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Entrevista con SEMANA de Colombia | “Ex ministro de Chávez se despacha contra Maduro y le envía varias recomendaciones a Petro: debería exigir el respeto a los derechos humanos en Venezuela» (Parte 1)

Rafael Ramírez, también expresidente de la estatal petrolera PDVSA, habló con SEMANA sobre las próximas elecciones y calificó al gobierno de Maduro como dictador.

Rafael Ramírez, quien ocupó el cargo de ministro de Energía y Petróleo de Venezuela, habló con SEMANA desde Europa y se refirió a las recientes detenciones de exmiembros de la estatal petrolera y la crisis de combustibles que ha aumentado en el país vecino en los últimos 3 meses.

El exrepresentante permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas acusó a Nicolás Maduro por la situación política y social que vive el país, e incluso lo desligó del chavismo asegurando que el madurismo es enemigo del chavismo. También invitó al presidente Gustavo Petro a “cuidarse” de lo que le digan sobre Venezuela, pues no todo es verdad.

Durante la entrevista, el exministro chavista se refirió a las sanciones norteamericanas contra Venezuela y aseguró que no es cierto que este castigo por parte de Estados Unidos sea la causa de la crisis que se vive en el país.

SEMANA: ¿En Venezuela hay una dictadura? ¿A qué va a llevar Nicolás Maduro a Venezuela en unos próximos años?, ¿Cómo se ve ese panorama?

Rafael Ramírez (R. R.): Sin duda es una dictadura, Venezuela es una dictadura, el Gobierno no respeta la Constitución, no respeta las leyes, no hay separación de poderes, utiliza la justicia para perseguir. Yo soy una víctima de eso, contra mí se ha volcado todo el poder del Estado y la justicia ha sido un instrumento de persecución.

Las cárceles están llenas de presos políticos, los distintos organismos internacionales, sobre todo la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos ha dicho claramente que en Venezuela la violación de los derechos humanos es una política de Estado. Los tres informes consecutivos de la  “Fact-Finding Commission» del Consejo de Derechos Humanos han dictaminado y han registrado los crímenes de lesa humanidad que se han cometido en el país.

En Venezuela se han producido más de 14.000 ejecuciones extrajudiciales de los cuerpos enmascarados de la Policía en los barrios populares venezolanos. La tortura se ha convertido en un método muy usado, ha habido asesinatos políticos, crímenes políticos, entre ellos el del general Baduel, el del exministro de Petróleo Nelson Martínez, el del capitán Rafael Arévalo, de la Armada. En sí es una dictadura.

Hay mucho miedo, al que hable lo persiguen, lo meten preso. Bueno, si una persona como yo dice que aspira a ser candidato por el chavismo y meten preso a su hermano como una retaliación, bueno, estamos hablando de una persecución, una persecución política, una dictadura; incluso arremetieron contra mi suegra, nos quitaron nuestra casa, ella tuvo que exiliarse y vive acá con nosotros en Italia, porque la familia de mi esposa es italiana.

El gobierno de Maduro es dictatorial, no hay libertad de prensa, no hay libertad de opinión, no existe la vigencia de las leyes, es una dictadura de nuevo tipo, puede ser, pero es una dictadura. En fin, la gente vive con miedo, la gente no tiene posibilidades de expresarse ni participar políticamente. El Gobierno ha intervenido judicialmente todos los partidos políticos, todos, de izquierda o de derecha. Entonces ¿de qué estamos hablando? Una gente que gobierna de acuerdo con la voluntad de Maduro.

SEMANA: Sobre el tema de las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela, ¿cómo las ve?, ¿qué consejo le puede dar usted a Gustavo Petro?

R. R.: Bueno, con mucho respeto, por supuesto, es el presidente de un país hermano, un país soberano. Yo he saludado siempre la victoria de Petro y lo felicito porque me parece un avance muy importante en Colombia, un país siempre con mucha crispación política.

Verdaderamente es una novedad para el país y saludo su elección. La victoria de Petro, junto a la victoria de Lula y de Boric en Chile, podría ser un elemento para ayudar a encontrar una salida política en nuestro país. ¿Por qué?, porque claro, Maduro siempre utilizó la amenaza o azuzó una postura en contra de Colombia con Duque, en contra de Brasil con Bolsonaro, porque era la excusa perfecta, es decir, “Duque nos va a invadir, Bolsonaro nos va a invadir, entonces no podemos hacer nada”, ahora no tiene excusa. Petro es un gobierno de izquierda, Lula es un gobierno de izquierda, Boric es un gobierno de izquierda que le están diciendo a Maduro: “bueno, entonces ahora tú tienes que ponerte a buscar una salida política”

Yo pienso que el presidente Petro, y es mi recomendación podría ser un elemento que garantizara en primera instancia el respeto de los derechos humanos en el país. No puede haber ningún diálogo, ninguna salida con las cárceles llenas de presos políticos, con la cantidad de violación a los derechos humanos.

Yo estoy sufriendo un caso tremendo en mi propio entorno familiar, la detención de mi hermano Fidel Ramírez. Desde hace siete meses está preso en la Dirección de Contrainteligencia Militar, justamente después de que dije que yo podría aspirar a la Presidencia de la República, desde el chavismo.

Detuvieron a mi hermano, es una persona que es un doctor que nunca se ha metido en política, está preso, está enfermo de una enfermedad que podría ser mortal y a Maduro no le importa, es solamente una retaliación por mis posturas políticas.

No, no es verdad que las sanciones son las que han provocado la crisis humanitaria en Venezuela. El presidente Petro tiene que cuidarse de las voces que le están diciendo eso porque no le están diciendo la verdad. La crisis estalló mucho antes de esto, producto de una mala, pésima política económica de Maduro.

SEMANA: ¿De qué manera los actos de corrupción dentro de Venezuela, precisamente en la estatal petrolera PDVSA, han afectado a la economía del país?

R. R.: Yo no lo calificaría como actos de corrupción de PDVSA, sino del gobierno habla como si PDVSA fuera un ente independiente de la gestión. Este es un acto de corrupción que no tiene precedentes en el país del gobierno de Nicolás Maduro. ¿Por qué lo digo? Porque, aunque se llevaron el petróleo y en consecuencia PDVSA, el país, todos los involucrados son altos personeros del gobierno de Nicolás Maduro, comenzando por el exministro Tarek El Aissami, que a esta altura nadie, ni siquiera lo ha mencionado el Gobierno, no se sabe dónde está, pero también involucra a la gestión de la ministra de Finanzas, Delcy Rodríguez, y del propio presidente Nicolás Maduro.

Lo menciono porque eso que ocurrió, que no tiene antecedentes en el país, la pérdida de 25 mil millones de dólares en petróleo que se entregó a particulares y del cual no se recibió dinero, es producto de que el Gobierno ha desmontado todos los mecanismos legales de rendición de cuentas existentes en el país.

PDVSA no entrega estado financiero adjudicado desde el año 2016, PDVSA no le rinde cuentas a nadie. El Gobierno sancionó una ley, la ley llamada antibloqueo, que establece el secreto como norma para todas las actividades del Gobierno. De PDVSA se eliminaron todos los mecanismos de control, es decir, que el alto Gobierno diseñó una situación donde al final se ha producido un gran desfalco contra el país.

Esa pérdida de 25 mil millones de dólares es equivalente a lo que facturó Ecopetrol durante todo el año pasado. Es decir, es una cantidad de dinero muy importante, equivalente a la facturación de la industria petrolera en un año de gestión con una producción promedio de 700.000 barriles día.

SEMANA: Es importante hablar sobre Tareck El Aissami, porque dicen que tiene mucho que ver con estos actos de corrupción de PDVSA. ¿Cuál es su opinión sobre él? ¿Qué papel jugó él en esta situación que ha vivido PDVSA?

R. R.: Tarek El Aissami es la mano derecha de Maduro, es un operador de Maduro, es el operador más importante y más peligroso, porque desde que era Ministro de Justicia ha estado involucrado en muchas acciones muy cuestionadas.

Su cabeza tiene precio por las autoridades norteamericanas, igual que la de Maduro y varios otros personeros. Estuvo al frente con un poder omnipotente presente en el sector petrolero, entre 2020 y 2022; estuvo al frente de la llamada Comisión de Reestructuración de PDVSA y, bueno, tenía poder absoluto, hacía todo. No solamente era el Ministro de Petróleo, sino que era el Vicepresidente de Economía; entonces, claro, el Gobierno no lo menciona porque es de ellos, porque es la mano derecha de Maduro. Increíblemente han mencionado a todo el mundo, se han llevado presos, han desmontado su aparato de poder, en lo que obviamente es una pelea interna que existe en el madurismo, pero tiene una responsabilidad directa en todo esto.

Aquí no se trata de que un funcionario de un nivel inferior burló los mecanismos de control de PDVSA al Estado, aquí se trata es de que desde el alto gobierno eliminaron los mecanismos de control, no existen. En PDVSA ahorita el manejo del recurso es absolutamente opaco, no le rinden cuentas a nadie, no existe ningún mecanismo, ni siquiera los establecidos en la propia normativa interna de la empresa, sino además los establecidos por la propia ley. Es decir, PDVSA y todas las instituciones del Estado funcionan con base en el secreto.

SEMANA: También hemos visto que hay una crisis del combustible en Venezuela y desde hace 3 meses se ha incrementado. ¿Quién es el culpable de la crisis del combustible en Venezuela?

R. R.: Eso nunca había sucedido en el país. Yo estuve diez años al frente de la empresa. Nunca faltó el combustible en nuestro país, nunca. La única vez fue cuando el sabotaje petrolero, que por razones políticas la gerencia petrolera paralizó nuestras refinerías. Pero entre 2003 y 2014 que yo salí de la empresa, jamás faltó el combustible.

Nosotros tenemos en el país una capacidad instalada de 1.200.000, capacidad de refinación. Todas nuestras refinerías funcionaban perfectamente y nuestro mercado interno era de 600.000 barriles al día de combustible, los cuales satisfacíamos de manera importante. Incluso, teníamos un gran flujo de combustible ilegal en la frontera con Colombia, pero bueno, podíamos abastecer de todo eso y exportábamos 400.000 barriles de combustible, sobre todo al Caribe, Sudamérica y los Estados Unidos.

Es un problema de gestión del gobierno de Maduro. En este momento las refinerías venezolanas están operando solo un 10 % de su capacidad, es decir, solo pueden generar más o menos 150.000 barriles diarios de combustible de mala calidad, combustible de 87 octanos. Tienen muchos problemas en los vehículos, los vehículos se incendian por ese combustible y obviamente no existe suficiente para abastecer el mercado interno.

Pero no es solamente el combustible. La producción venezolana se encuentra en el último número de la OPEP que acaba de salir en 724.000 barriles diarios de petróleo. Considero que durante toda mi gestión estuvimos en 3 millones de barriles de producción, es decir, una caída de más del 76 % de la producción venezolana. Y eso ha sido a partir del año 2014 y 2015 hasta ahora. Ese ha sido un desastre, un colapso en PDVSA.

SEMANA: ¿Qué opina sobre la licencia que le dieron a Chevron para operar en Venezuela después de los diálogos que ha establecido el gobierno de Nicolás Maduro con la oposición?

R. R.: Es lesiva al país, completamente, porque es contraria a la ley. Es decir, ese diálogo tiene mucho que ver con el lobby petrolero en Washington. Lo que obtuvo Chevron es algo insólito, no había sucedido en Venezuela desde la dictadura de Juan Vicente Gómez.

La transnacional se está llevando el petróleo venezolano sin pagar regalías, sin pagar impuestos y sin dar dividendos a PDVSA, es decir, es absolutamente contrario a la ley. Ellos dicen que se están cobrando una deuda que tiene PDVSA, bueno, pero es un problema de PDVSA. Las regalías y los impuestos son un ingreso del Estado venezolano muy importante, muy necesario para poder atender los asuntos económicos.

Lo que está sucediendo es un despojo a la soberanía venezolana y el Gobierno lo permitió. Todos esperábamos que el Gobierno, cualquier gobierno, ha debido rechazar esos términos de licencia porque van en contra de nuestra ley. Es decir, un gobierno extranjero no puede dictar a otro país soberano de la manera como tú vas a explotar tus recursos naturales. Es absurdo lo que está sucediendo. Es muy malo para el país y muy mal precedente.

SEMANA: ¿Qué le espera a la producción de petróleo en nuestro país con la llegada del presidente Petro como jefe de Estado? Y es que hay petroleras en Colombia que aseguran que las reservas de petróleo alcanzarían menos años a los esperados por el Gobierno de Petro. ¿Cuál es su opinión?

R. R.: Sí. Bueno, eso no tiene nada que ver con el presidente Petro. Yo cuando interactuaba con el ministro Cárdenas era el ministro de Petróleo y después de Economía, e incluso antes con el presidente de Ecopetrol. Y la realidad es que Colombia tiene mucho menos reservas de petróleo que Venezuela.

Venezuela es azar de la naturaleza, es decir, es una inmensa provincia petrolera por el tema geológico Los Andes, el Macizo Guayanés, que es como los países árabes. Eso es una cosa. Esas son las reservas de petróleo más grande del planeta, 316 mil millones de barriles de petróleo.

Colombia es otra realidad, Colombia tiene petróleo y yo siempre he dicho, sus ministros deben administrar bien esa reserva porque no tienen suficiente reserva. De hecho, uno de los planes nuestros con Chávez y con Uribe y con todos los presidentes de Colombia, era poder enviar petróleo desde la Faja Petrolífera Orinoco atravesando los llanos comunes hacia Colombia, pero son dos realidades distintas. Ahora, con base en esa realidad, es correcto lo del presidente Petro de diversificar su matriz energética. Tiene que hacerlo, porque no es suficiente petróleo, no tiene suficiente gas y Colombia no es un país petrolero, es un país que es fundamentalmente agrícola, que tiene algún sector industrial, es decir, puede tener otra alternativa energética.

El candidato siempre ha mostrado su intención de impulsar a Colombia hacia una economía que promueva las energías renovables. –
Foto: Getty Images y Semana

Hay mucha gente que presiona a los gobiernos para que le den más concesiones petroleras para explorar, pero la realidad es que no se encuentra mucho más. Entonces, lo que hay que hacer es una política de cómo racionalizar el petróleo que tienes, las fuentes fósiles, y buscar otra fuente. Una cosa que sí quiero decir que he escuchado mucho a los voceros del Gobierno de Colombia y muchos internacionales que dicen que las energías fósiles llegaron a su fin. No, no es verdad. El Covid demostró que en 2020 cayó la demanda petrolera, 10 millones de barriles día demostraron que la economía para recuperarse lo que pidió fue más petróleo. No solamente recuperamos la demanda que había caído producto del Covid, sino que ahorita estamos una demanda histórica.

Este año es 100 millones de barriles al día, no es verdad que las energías fósiles quedaron atrás, no es verdad que existen energías alternativas al petróleo, no en este momento. Puede haber energías complementarias al petróleo, eso es otra cosa, pero que vayan a sustituir al petróleo en el manejo del mundo la realidad está demostrando que no, entonces hay que trabajar con lo que tenemos y cada país tiene que hacer un plan de acuerdo con su realidad. Pero la de Colombia y Venezuela son dos realidades completamente distintas. Venezuela es un gigante petrolero, Colombia tiene reservas que le durarán algún tiempo dependiendo de cómo las utiliza.

SEMANA: ¿Usted será candidato a la Presidencia de Venezuela?

R. R.: Mira, lo de mi candidatura o la candidatura de cualquiera depende de las condiciones políticas que se puedan obtener de Nicolás Maduro. De ahí la importancia de Petro, de allí la importancia de Lula, de ahí la importancia de toda la comunidad internacional, tiene que haber condiciones para elecciones.

No puede ser que Maduro haga lo que le da la gana. Que Maduro seleccione quiénes van a ser los candidatos que lo van a confrontar, eso no tiene sentido, no puede ser que te metan preso, no puede ser que te inhabiliten, ese es un primer asunto.

Segundo, mira, anótalo, Maduro no gana unas elecciones en el país en ninguna condición, Maduro no le gana a nadie, ni Maduro ni nadie del madurismo. El madurismo, que no tiene nada que ver con Chávez, tiene un rechazo de cerca del 80 % de la población, tiene unos mecanismos de control social y unos empleados que los llevan a marchas y todo este tema, pero el rechazo popular es abrumador.

Cualquiera que se postule contra Maduro gana, Maduro por eso juega a la división de los factores de la oposición tradicional y juega la violencia contra el chavismo. En los últimos sondeos, Chávez, después de todos estos años de muerto, casi diez años, sigue teniendo más del 40 % de aceptación entre los pobres. Pero eso no es una aceptación a Maduro, sino una situación, a Chávez. Por eso es que Maduro le tiene tanto temor a una candidatura del chavismo representando al chavismo, pero en cualquier circunstancia son indispensables las condiciones políticas mínimas para ir a unas elecciones y eso es lo que hay que obtener. Nosotros lo que estamos proponiendo es la unidad de los venezolanos, ir a un proceso unitario que nos permita enfrentar a Maduro con una sola candidatura.

SEMANA: ¿Incluyendo a la oposición también?

R. R.: Incluso la oposición, porque aquí ya lo que se trata es de rescatar el país y la Constitución. Claro, tiene que haber un acuerdo mínimo, nosotros reivindicamos la Constitución porque es un documento que tiene toda la autoridad, tiene toda la legitimidad que ha sido votada por los venezolanos en 1998 y ganó abrumadoramente.

La Constitución es un documento nuestro, es un marco legal que nos permitiría funcionar como país al día siguiente de Maduro. Después de Maduro tiene que funcionar un gobierno de unidad nacional que nos permita rescatar la Constitución, restablecer las leyes, rescatar el petróleo. Y no es porque yo sea un petrolero, porque yo soy un venezolano, un político, sino que entiendo claramente que si no tenemos el petróleo no vamos a poder salir de esta tremenda crisis.

Yo sé toda la discusión que hay en Colombia, que si la energía fósil, que si no, pero la realidad nuestra es distinta, somos un país petrolero por excelencia y Maduro lo ha demostrado. Sin petróleo, acabando la industria petrolera, del país, se vino abajo, somos una economía petrolera que tenemos que transitar a otra economía, pero mientras tanto no podemos cortarle a la gente al cuello, no podemos ocultarle a la gente lo que hay que rescatar, el petróleo, rescatar nuestras leyes, rescatar la Constitución, restablecer el marco legal y los derechos humanos y solo así poder empezar a gobernar. Si no, no se va a poder y por eso tienen que participar. Ojo, yo insisto en esto, en incluir a todos los sectores políticos y sociales del país sean de cualquier postura.

SEMANA: Lo importante entonces, para resumir esa respuesta, es ¿”todos menos Maduro” en las próximas elecciones?

R. R.: Pero es que Maduro ha destrozado el país, Maduro ha cerrado todas las vías constitucionales y solo quiere dejar abierta la vía de la violencia, porque ahí es donde él tiene las de ganar, porque tiene el Ejército, porque ha sido, ha demostrado que es violento, lo demostró en 2014 y lo demostró en 2017. Más de 130 muertos en la calle. Por eso yo renuncié, yo no concibo que haya un hombre de izquierda, un revolucionario, que diga “estos muertos son buenos y estos muertos son malos”. No, tú tienes que tener una sola postura. Están en contra del crimen político, en contra de la tortura, en contra de la represión. Es un tema de principios, para un político así debería ser.

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