¿QUIÉN TENDRÁ MÁS CREDIBILIDAD?: ¿CHÁVEZ y FIDEL o maduro?

{"subsource":"done_button","uid":"B2310776-ECA0-4026-BAF7-77FF2D5DC697_1609361575753","source":"other","origin":"gallery","source_sid":"B2310776-ECA0-4026-BAF7-77FF2D5DC697_1609361575772"}

El día de ayer nicolás maduro, NUEVAMENTE, arremete en mi contra. ¿Alguien lleva la cuenta de cuántas veces el señor presidente me ha atacado, ofendido y amenazado en público? He contado al menos 5 veces en solo dos meses. Un récord.

Les confieso que estaba trabajando en mi último Boletín Petrolero de este año, el cual les invito a revisar en mi blog www.rafaelramirez.net, cuando desde Venezuela mis compañeros y amigos, me informaron de la nueva agresión de maduro. Pregunto yo, ¿será que maduro no tiene trabajo? 

Cómo es posible que el presidente de un país, el jefe de la Hacienda Pública Nacional, responsable del mayor fracaso de gobierno alguno en nuestra historia, que nos ha sumido en una crisis política, económica y social sin precedentes, con un país azotado desde hace siete años, con un proceso de hiperinflación, mega devaluación, dolarización de la economía, caída del PIB de -72%, destrucción de la industria petrolera y del aparato productivo. 

Un presidente cuyo paquetazo económico de agosto de 2018 ha llevado al 90% de la población por debajo del umbral de la pobreza, según los índices de la ONU, con un salario mínimo mensual de solo un (1) dólar, el más bajo del hemisferio y probablemente del mundo. Un presidente responsable del éxodo de más de 5,5 millones de venezolanos. 

Ese señor que reprime, persigue, encarcela y mata, dedica su tiempo a seguir ofendiendo y persiguiendo a los que lo adversamos, opinamos distinto, a los que SÍ tenemos una obra que mostrar, a los ministros de Chávez. ¿Cómo es posible?

Ahora maduro, dentro de su fantasía del odio, arremete en mi contra, arguyendo nuevamente -QUÉ FASTIDIO- que vivo en un “palacio” o “palacete”, que soy “millonario”, “agente de la CIA”; y, además, ahora descubrió que soy de la “nobleza”. QUÉ PENDEJO! pana, dirían los chamos.

maduro habla frente a un auditorio que no le cree, ni siquiera los que están allí sentados le creen. A la mayoría de los señores gobernadores que están allí presentes los conozco bien, y ellos a mí. Saben, unos más que otros, quién soy yo, lo que hicimos juntos; y, sobre todo, la confianza depositada en mí por el Presidente Chávez, las misiones que cumplimos juntos, las importantes tareas y el trabajo que desarrollamos con éxito en beneficio de nuestro pueblo. 

En todo el país, más allá de las zonas petroleras, los gobernadores, TODOS, saben que allí siempre estuvo PDVSA, la Roja Rojita, que hasta allá llegaron las Misiones Sociales, la Gran Misión Vivienda Venezuela y todos los apoyos irrestrictos al desarrollo de proyectos para cada Estado. No hay un solo Estado que no hayamos apoyado directamente. No hay ningún gobernador serio, honesto, que pueda decir lo contrario. Estoy seguro que si hacemos una  votación secreta entre los gobernadores, le gano por paliza a maduro.

Pero ya son reiterados los ataques de maduro en mi contra. Verdaderamente es una obsesión, le tiene terror al Chavismo, a nosotros, porque estamos vivos, porque no nos ha encerrado o matado en La Tumba. Porque nosotros, porque YO, no reniego de Chávez, defiendo su obra y su legado, porque no reniego del socialismo, porque él sabe que más temprano que tarde, el chavismo recompondrá sus fuerzas y seremos la única alternativa para sacarlo del poder, restablecer la Constitución y las leyes, y volver al Plan de la Patria. Ese es su odio, la dimensión de su miedo.

Habla maduro, ahora, de que “él sabía”, que “siempre” fui una especie de infiltrado, agente del imperialismo con una conducta de desprecio hacia el pueblo. 

Se le ven a maduro las costuras, un puñado de complejos, peligrosa condición en una persona insegura, pero que tiene en su mano todo el poder del Estado, capaz de desgraciarle la vida a cualquiera, como ha hecho con el ex ministro Mayor General Rodríguez Torres o con el ex ministro Nelson Martínez, a quien dejó morir en prisión o con cientos de presos políticos, trabajadores, civiles y militares. 

Una persona acomplejada y cruel, es una combinación peligrosa para un jefe de Estado. Alguien que no tiene NI UNA SOLA OBRA QUE MOSTRAR, alguien a quien le quedó muy grande el país.

Demuestra maduro el desprecio por el estudio, el conocimiento. Lamentablemente para él y sus limitaciones, nosotros siempre hemos trabajado y seguimos trabajando. El sector petrolero ha sido nuestro campo de acción y trabajo por más de 35 años de vida profesional, estamos preparados y reconocemos el estudio como la única manera de avanzar, tenemos la humildad del que quiere aprender, de discutir. 

Nunca hemos hecho daño a nadie, ni abusado del poder. Ese era el secreto de nuestra relación de trabajo y personal con el Presidente Chavez.

Nuestro amor al pueblo, es lo que nos ha hecho militar en partidos revolucionarios desde los 15 años de edad, apoyar y seguir a Chávez, defender la Revolución Bolivariana, defender a nuestro país y entregarnos, como lo hicimos, al servicio del Estado, enfrentando poderosos intereses y enemigos para defender los intereses de todo el país, del pueblo más humilde, el más débil. Fueron de los momentos más hermosos de mi trabajo.

La Revolución Bolivariana nos dio la oportunidad de colocar por primera vez en la historia el ingreso y la industria petrolera al servicio del pueblo, participando directamente, entre el pueblo, en la batalla contra la pobreza, en todos los frentes, en todas las situaciones, siempre con el pueblo, con los trabajadores, sin escoltas, sin miedo, algo que TU no puedes hacer, nicolás.

maduro ofende, usa una jerga de malandro, de pran. Yo lo observo a la distancia, siempre estoy pendiente de lo que pasa en el país, de lo que sucede con nuestra patria, y estoy cada vez más convencido de que esta noche, la más oscura de nuestra historia, llegará a su fin pronto. 

No será, no quiero que sea una invasión, ni un zarpazo de la extrema derecha, no, será el pueblo, ese que maduro ofende y desprecia todos los días, el que tiene hambre, el que pasa necesidades, el pueblo al que asesinan las balas del FAES, los que cruzan a pie el Páramo Berlín, los que mueren ahogados en aguas del Caribe. 

Lamentablemente para maduro, la historia no se puede cambiar. Este señor habla de cosas que todos supuestamente “sabían”, ¿quiénes?, entonces yo pregunto ¿Y CHÁVEZ? ¿Y FIDEL? Ambos me honraron con su confianza y amistad. 

Chávez me tuvo a su lado como ministro de petróleo y presidente de PDVSA ¡por más de 12 años! Al frente del sector estratégico del país, del soporte de nuestra economía, de nuestros programas sociales. No solo eso nicolás, también me otorgó la responsabilidad de dirigir, coordinar Misiones y grandes Misiones, solo te menciono dos de las más exitosas: la Misión Ribas y la Gran Misión Vivienda Venezuela; además de innumerables tareas internacionales, políticas, económicas y hasta militares, que tú, como canciller, no eras capaz de concretar o llevar a cabo. Solo te menciono Petrocaribe o la relación con Cuba, Rusia o China. 

Tuve el honor de acompañarlo en momentos duros, de combate, como la derrota del Sabotaje Petrolero, la Batalla de Santa Inés, en momentos estelares como la Nacionalización de la Faja Petrolífera del Orinoco, el desmontaje de la nefasta Apertura Petrolera, momentos hermosos, cuando llevamos la renta petrolera directamente al pueblo, a ese pueblo que tú maltratas y desprecias. 

Largas horas, madrugadas enteras de trabajo, discusión, reflexiones, trabajo intenso, exigente, un proceso de revisión  y escrutinio permanente al que no todos sobrevivirán, mucho menos por tanto tiempo.

Me cuento entre los pocos, muy pocos, que siempre estuvimos a su lado, como un amigo, un compañero, una relación de mutuo respeto, constructiva, sin pedir nada a cambio, sin manipularlo, ni engañarlo, incluso en los últimos días y horas de su vida. Siempre honraré su memoria y su obra.

Pero también conté con el afecto y confianza de Fidel. Ese ser humano extraordinario, revolucionario a carta cabal, ejemplo permanente de lo que debe ser un revolucionario, estricto, exigente, con el cual compartí horas y horas de interminable trabajo durante la creación y desarrollo de ese milagro de la Revolución Bolivariana que fueron las Misiones Sociales, y en la coordinación de la Comisión Mixta Cuba-Venezuela, durante más de 10 años. 

Me honró Fidel con su confianza y amistad, su afecto, compartió sus reflexiones más íntimas, en sus espacios más cerrados, familiares, nos distinguió con su grandeza y sabiduría.

Trabajamos mucho, siempre apoyando a Chávez, al pueblo venezolano, y más allá, a todo el pueblo pobre de América Latina y el Caribe, pensando siempre en la humanidad, el futuro. Compartimos innumerables momentos de júbilo, discusión y creación de un sistema de protección y bienestar social que TÚ, nicolás, desmantelaste.

Solo menciono a estos dos grandes, pero podría seguir mencionando a tantos líderes políticos y sociales con los que trabajamos, dentro y fuera del país. 

No nicolás, te equivocas otra vez. Allí están los hechos. Nadie cree tus mentiras. Más allá del odio personal, creo que tú y tu grupo más íntimo, saben que nosotros somos de los que nos hemos mantenido leales al ideal que movilizó al pueblo venezolano, que nosotros sabemos cómo recomponer el desastre que TÚ has creado y que a nosotros no nos consume el odio como a TI. 

Nosotros estamos trabajando, pensando, haciendo política revolucionaria, para reconstruir el futuro que tú le has arrebatado al pueblo, sabes que tenemos la capacidad y conciencia para hacerlo. Que no callaremos.

Te molestan mis artículos, opiniones, mis ideas. No tienes nada que decir al país, solo reaccionas con violencia, con ofensas, amenazas y persecución. Has hundido al país, destrozado la patria que nos dejó Chávez, que conquistó el pueblo, cual Herodes acabaste con la Constitución y la naciente Revolución Bolivariana.

Lo mejor que podrías hacer, antes de ir al basurero de la historia como el peor presidente del país, es liberar a todos los presos políticos, trabajadores, civiles y militares. Hazte a un lado y deja que el pueblo venezolano, ese sobre el cual reside la soberanía, decida su propio destino, sin miedo, sin hambre, sin chantajes.

Pero sé que no lo harás, no tienes esa estatura, ni esa humanidad. Lo haremos nosotros, con la Constitución, con el pueblo, con Chávez.