Argelia, Sudán y el 13 de abril: Unión Cívico-Militar para salir de la crisis

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El ex embajador de Venezuela ante la ONU, Rafael Ramírez reconoce que los procesos políticos de los países tienen diferencias y el papel de las fuerzas castrenses debe adaptarse a cada circunstancia, siempre acompañando al pueblo

El ex ministro de Petróleo y Relaciones Exteriores, Rafael Ramírez señaló que la unidad cívico militar es la única posibilidad de sacar a Venezuela del caos económico y social, y del peligroso conflicto político en que la han sumido el madurismo y la derecha extremista.

Ramírez pone tres hechos históricos recientes de singular importancia como ejemplos de cómo las Fuerzas Armadas unidas a su pueblo fueron capaces de desbloquear las crisis políticas de sus países: la renuncia del ahora ex presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika y la convocatoria a elecciones; la deposición del mandatario de Sudán, Omar al-Bashir, por parte del Ejército para liderar una transición de dos años; y la decidida y patriótica actuación de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana para derrotar el golpe de Estado el 13 de abril de 2002 y restablecer al Presidente Hugo Chávez en el poder.

Estos ejemplos muestran cómo la oportuna intervención del sector militar en apoyo al clamor popular, es determinante para derrotar a las élites que se apropian del poder y conducen a sus países a situaciones de crisis o conflicto. Solo la unión cívico-militar ha demostrado ser efectiva para desbloquear situaciones políticas de conflicto y permitir que sus pueblos decidan su propio destino, puntualizó Ramírez.

«En momentos decisivos para la Patria, tal como indiqué en mi mensaje a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, no tenemos otra opción que optar por una alternativa patriota al lado del pueblo. Escuchar y acompañar al pueblo en su lucha por volver a la Constitución, al Plan de la Patria, a la soberanía, al vivir bien. Solo la actuación decidida de ustedes, a favor de la Constitución, de los humildes, con una Junta Patriótica de Gobierno, que incluya a todos los sectores patriotas del país, donde ustedes sean garantía de paz y soberanía, una Junta Patriótica, que cree las condiciones para restablecer la soberanía del pueblo, atender la crisis económica y social, la emergencia humanitaria, permitirá sacar al país de este caos, evitar la guerra o una intervención extranjera. Liberar a nuestro pueblo del chantaje e imposiciones de grupos de poder que entregan la patria, que hoy la rematan o que prometen hacerlo, que seguirán acabando con nuestro futuro ¡Viva la unión cívico-militar del 13 de abril! ¡Es urgente una Junta Patriótica de Gobierno!«, indica Ramírez en su más reciente artículo de opinión.

El caso de Argelia, se trata de una transición que el propio presidente  Bouteflika, por la presión popular y el exhorto del Ejército y del Frente de Liberación Nacional,  decidió aceptar como un cambio necesario para evitar el conflicto en su país. Un líder histórico de su pueblo, decidió con hidalguía hacerse a un lado, para que la unión cívico-militar activará los mecanismos constitucionales y se avoque a resolver los problemas existentes en el país, estabilice la situación política y reconduzca el camino de Argelia en paz.

El caso de Sudán es diferente, porque Omar al-Bashir se convirtió en un dictador que se ha aferrado durante 30 años al poder y ha conducido una de las guerras civiles más brutales, cometiendo crímenes de lesa humanidad. Ante la negativa de Bashir de escuchar a su pueblo y hacerse a un lado, el Ejército lo depuso del poder, asumiendo un gobierno transicional, inclusivo, por dos años y luego realizar elecciones,para tener un gobierno civil.

Y, por supuesto, Ramírez pone el acento en nuestra propia realidad en el ejemplo más cercano de la unidad cívico-militar: el 13 de abril de 2002, la derrota del Golpe de Estado y el restablecimiento del gobierno del presidente Hugo Chávez. «Esa acción decidida de la Fuerza Armada junto al pueblo, permitió que el pueblo alcanzara, como nunca, el protagonismo en el desarrollo del futuro del país y su reivindicación social. Permitió que se reestableciera el orden constitucional y se iniciara el proceso que nos llevó a conquistar nuestra Plena Soberanía Petrolera, la inclusión social, las plenas libertades políticas y crear las condiciones para reconstruir la Patria, conquistar un futuro pleno de justicia social, trabajo y bienestar para todos los venezolanos«, recuerda Ramírez, testigo de primera línea de aquellos acontecimientos.

Ramírez señala que “la situación actual del país es insostenible, una crisis asfixiante, que ha sumido a nuestro pueblo en la desesperación, la imposibilidad de vivir, por lo que tratan de salir como pueden, tal como lo indica el último reporte de refugiados de las Naciones Unidas, donde indican que  más de 3.7 millones de venezolanos que han salido del país, situación nunca vista en nuestra historia. Mientras tanto la situación política sigue bloqueada, y por ende las posibilidades de resolver la crisis, por la actitud de Maduro de aferrarse al poder y la oposición que sigue sin reconocer al Chavismo y al legado político del Presidente Chávez como parte de la solución”.

«Argelia, Sudán y el 13 de abril, constituyen lecciones políticas para el país, pero especialmente para el pueblo y las Fuerzas Armadas. En el pueblo reside la soberanía de la patria mientras en la FANB descansa la autoridad y la fuerza para hacer valer la Constitución y los derechos de todos los venezolanos. No podemos permitir entonces que ambos elementos fundamentales para el futuro de nuestro país, se subordinen a intereses grupales que pretenden mantener o llevar al país a escenarios de los cuales nos podemos arrepentir por muchos años», concluye el dirigente.

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