espiritual, ética, moral, en la sociedad, es lo mas grave. Impera el individualismo, el «sálvese quien pueda», el «hombre lobo del hombre»: «bachaqueros, contrabandistas, corruptos a lo largo y ancho del país, todo el gobierno y las instituciones están corrompidas, la violencia, el crimen, especuladores de todo tipo.

No nos hemos percatado de que se ha destruido el «equilibrio armónico-espiritual» del que nos hablaba Wilhelm Reich, establecido entre el pueblo y Chávez y; en su lugar, se ha dado paso, a un proceso de desestabilización espiritual, insatisfacción, molestia, intolerancia, violencia, que ha preparado las condiciones para el surgimiento del fascismo.

La actuación autoritaria y cruel del gobierno; la intolerancia de la extrema derecha; la acción corrosiva de las redes sociales mal utilizadas; la violencia política y la impunidad, sumado a la desesperante situación económica, nos lleva a un paralelismo terrible con Alemania después de la I guerra mundial donde, tal como lo señalé en el artículo «El huevo de la serpiente», ha venido anidando el germen del fascismo, que en cualquier momento, nos sorprenderá con su irrupción cruenta.

El daño que el madurismo le ha hecho a la espiritualidad del socialismo, a la conciencia del pueblo, es enorme. Por su culpa, de la pésima gestión de su gobierno, se ha instalado en el pueblo, en toda la sociedad, una aversión violenta a la sola idea del Socialismo, y ha erosionado, de manera preocupante e injusta, la propia imagen del Comandante Chávez y su obra.

El madurismo acusa al período Chavista (el gobierno inmediato antes del suyo) de «corrupción», de «destruir PDVSA», de «acabar las empresas del Estado», de «ineficiente», de «falsos positivos del socialismo», «improvisación», «falta de planificación», «endeudamiento financiero», y un largo, etc.

Ha echado mano del argumento de la «corrupción» para descalificar a sus críticos, cuando en realidad sólo se trató de una artimaña para hacerse con el control de la última fuente de recursos que les faltaba: PDVSA. Ya controlaban la Tesorería, el BCV, el Bandes, el Fonden, la Banca Pública, entre otras.

No les importó llevarse por el medio a todo un país, y a un sector importante del Chavismo, descalificarlo, querían PDVSA, la tomaron y la destrozaron. Junto al Fiscal y a los medios de comunicación del madurismo, sus redes sociales, se dieron a la tarea de aupar y hacerse eco del discurso de la extrema derecha, y de los medios de la derecha norteamericana, en sus acusaciones contra PDVSA. El Fiscal acusó y encarceló, con saña.

Ahora comienzan a estallarle en la cara los escándalos de inmensos actos de corrupción, cometidos a partir de diciembre de 2014 y 2015, donde se involucra a empresarios, familiares muy cercanos a la pareja presidencial, al círculo del madurismo ¿Y ahora, que dirá el Fiscal?, ¿quién se atreve a mencionar estos casos? Y los que faltan.

El madurismo ha descalificado la épica y el trabajo del período Chavista, al afirmar, mintiendo de manera injusta e inmoral, que «antes era mas fácil, porque era una revolución a 100 dólares el barril», que «se vivió en la bonanza petrolera», que «no hubo conspiración financiera», ni «guerra económica», no «había restricciones internacionales financieras», que «no había sanciones». Han instalado la matriz de que la distribución revolucionaria de la renta petrolera, a favor del pueblo, «dilapidó las riquezas del país», lo «hicieron inviable», lo «corrompieron».

Por eso, la derecha guarda silencio, aplaude y se regodea con las inconsistencias y bandazos del gobierno; pacta, acuerda de forma secreta la convivencia con el madurismo, lo hacen precisamente porque, este gobierno ni es Chavista, ni es socialista; y, ha derrocado a la V República, abriendo las puertas a la restauración, al capitalismo brutal, ahora mas dependiente. Continuará la revancha y destrucción contra todo lo que sea Chavista.

Algunos buenos amigos me sugieren que no haga diagnósticos, que no insista en la denuncia de lo que está pasando, otros me piden que no mencione mas al madurismo, que me quede tranquilo, que no busque «mas problemas» de los que tengo, perseguido, vilipendiado, acusado.

Agradezco todos los comentarios, en especial, de los que son hechos con honestidad, yo asumo la responsabilidad por mis actos, siempre lo he hecho, pero en verdad, les digo, que, al Pueblo, al país, a las fuerzas capaces de motorizar un cambio, hay que darle razones sagradas para la lucha.

Razones sagradas para que podamos salir de este inmenso chantaje y fraude, que se ha hecho manipulando los sentimientos del Pueblo Bolivariano hacia el Comandante Chávez, hablando en su nombre, poniendo mentiras en su boca. Yo los invito a contrastar lo que Chávez dijo con lo que Maduro hizo.

Sobre todo, porque todo va mal, muy mal para el Pueblo, mas allá de cualquier consideración de grupos, hechas en el estrecho margen del sectarismo, hay que tener conciencia, que la Patria está destrozada, ha retrocedido enormemente en estos cinco años y, ahora, estamos lejos, pero muy lejos como país, de ser capaces de garantizar al pueblo, una vida digna.

Estamos lejos de poder insertarnos con éxito en un mundo cuyos horizontes ya apuntan a situaciones y espacios extraordinarios de progreso, de ciencia, tecnología, donde las discusiones son otras, que tienen que ver con las fronteras del conocimiento de la humanidad, mientras nosotros, junto a muchos países de África y otras regiones, azotadas por la guerra y la inestabilidad, no somos capaces de darle solución a problemas básicos, que nos mantienen anclados en el atraso y la dependencia.

Mas aún, no somos capaces de articular un sistema económico nuestro, propio, liberador, alternativo al capitalismo destructor del planeta, un sistema donde el ser humano sea el centro de la acción creadora, satisfactoria. Nó, no somos capaces ni siquiera de mantener a nuestros jóvenes en el país, de brindar una perspectiva de futuro.

Ni siquiera lo somos de articular un programa mínimo, nacional, de reconstrucción del país. Siempre se imponen las visiones de parcialidades y grupos, que pueden convivir, porque son lo mismo en su esencia, sólo los confronta quién y cómo controlar a nuestra industria petrolera, nuestras enormes reservas de petróleo y gas, las riquezas del país.

Quieren el poder para proteger sus intereses personales y negociar con el capital transnacional, apropiarse de la renta petrolera, mantenernos en este orden mundial, injusto y cruel, anclados en el papel de una economía «satélite» de los centros de poder capitalista como decía el Dr. Maza Zabala, entregando nuestros recursos naturales; y ahora, a nuestros muchachos, para que sostengan otras economías.

Tenemos que escribir, hablar y denunciar, de manera sistemática y precisa, para organizar una respuesta revolucionaria a esta crisis, una respuesta desde una perspectiva Chavista y Bolivariana, porque no existe ninguna otra fuerza, que pueda dar estabilidad y gobernabilidad al país. El Bolivarianismo, el Chavismo, es un bloque histórico, que está arraigado en nuestras fuerzas motoras, en el seno del pueblo humilde, en las Fuerzas Armadas Bolivarianas, en el Poder Popular, en los trabajadores. Esa, la fuerza motora capaz de cambiar la situación y salir de este laberinto, de este desastre, está allí. Tiene necesidad de argumentos, de razones.

Igual los necesita la mayoría de la sociedad, la que no está presa del chantaje del madurismo, ni de la intolerancia de la derecha. Un importante segmento de la sociedad, que ha sido permanentemente manipulado por líderes de la derecha irresponsables y anti nacionales, violentos, que sólo quieren restablecer un modelo, que ya no puede ser; un modelo anti nacional y profundamente atado a los tradicionales intereses de la economía mas poderosa del planeta. Ese segmento tan importante de profesionales, clase media, comerciantes, pequeños productores, trabajadores del campo, industriales nacionalistas, tienen que hacer a un lado a esos liderazgos tóxicos, y fortalecer una opción nacional y Bolivariana.

Hay mucho trabajo que hacer, para convencer, explicar y mostrar que tenemos suficientes fuerzas, capacidades y razones, para presentar una alternativa que pueda sacar a Venezuela, de esta profunda crisis. Una alternativa que no signifique ceder ni nuestra soberanía, ni nuestros principios, ni nuestra condición de Chavistas y revolucionarios. Una alternativa al madurismo, y a la extrema derecha.

El IV Congreso del PSUV, ha sido una decepción para el país y las fuerzas progresistas de Venezuela y el mundo. Yo creo en el Chavismo, vengo de allí, es lo que soy. Pero, debo preguntar: ¿Por qué el PSUV renunció a su posibilidad de conducir al gobierno, a la revolución?; ¿por qué renunció a su capacidad crítica, a su soberanía como movimiento político, contestatario, rebelde, Chavista?, ¿por qué se subordina al madurismo?

Los primeros dos días de debates, definieron lo organizativo, y mostraron que todo está previamente acordado, era un «congreso cuadrado» de antemano. Algunos dirigentes trataron de introducir una propuesta semi-democrática: los delegados podrían elegir cinco postulados para la Dirección Nacional, pero, de la lista, de 100 candidatos hecha por Maduro. Es decir, lo «democrático» era, escoger de entre los que Maduro dijera.

De inmediato, los maduristas mas acérrimos recogieron la propuesta, «nó vá». La instrucción fue: «Lo que diga Maduro». Así fue.

Cuando se estaba haciendo el anuncio, se fue la luz. Si los apagones no fueran algo tan común ahora en Caracas y Venezuela, diría que Chávez les apagó la luz, con pena.

Pregunto: ¿Por qué la consigna es «lo que diga Maduro»? Si es así, entonces ¿qué clase de discusión va a haber?, ¿qué debate es ese? Creo que no hay antecedente de algo así como lo sucedido. Los delegados pueden irse a su casa, y explicarle a las UBCH, que no hay discusión, que es «lo que diga Maduro». Increíble, resulta una burla y una vulneración mas de la democracia participativa y protagónica, una falta de respeto a los delegados y al país.

¿Qué se puede esperar ahora del IV Congreso del PSUV?, ¡nada! Nos vamos olvidando de cualquier cambio, rectificación, debate, discusión. Lo que salga de allí será: «lo que diga Maduro».

Ahora, el IV Congreso del PSUV «discute» si el incremento del precio de la gasolina «será gradual» o a «Precio internacional».

Es ilegal y es mentira que el pueblo será subsidiado en el precio con el «carnet de la Patria». Es ilegal, porque el ciudadano tiene su Cédula de Identidad y eso le confiere los derechos de igualdad y no discriminación, establecidos en la Constitución (¿la recuerdan?), es mentira, porque el pueblo no tiene carro, antes andaba en autobús o carrito por puesto, hoy anda en «perreras» que lo seguirán explotando, porque, aunque tengan el carnet de la patria, el gobierno no es capaz de controlar nada.

Por otra parte, esta medida, es política y conceptualmente incorrecta: ¿Por qué el venezolano, dueño del petróleo, tiene que pagar el precio internacional de los combustibles, como si viviera en un país no petrolero?, ¿por qué PDVSA va a apropiarse de la renta en el país?

Lo que nosotros proponíamos, en aquellas condiciones de julio de 2014, y en el marco de un conjunto de medidas económicas complementarias, era llevar el precio de los combustibles, de manera gradual y diferencial, hasta un valor que sólo cubriera los costos de producción de PDVSA.

En nuestra propuesta, tratábamos de manera diferenciada el transporte Público, el transporte de alimentos y el tamaño y consumo de los vehículos particulares. No se diferenciaba si eras del PSUV o nó. ¿El PSUV recordará que Chávez denunciaba y eliminó la practica de la IV República donde hacía falta el carnet del partido para tener acceso a todo?, ahora es el mismo carnet, pero de la «patria».

Pero, además, ahora, en estas condiciones de caos de la economía, mega devaluación e hiperinflación, con un gobierno débil y sin capacidades de control, una PDVSA colapsada, destrozada en sus capacidades técnicas, es absolutamente inviable. ¿Van a colocar los dispositivos electrónicos de lectura en todas las estaciones de combustible?, no lo creo. No lo harán totalmente, será en algunas estaciones.

Luego, de poder hacerlo de cualquier forma, van a existir dos precios en el país: el subsidiado, digamos a 0,5 bs el litro y 1 bs el litro (91 y 95 octanos respectivamente); y, el «internacional», que promedia 1.2 dólares el litro, es decir, un tanque de 40 litros puede llegar a costar 48 dólares, depende a qué precio lo calcule, puede oscilar entre 8.2 millones de bolívares o 173 millones de Bolívares. Eso es lo que está «debatiendo» el PSUV: ¡terminar de darle la vuelta a la soga del ahorcado!

Lo mas grave de todo lo sucedido es que, el Congreso del otrora partido de la revolución, quedará para legitimar el paquetazo de Maduro contra el Pueblo, «lo que diga Maduro», es decir: la entrega de PDVSA, de la Faja Petrolífera, del Arco Minero, el nuevo «Cono Monetario», el «Petro», Etc.

El Partido con su silencio, y renuncia a criticar está llevando al Pueblo y al país a la entrega de todo lo conquistado durante la revolución Bolivariana, traicionando al Comandante Chávez.

Excusas siempre habrá, siempre se esgrimen «razones tácticas», suponer que estamos «venciendo al enemigo» con mas capitalismo, lo único que enmascara es la decisión de truncar definitivamente esta revolución.

Resulta triste ver el miedo y precaución de Miraflores con la «Marcha Campesina admirable», la GNB y la PNB bloquearon el acceso y rodearon Miraflores, el madurismo estaba aterrado, mandaron emisarios para disuadirlos, hasta que finalmente fueron recibidos, solo para darse cuenta, que, durante el este gobierno se le ¡arrebataron a los campesinos las tierras que les había dado Chávez! Al mismo dia de la reunión eran asesinados tres dirigentes campesinos en Barinas.

Creo que el PSUV ha cometido un grave error y le falla al Pueblo y al Comandante Chávez, la historia, y el tiempo implacable, los juzgará.

No termino de entender a los dirigentes históricos del partido, actúan como si todo estuviese bien, como si no estuviésemos ante una de las coyunturas mas difíciles de la revolución, del país, ante el derrocamiento de la V República. ¿No se dan cuenta?, ¿por qué el aplauso fácil?, ¿cuántos Mephistos le han vendido su alma al madurismo?

Que cada quien asuma sus responsabilidades. Este Congreso, mas que un Congreso del Partido creado por el Comandante Chávez, para conducir la revolución Bolivariana, se parece a «La Cosiata», el Congreso donde Páez le dio el golpe de gracia al ideal Bolivariano, al sueño de Bolívar, después vino el asesinato de Sucre y de Zamora, de Fabricio; y, de Chávez.

Las sociedades no se suicidan, ni existen espacios vacíos en la política, el Pueblo no espera, el país no aguanta, todo va a implosionar, ningún pueblo aguanta tanto caos, corresponderá a otras fuerzas del Chavismo, del Campo Bolivariano, asumir la conducción de nuestro Pueblo y levantar las banderas que el PSUV no ha sabido defender. Con Chávez siempre, ¡Venceremos!