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Actualidad“Deslindarse del madurismo”: ahí está el Plan de la Patria original, virgen.

“Deslindarse del madurismo”: ahí está el Plan de la Patria original, virgen.

Para nosotros la revolución socialista es lo fundamental, darle continuidad a través del Plan de la Patria de Chávez, el mismo que presentó en CNE, el que no había sido adulterado todavía con el economicismo liberal. Estamos de acuerdo con lo dicho por Andrés Izarra (con sus ideas) con que la disidencia chavista no es sino con el olvido a Chávez, de los principios de cambios socialistas, no existe sino con el madurismo, el cual ha sido un vuelco al pasado, no nada más por el sistema de cooptación sino al pasado político, ideológico.  Hay  una disidencia con todo lo hecho o deshecho y con las maneras y conductas del madurismo.

También percibimos al igual que Izarra lo que pasa en las calles, él dice “Si bien la gente no ha roto aun con el sistema, en gran parte por miedo a que en ese proceso se cuele la derecha fascista, está muy alejada del madurismo. La base social chavista más bien pareciera que anda por su cuenta, lidiando como puede con la crisis, sin liderazgo que conduzca su angustia por la supervivencia en el que se ha convertido la vida cotidiana. …Sin grupo o interés político que los aglutine en un esfuerzo colectivo por superar la crisis, la vida se ha convertido en un sálvese quien puedadonde prela el interés individual. …En este vacío, le presenta al chavismo una gran oportunidad para reconstituirse.”

Estamos de acuerdo, y pensamos que ese interés político debe ser darle continuidad al proyecto socialista de Chávez, ajustándolo a los daños hechos por el madurismo, con la base social y material de la revolución. La clave está en activar  el plan de la patria original, eso sería el “interés político” que aglutine al chavismo distanciado del madurismo.

Lo  otro que importa es hacer énfasis en la revolución socialista como la única solución para atajar el desenfreno capitalista. El capitalismo afecta a todo, es un sistema. No se puede salvar la selva amazónica y al mismo tiempo apoyar una invasión a Siria o a Irán. No se puede tratar el problema de los migrantes como si el  capitalismo y las guerras que lo promueve, destruyendo las economías de esos países, devastando ciudades, en nombre de la paz y la democracia,  no fueran la causa principal de tales migraciones. La hipocresía de todas las potencias capitalistas se debe develar y denunciar. Vencer  a Maduro es también vencer esa hipocresía. Con esto quiero decir que no necesitamos hacer lobby en Europa para sustituir a maduro por otro igual o peor. Debemos tener claro cuál sociedad queremos tener y cual cambiar. El objetivo político es fundamental. El problema con Maduro no  es él, es la falta de definición de un objetivo final, es la ausencia de la estrategia principal, es un mal político que padecen las izquierdas, derrotadas en su indefinición política.

Pero tal y como nosotros lo vemos, aun con ella esta estrategia se complica cuando los actantes destinados a hacer la revolución no participan de sus principios con sus conductas, no se comprometen con ella todos los días, en la cotidianidad de sus vidas; esto es fundamental: estar pendientes de no faltar a ese compromiso dando los mejores ejemplos. Esto no es otra cosa que vivir bajo control de nuestros actos, sopesar nuestras decisiones siempre a favor de los principios fundamentales de solidaridad y justicia socialista, usar la razón, no volver al doble discurso, el de las palabras por un lado y el de los actos por el otro.

El daño que ha dejado el madurismo en la sociedad es moral, y no debemos otra vez “cambiar” (en el discurso) para no cambian nada (en las prácticas políticas y sociales), cambiar a maduro, discursear a la gente para seguir haciendo lo mismo con la economía, con los trabajadores, improvisando, mezclando deseos con mecanismos y fórmulas capitalistas. No podemos  volver a la estupidez de la “burguesía revolucionaria”, del desarrollo de las fuerzas productivas cediéndole esa tarea a la empresa privada, a ladrones expertos en hacerse ricos con el dinero ajeno.

Claro que el chavismo debe retomar el poder, pero antes definir bien para dónde vamos, que es lo que vamos hacer y cómo, si fuera posible. Necesitamos una vanguardia política POLÍTICA, verdadera, que discuta política en torno a un plan, y para nosotros, ese plan es el Plan de la Patria original de Chávez. Necesitamos recomponer el centro emocional de la sociedad, que se reconozca como tal, que actúe de forma social, encender de nuevo el entusiasmo colectivo por trabajar asociados,  todos en beneficio de todos. Hay que erradicar de nuestras mentes la exclusión y la limosna, el regalo sin exigir nada a cambio. Y lo que debe exigir la revolución socialista a la gente es espíritu, cambios de conductas, trabajo, participación crítica, educación, solidaridad, interés por los problemas colectivos, los problemas que nos involucran a todos.

Estamos de acuerdo en que hay que deslindarse del madurismo, de acuerdo con un plan de acción chavista, definir una vanguardia para que actúe sobre este plan de acción política, y para nosotros éste debe ser al Plan de la Patria, virgen, nunca tocado por el gobierno de maduro, olvidado por el madurismo, adulterado a sus propios intereses personales…, y esperando  por los chavistas distanciados del madurismo.

¡Hay que volver a Chávez con el Plan de la Patria!

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