¡NO EN NOMBRE DE CHÁVEZ! ¡NO EN NUESTRO NOMBRE!

Como ya resultaba obvio, nicolás maduro inició su campaña electoral para su reelección por seis años más de desastre. Para mantenerse en el poder, el madurismo, como hemos mencionado anteriormente, hará todas las trampas posibles y cerrará todas las vías constitucionales, consciente, como está, de que maduro, no es capaz de ganarle una elección a nadie. 

No existe en la historia de Venezuela, un mandatario que haya tenido tanto rechazo como nicolás maduro, ni siquiera, Juan Vicente Gómez, ni Pérez Jimenez tuvieron tanto rechazo, porque estos dictadores, a pesar de conculcar los derechos humanos y políticos de los venezolanos y sembrar en el país el miedo y la represión, tenían una obra que mostrar. maduro no tiene épica, no tiene obra, no tiene ningún logro, más que su capacidad de aferrarse al poder, a costa del sufrimiento de nuestro pueblo y la entrega de la patria. 

Es por ello, que el madurismo volvió a su narrativa violenta y a su deriva represiva. Las cárceles venezolanas están llenas de detenidos políticos, sean éstos, trabajadores, periodistas, militares, luchadores sociales y familiares de perseguidos políticos, que son mantenidos como rehenes, repitiendo la práctica infame nazista del Sippenhaft

El madurismo, ha planificado con anticipación un nuevo zarpazo a la Constitución, pretende hacer unas elecciones a su medida, en un país donde se han conculcado todos los derechos políticos de los venezolanos y donde la violación de los Derechos Humanos, se ha convertido en una Política de Estado, como bien lo ha señalado, la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos de  la ONU. Cuando algunos analistas políticos, incluyendo países y organizaciones extranjeras, declaran que esperan que las elecciones se realicen con todas las garantías, están obviando el hecho, evidente para cualquiera que viva en el país, que en Venezuela no hay garantías de ningún tipo, ni para realizar elecciones, ni para siquiera luchar por un salario justo o los derechos laborales. 

En Venezuela, no existe Estado de Derecho, ni garantías electorales, basta recordar, no sólamente la cantidad de presos políticos y la censura existente en todos los medios de comunicación, sino que el gobierno, a través de su Tribunal Supremo de Justicia, ha intervenido partidos políticos, imponiendo directivas “alacranes” y secuestrado sus tarjetas electorales, ésto ha sucedido con los Tupamaros, con el PPT, con Acción Democrática, COPEI, con Primero Justicia y más recientemente, con el Partido Comunista, solo por mencionar  algunos. 

Igualmente, han inhabilitado a cualquier candidato que a ellos no les parezca, tanto del campo chavista, como de la oposición tradicional. Bastó que yo anunciara a un medio colombiano, en agosto de 2022, mis intenciones de presentarme como candidato del chavismo, para que toda la maquinaria de odio, la fiscalía y el aparato judicial-represivo al servicio del madurismo, arremetiera en mi contra, en contra de mi esposa y mi familia, y se llevaran secuestrado a mi hermano, quien, desde entonces permanece detenido arbitrariamente en los calabozos del DGCIM. 

Mientras desde el TSJ, donde colocaron a una de sus incondicionales lista para bloquear cualquier impugnación al proceso o para decidir lo que tenga que decidir para favorecer sus planes, el madurismo selecciona quién es y quién no puede ser candidato presidencial en la contienda, en una situación absurda, típica de las dictaduras.  

Por otra parte, el madurismo coloca al frente del Consejo Nacional Electoral, a un personaje como Elvis Amoroso, un mandadero de Cilia Flores, que como antiguo Contralor de la República, montó todo tipo de falsos positivos en contra de oponentes políticos del madurismo, este señor, ya como presidente del CNE, tuvo el tupé de decir, que en el fracasado referéndum por El Esequibo, del pasado mes de diciembre, se obtuvieron 10 millones de votos, ¡ni Chávez pudo obtener tantos votos!

Pero ninguna de estas torpes maniobras, le garantizan a maduro una victoria electoral, tienen que hacer trampa y tienen que recurrir a lo más bajo de la política, no sólamente buscando candidaturas “alacranes” para dividir el voto, sino recurriendo a la más burda manipulación del sentimiento del pueblo chavista, utilizando, una vez más, como algo que se usa y de desecha, la figura de nuestro querido Comandante Chávez. 

Ahora, el madurismo recurre a Chávez, sin vergüenza ni escrúpulos, los mismos que borraron sus ojos, los que destruyeron su obra y entregaron el país al saqueo, usan a Chávez, para tratar de manipular el sentimiento popular y obtener votos a favor de maduro. No se había visto en la historia política venezolana, tanto cinismo en el ejercicio del poder y nunca antes, un gobierno había subestimado tanto al pueblo venezolano, como decía Arturo Uslar Pietri, viéndole la cara de pendejo. 

Aquí hay que decir, de manera clara y sin guabineo, que la candidatura de maduro es una candidatura antichavista. maduro ha destruido la obra y el legado político de Chávez, ha traicionado la Revolución Bolivariana, derogado la V República, la Constitución y las leyes revolucionarias, para entregar la patria al saqueo de su propia burguesía y del capital transnacional, han llevado al país al abismo, ha sido el peor gobierno de nuestra historia, que ha dejado la patria en ruinas y provocado el éxodo de más de 7 millones de venezolanos. No existe razón alguna para reelegir a maduro, al contrario, hay que sacarlo de Miraflores como una cuestión urgente, de sobrevivencia de la patria.

En esta nueva maniobra manipuladora, se reconoce la autoría evidente de los grandes responsables de la debacle del chavismo y del país, la burda manipulación espiritual al utilizarse el día de nacimiento del Comandante Chávez, como fecha de los comicios. Pero ésto no les va a resultar, por el contrario, van a exponer a Chávez, a una paliza electoral, como sucedió en Barinas, pero a ellos no les importa, siempre han evadido su responsabilidad, ni siquiera han tenido el valor o la gallardía de asumir su barranco y su desastre, a pesar de que ya tienen 11 largos años en el poder.  

Ya comenzaron las cancioncitas y las obras cosméticas, la compra de conciencia y voluntades de políticos corruptos, dispuestos a prestarse a cualquier maniobra, mientras que, apenas pueden llenar espacios cerrados con milicianos, trabajadores públicos chantajeados  y lo que queda de un pueblo desesperado que depende de una caja de comida, pero nadie les cree.  

La candidatura de maduro es débil, no tiene nada que mostrar, no tiene nada que ofrecer, no es ni chicha, ni limonada, es solo un mal gobierno de derecha, que será de todo, menos chavista. El madurismo es una agrupación de oportunistas, traidores, corruptos y aprovechadores, que asaltaron el poder después de la muerte de Chávez y que, manipulando el sentimiento popular y un falso concepto de lealtad, lograron lo que parecía imposible, acabar con la Revolución Bolivariana y sus innegables avances, lo que Chávez llamó los pilares de la patria y están contenidos en los objetivos históricos del Plan de la Patria no existen más, fueron demolidos uno a uno por el madurismo. 

Este grupo de poder compuesto por militares y dirigentes políticos convertidos en traficantes y empresarios; militares en torturadores; capitanes en segundones; perseguidores e instigadores del odio de todo tipo; corruptos transformados en héroes de la patria; saqueadores, protegidos por el gobierno; y otros, que Chávez apartó de su lado y que ahora son las figuras principales del gobierno, a lo que se suma una fauna completa de empresarios oportunistas y payasos, caciques de un país fragmentado, necesitan de la figura de Chávez para mantenerse en el poder. 

A todos ellos, habría que decirles: ¡No en nombre de Chávez y no en nuestro nombre! El chavismo o más claramente, el pueblo chavista, tiene que romper definitivamente con el madurismo, con el sepulturero de la Revolución. Si los líderes del chavismo, no pueden o no quieren dejar su silencio para romper con el madurismo y ponerse del lado del pueblo, la historia les pasará por encima y el chavismo, el original, el de Chávez, quedará sepultado en la hecatombe que vendrá con la caída del madurismo.

El PSUV y, en particular, sus delegados, convocados ya, para el 15 de marzo, para bendecir con su presencia la decisión ya tomada por la cúpula que gobierna el país, de repetir con nicolás maduro, como candidato del partido de Chávez, tienen la oportunidad única, histórica, patriótica, de levantar su voz y exigir otro candidato distinto a nicolás maduro. 

El chavismo necesita un candidato que represente a Chávez, un revolucionario, que gobierne para el pueblo y no para el gran capital, un candidato que reivindique su ideario político y los objetivos históricos del Plan de la Patria; un candidato para volver al camino de Chávez, un candidato para derrotar el capitalismo, un candidato que no mienta, que no viole los Derechos Humanos, que no gobierne sobre el terror y el hambre del pueblo. 

El PSUV tiene que exigir un candidato que reivindique el ideario político y la obra de Chávez, que reivindique la soberanía nacional, hoy entregada al capital; la Plena Soberanía Petrolera hoy derogada, que rescate PDVSA, el petróleo y el gas, entregados a las transnacionales; que restablezca los derechos de los trabajadores, el salario mínimo justo; que reivindique a las Misiones y al Poder Popular, que gobierne para el pueblo y no para los empresarios; que sea capaz de levantar las banderas del Socialismo, el nuestro, el real, el de Chávez, no esta vergonzosa parodia del madurismo. 

Necesitamos un candidato chavista que sea capaz de convocar la unidad popular, de llamar a la patria a todos los exiliados y los que han debido dejar su tierra; un candidato capaz de movilizar al pueblo, a los sectores patriotas; un candidato para restablecer la Constitución y las leyes; un candidato de unidad nacional, que logre vencer el miedo, que sea soberano en su pensamiento, que no responda a intereses ajenos a los de la patria, que no proponga el odio y la revancha permanente; un candidato para reconstruir el país, para devolver la espiritualidad perdida a nuestra sociedad, que luche por el “Vivir Bien” de nuestro pueblo, que devuelva a todos las razones sagradas para luchar.