PAÍS CHEVRON

Las declaraciones del pasado 25 de abril del presidente de Fedecámaras, organización empresarial aliada del gobierno, haciendo un llamado a que los sectores estratégicos de la  economía venezolana sigan el “modelo Chevron”, instalado por nicolás maduro en la industria petrolera, es solo una muestra del daño que éste ha hecho al país y a nuestra soberanía y del enorme retroceso en cuanto a nuestras aspiraciones nacionales.

El “modelo Chevron” al que hace referencia Fedecámaras, es aquel donde la transnacional petrolera opera en el país en base a la Licencia General 41, una Licencia norteamericana, no venezolana, escúchese bien, emitida por la OFAC, una agencia de los EEUU, un país extranjero. Un “modelo” donde Venezuela no tiene ninguna incidencia, que viola la Constitución de la República, que reserva la actividad petrolera al Estado, y la Ley Orgánica de Hidrocarburos que la regula. 

El gobierno de nicolás maduro, a pesar de su verborrea “antiimperialista”, aceptó en todos sus términos dicha Licencia; y el hoy defenestrado hombre fuerte del madurismo, Tareck El Aissami –entonces Ministro de Petróleo–, aparecía sonriente estrechando la mano de Javier de la Rosa, jefe de la Chevron en Venezuela, al momento de firmar “contratos secretos” y continuar con las actividades de la petrolera, pero ahora, bajo los términos y condiciones de la Licencia emitida el 26 de noviembre de 2022. 

Desde entonces, la petrolera ha sacado del país 65 millones de barriles de petróleo con un valor estimado de 5 mil millones de dólares. Nada de este dinero ha ingresado al país, para los venezolanos, es como si no produjeran nada, se llevan el petróleo como hace 100 años. 

Para refrescar la memoria y la gravedad de este asunto, tal como lo denuncié en mis artículos: La licencia a Chevron y el país tutelado y El país tutelado: sin sanciones, sin excusas, los términos de la Licencia de la OFAC le da a Chevron el control sobre la producción de petróleo del país, violando la reserva constitucional, en su artículo 202 y 203. La Licencia deja claro que Chevron NO pagará ni regalías, ni impuestos al Fisco Nacional, vulnerándose la Ley Orgánica de Hidrocarburos y la Ley de Impuesto Sobre la Renta, y establece que la transnacional puede exportar el petróleo directamente de acuerdo a sus intereses y no del país, violando nuevamente Ley Orgánica de Hidrocarburos. Incluso, ni siquiera PDVSA recibe los dividendos correspondientes, por ser la socia mayoritaria de las empresas mixtas con Chevron, figura legal venezolana, que esta Licencia dejó sin efecto. 

El “modelo Chevron”, ya instalado por nicolás maduro, no sólo en el sector petrolero, sino en todos los ámbitos de la economía y la institucionalidad del país, nos retrotrae a la época de Juan Vicente Gómez, con la salvedad de que éste, al menos, cobraba 3% de regalía. 

El Dictador, para ganar el apoyo de las transnacionales petroleras y de los EEUU, para mantenerse en el poder, entregó el país al saqueo de nuestro petróleo. Las transnacionales explotaron a su antojo el petróleo, destrozaron el Lago de Maracaibo, impusieron el modelo rentista petrolero, deformaron nuestra economía y se llevaron del país millones y millones de barriles de petróleo, para sostener sus propias economías. 

El Dictador creaba su propia “burguesía nacional”, repartiendo concesiones petroleras y tierras que luego estos vendían a las transnacionales, repartía el país entre sus grupos de poder, mientras Venezuela estaba sumergida en la noche oscura del gomecismo. 

Cuando maduro acepta los términos y condiciones de la Licencia 41 de la OFAC, para producir petróleo en el país, es decir, el “modelo Chevron”, es el propio gobierno quien viola las leyes y la Constitución, no es la OFAC, no es la Chevron. Ellos hacen lo que han hecho históricamente, apropiarse de los recursos naturales de países débiles y con nula institucionalidad. De hecho, es lo mismo que están haciendo la Exxon Mobil, la CNOOC de China y la Chevron, en Guyana, en Aguas del Territorio Esequibo, donde se instalaron desde 2013, en las narices del propio gobierno de maduro, sin que hiciesen  nada para impedirlo

Hoy, estas transnacionales producen 620 mil barriles diarios de petróleo y proyectan llegar a 1,2 millones de barriles día en 2027, pero solo pagando 2% de regalía, es decir, están saqueando los recursos naturales de un territorio que, por cierto, es venezolano.  

Lo que ha hecho el gobierno de maduro en el sector petrolero y las aspiraciones de Fedecámaras de que éste sea el modelo a seguir en el país, es urgente discutirlo, puesto que se avecinan momentos de cambio político. El madurismo se desmorona, su estructura de poder implosiona. Todo indica que maduro se va. No se puede sostener en Miraflores, a menos que sea, con la violencia y con la trampa. Harán cosas desesperadas, puesto que para ellos es un tema de sobrevivencia personal. 

Lo que sí está claro, “así como la luna llena”, es que maduro no tiene el apoyo del pueblo, hagan lo que hagan; incluso, si promete ofrecer miles de proyectos y todo tipo de dádivas a los sectores populares, la realidad es que, hace tiempo, perdieron la conexión con la gente. 

El madurismo y nicolás maduro, en particular, DILAPIDÓ el extraordinario capital político de Chávez, y lo hizo, precisamente, porque traicionó su obra y su legado y se dedicó a gobernar para las élites y para satisfacer sus intereses grupales.  

EL MADURISMO NO TIENE PUEBLO, por el contrario, tiene un extraordinario rechazo y por ello, como lo he dicho reiteradamente, maduro no gana ni siquiera una Junta de Condominio, cualquier candidato lo va a derrotar, porque no se trata del candidato en sí mismo, ni siquiera de lo que propone, lo que se expresa en la calle en contra de maduro, es un absoluto rechazo y repudio generalizado a su gobierno.

El madurismo se va directo al basurero de la historia, y será recordado siempre como el peor gobierno de Venezuela, el peor y más cruel, que ha destrozado un hermoso sueño y una institucionalidad, conquistada por nuestro pueblo en el Proceso Constituyente de 1999 y recogido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Su papel ha sido el de Herodes de la Revolución.

La naciente Quinta República, fue defendida en la calle por el pueblo en las peores circunstancias, las de mayor crispación política del país, y ésto se hizo siempre con el ejercicio de la Soberanía Popular, del Poder Originario, que se expresaba en una Democracia Participativa y Protagónica, que se manifestaba en una permanente movilización popular y en el voto directo y secreto. El pueblo venezolano apoyaba mayoritariamente a Chávez y el Texto Constitucional, porque representaba y condensaba en sí mismo la aspiración de cambio político en Venezuela, asfixiada entonces por el fracaso de la Cuarta República. 

Vale la pena recordar que nuestra Constitución, nuestra Ley Orgánica de Hidrocarburos y las leyes a favor del pueblo, promulgadas durante el gobierno del Presidente Chávez, fueron defendidas en la calle por el sector más humilde, por los trabajadores: el 13 de abril en contra del Golpe de Estado y luego, en la derrota el sabotaje petrolero, rescataron PDVSA, para hacer que el petróleo fuera del pueblo; y así fue.

Lo que sucede actualmente en el país, no debe comprometer nuestro marco Constitucional y legal el día después de maduro; justamente, el fracaso del modelo de maduro, aquel que nunca cuajó, radica, de manera fundamental, en que éste entregó la Soberanía Nacional, sobre todo la económica, al interés particular, a su llamada “burguesía revolucionaria”. 

El gobierno de maduro entregó el petróleo, el gas y destruyó PDVSA, cediendo la conducción de la economía nacional a los sectores más voraces y especulativos del capital nacional e internacional: el Arco Minero, las empresas del estado, el sector financiero, dolarizó la economía, estimuló las mega-devaluaciones y arrebató a los trabajadores sus salarios y conquistas sociales.

El “modelo Chevron”, es decir, la privatización y entrega del país, ha sido el del paquetazo de maduro, y lo ha hecho amparado en sus leyes inconstitucionales, como la Ley Antibloqueo; ha “desaplicado” la Constitución y las leyes de la República, los controles y rendición de cuentas, y el resultado ha sido el saqueo de la Nación, como el escándalo de la pérdida de 21 mil millones de dólares en petróleo que salieron de PDVSA y con la excusa de “evadir las sanciones de los EEUU”, los cuales convirtieron en cripto activos –el juguete preferido del madurismo– y luego desaparecieron, junto al pregonado “milagro” del gobierno.

Todos tenemos que luchar por un cambio político en el país. nicolás maduro, el madurismo como un todo, no puede permanecer 6 años más al frente del gobierno, pues ya en 11 años han arrasado y entregado la patria.

Nosotros, en el campo chavista y bolivariano, todavía tenemos mucho que hacer y que decir a nuestro pueblo. Lo primero, es entender que maduro NO es Chávez; por el contrario, es profundamente antichavista; lo segundo, es que debemos movilizarnos junto a todo el pueblo, para lograr un cambio político del país; y, lo tercero, lo más importante, es que debemos volcarnos a la calle para exigir el respeto a la Constitución y las Leyes de la República, conquistar la Plena Soberanía Petrolera, para colocar el petróleo al servicio del pueblo, luchar por reconquistar los grandes avances políticos, económicos y sociales arrebatados por el madurismo al pueblo, a los pobres, a los trabajadores, a los pensionados, a los campesinos, a los jóvenes, a los que se fueron, tenemos que ESTAR en la CALLE para luchar por un país justo, de inclusión, para volver al camino de Chávez.

Debemos luchar por el respeto a los Derechos Humanos como un asunto fundamental para restablecer el equilibrio espiritual de nuestra sociedad, liberar a todos los presos políticos chavistas y no chavistas, civiles y militares, que cese el secuestro de familiares, que se acabe la Judicialización de la Política.

Que se intervenga la Fiscalía General de la República y el Poder Judicial, convertidos en instrumentos de represión y violación de los Derechos Humanos del gobierno; que se restablezca el Estado de Derecho, la separación de Poderes, el Imperio de la Ley; que se eliminen los cuerpos represivos responsables de la violación de los Derechos Humanos y los Crímenes de Lesa Humanidad; que cese la tortura, los tratos crueles y degradantes a los detenidos; que cese la represión selectiva, que no se persigan las ideas; que cese el miedo y el control social.   

El madurismo ha impedido, a sangre y fuego, que el campo bolivariano y el chavismo nos expresemos y podamos recorrer el país libremente. Todos los que hemos levantado nuestra voz y advertimos, desde hace muchos años, lo que estaba sucediendo, hemos sido objeto del más feroz ataque y persecución política, el exilio y la defenestración, el ostracismo; otros han pagado con la cárcel, con las detenciones arbitrarias en los centros de detención y tortura del gobierno.

He sido objeto, junto a mi familia, del odio y la violencia del Estado. Por eso creo firmemente que un elemento fundamental para el cambio político en el país, es que CESE el odio, la violencia, la persecución política. Pero aún, en las condiciones más adversas, el deber de un dirigente, de un revolucionario, es luchar por sus ideas, es luchar por el pueblo, por sus derechos, por un país más justo para todos, un país posible. 

Debemos luchar, hoy más que nunca, por el país,  por el sueño colectivo que renació con Chávez, por la Esperanza, por la Patria democrática popular, soberana, un país de grandeza, que hoy está convertido en ruinas por el madurismo.  

Tengo la ESPERANZA y la firme convicción, que el pueblo venezolano, el pueblo grande de Bolívar, se movilizará para reconquistar su futuro, defender sus más preciosas conquistas históricas y volverá, volveremos,  a transitar libremente por nuestra patria.