Rafael Ramírez responde a Voluntad Popular

Nota de Prensa - Rafael Ramírez responde a Voluntad Popular
Nota de Prensa - Rafael Ramírez responde a Voluntad Popular

“LA DERECHA Y MADURO QUIEREN ENTREGAR RECURSOS DEL PAÍS E IMPULSAN UNA GUERRA FRATRICIDA”

Sumarios

  • El ex presidente de Pdvsa y dirigente chavista indica que la propiedad estatal de Pdvsa es un principio irrenunciable, y así lo aprobó el pueblo en referendo constitucional.
  • Rafael Ramírez hace un llamado a la Fuerza Armada a servir de árbitro para se garantice una transición pacífica y plenamente constitucional hacia un gobierno electo por el pueblo. “La FANB no está para servir a intereses particulares de ningún sector”
  • Ramírez califica a VP de partido “violento e intolerante”, pero no se sorprende, pues sus dirigentes fundadores fueron “caras visibles” del golpe de estado de 2002, el sabotaje petrolero y las guarimbas.

Caracas, 4 de febrero de 2019.-Para el dirigente chavista y ex presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, el denominado “Plan País” es “inconstitucional y violatorio de la Ley Orgánica de Hidrocarburos”, porque pretende devolver el control de la industria petrolera a empresas transnacionales, de la misma manera que lo ha hecho Nicolás Maduro.

“Ahora la derecha presenta un programa cuyo rasgo fundamental es el afán privatizador en detrimento de la acción del Estado, en detrimento de todo el país, cuando lo que corresponde es rescatar al Estado de la situación actual de crisis y fortalecerlo para que garantice el progreso económico y la justa distribución de la riqueza nacional”, señala el ex alto funcionario de Chávez.

El modelo que está detrás de este llamado “Plan País” responde a la agenda neoliberal y privatizadora que poderosos intereses siguen defendiendo, no solo en Venezuela, sino en otros países de América Latina.

Ramírez responde así al “violento e intolerante” ataque de los voceros del partido Voluntad Popular, quienes forman parte de la operación política que pretende aprovechar el desastre generado por Nicolás Maduro para hacer pasar un plan que no es más que un remix de la apertura petrolera, que desmontó con decisión soberana el Comandante Hugo Chávez Frías.

EL RIESGO DE GUERRA CIVIL

Ante la intolerancia política que demuestra el ataque de VP en su contra y la actitud irresponsable de Maduro, Rafael Ramírez alerta contra lo que califica como un “riesgo real y quizás inminente” de confrontación violenta en Venezuela, entre sectores que solo piensan en tomar el poder político y económico del país.

“Yo hago un llamado al ejercicio de la política. La salida de Maduro tiene que dar lugar a una transición pacífica y estrictamente apegada a la Constitución Nacional”, indica el dirigente.

Para el ex ministro chavista, el papel de la Fuerza Armada Nacional es servir de árbitro para que se constituya una Junta Patriótica de Gobierno que conduzca un período de transición y de paso a la expresión libre del pueblo venezolano.

“La Fuerza Armada no puede prestarse a satisfacer intereses políticos particulares, tiene que servir a todo el pueblo. Las armas de la República no pueden defender a ningún poder ilegítimo, sino garantizar el ejercicio de la democracia participativa y protagónica que consagra la Constitución”, dice Ramírez.

Como dirigente político exiliado, Ramírez expresa su enorme preocupación por los discursos violentos e intransigentes que dominan la acción política del madurismo y de la derecha, porque pueden conducir a un conflicto violento de incalculables y dolorosas consecuencias.

“El llamado que como venezolano reitero a la Fuerza Armada es a hacer respetar la Constitución y garantizar la paz”, subraya.

PDVSA PATRIMONIO DEL ESTADO

El también ex ministro de Petróleo es muy específico al señalar que el llamado “Plan País” viola expresamente los artículos 202 y 203 de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 53 µde la Ley Orgánica de Hidrocarburos en lo referente a la creación de Empresas Mixtas.

“La Constitución de 1999 reserva las actividades primarias de producción de petróleo al Estado venezolano, a través de Pdvsa. Este es un principio irrenunciable, de manera que Pdvsa tiene rango constitucional y, de acuerdo con nuestra carta magna aprobada por el pueblo, debe mantenerse 100% propiedad del Estado y debe ser la que ejerza el control de la propiedad, gestión estratégica, operativa y comercial sobre la actividad petrolera”, recuerda Ramírez.

Reconoce que efectivamente la Ley Orgánica de Hidrocarburos, inspirada y aprobada por la orientación del Comandante Hugo Chávez Frias como presidente legal y legítimo de la República, admite la participación de empresas privadas, pero esas compañías en alianza público-privada deben tener mayoría estatal. Es el Estado venezolano que, en ejercicio de su soberanía, diseña e implanta la estrategia.

NO AL ARBITRAJE INTERNACIONAL

Otro aspecto que el dirigente chavista cuestiona es que los voceros del partido Voluntad Popular responsabilizan al gobierno del Comandante Hugo Chávez por haber establecido el arbitraje internacional en los contratos petroleros, cuando la realidad es que esa fue una “herencia” recibida del modelo privatizador de la apertura petrolera de la cuarta república.

“Es que los actores que redactaron tras bastidores el denominado “Plan País” de la derecha venezolana son los mismos que crearon el marco que reguló la apertura de la vieja Pdvsa, que nosotros dejamos atrás con enormes sacrificios. Esa lucha por reivindicar nuestra soberanía no la vamos a traicionar”, señala el ex ministro.

Más adelante. Ramírez añade: “nuestro país ha tenido que confrontar arbitrajes internacionales de inversión aceptados durante la apertura petrolera ante la Cámara de Comercio Internacional y el Ciadi; lo tuvimos que hacer en defensa de las decisiones soberanas del Estado venezolano”.

“Es importante señalar que en los proyectos petroleros del periodo del presidente Chávez, las nuevas Empresas Mixtas no contemplan la figura del arbitraje internacional; es decir, hemos reafirmado nuestra soberanía jurisdiccional sobre los proyectos petroleros”.

DOS CARAS DE LA MISMA MONEDA

Rafael Ramírez insiste en que Nicolás Maduro y Juan Guaidó no son ni pueden ser reconocidos como presidentes legítimos de Venezuela. Apunta que el país enfrenta una doble traición de sectores que, aunque parecen pretender llevar a la nación a una guerra civil fratricida, coinciden en muchos propósitos esenciales.

“Uno de esos propósitos en los que coinciden es en la entrega de nuestra soberanía económica, de nuestros recursos. Ambos grupos atentan claramente contra cualquier expectativa razonable de recuperación económica y, peor aún, contra la construcción de un futuro próspero y realmente independiente, tal como lo veníamos haciendo en la gestión del Comandante Chávez”, apunta el dirigente.

Sobre Voluntad Popular, Ramírez dice no estar sorprendido por la virulencia del ataque en su contra, pues la violencia y la intolerancia política son marcas de fábrica de esa organización política.

“Sin embargo, esta intolerancia no deja de preocupar, porque expresa una conducta reiterada de este partido cuyos miembros fundadores están entre las caras visibles del golpe de estado de 2002, el sabotaje petrolero y la guarimba”, recuerda.

Finalmente, Rafael Ramírez lanza un alerta, “como ciudadano venezolano y chavista preocupado y alarmado por la situación de mi país”, para que el pueblo venezolano no sea victimizado en nombre de los propósitos pragmáticos de Nicolás Maduro y su sector, y de la derecha venezolana.

“Lo que está haciendo el gobierno de Maduro, en la práctica, con la entrega del petróleo de la Faja Petrolífera del Orinoco, junto con la privatización de Pdvsa, violando la Constitución y la Ley Orgánica de Hidrocarburos es lo mismo que promete hacer la derecha en el “Plan País”; de manera tal que los venezolanos y la opinión pública nacional tienen que estar alertas para que, en medio del desastre creado por Maduro y la ingobernabilidad creada por la existencia de dos autoproclamados presidentes, se pretenda ahora pasar un plan claramente antinacional y que refleje la estrategia de sectores e intereses que nunca han estado alineados con una estrategia verdadera de desarrollo nacional soberana”, concluye Rafael Ramírez.