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ActualidadHay intelectuales y hay intelectuales

Hay intelectuales y hay intelectuales

Jesús Farías, aunque muchos no lo crean, es un intelectual. En rigor, todos los que pensamos de más y nos da por expresarnos sin mucho pudor somos intelectuales, para bien o para mal. Farías se ha dedicado todos estos años a pensar cómo justificar un gobierno que ha traicionado “todo lo que deba ser traicionado”; a Chávez, a su plan político y al socialismo, casi que desde el mismo momento que empieza este gobierno, cuando muere el comandante asesinado. Y más adelante, a justificar que la situación económica, que tiene en un estado de infelicidad a los más pobres, trabajadores, pensionados, jubilados y un resto similar del país, se debe al “bloque económico”. Que la gente no entienda ésto le molesta mucho a Farías, así como a nosotros nos molesta mucho que él no hable en sus análisis sesudos, intelectuales, de la mala distribución de la riqueza, la misma que tiene boyantes y contentos a los empresarios, socios del gobierno de Maduro, es decir, a la vieja burguesía y a la revolucionaria… Hasta ahora lo que llama Jesús Farías el “desarrollo de las fuerzas productivas” ha sido trabajar para que el “bloqueo económico” de EEUU y Europa solo afecte a los trabajadores. Según nuestra apreciación del asunto, con esta excusa el gobierno tiene la oportunidad de hacer prósperos a los más ricos sacrificando a los más pobres, y mientras tanto hacerse ricos ellos mismos, o por lo menos más felices que el resto de la población.

Esos argumentos de “desarrollar las fuerzas productivas”, “hacer de Venezuela una potencia económica, un país de propietarios emprendedores”, o inventarse el concepto de una “burguesía revolucionaria”, hay que pensarlo. Por ejemplo, argumentar que la Constitución no se la puede entender a “pie de la letra”, hubo que pensarlo, requiere un ejercicio intelectual y cierto grado de osada impudicia. O las reflexiones en voz altas hechas por Iturriza sobre “los excesos de Chávez”, todos estos han sido ejercicios intelectuales. Las intervenciones de Jorge Rodríguez y Pedro Carreño en la Asamblea, son esfuerzos intelectuales. Algunos han publicado libros y otros solo discursos, pero se han esforzado en pensar… Otra cosa es que mientan, o estén desvinculados de la realidad, por desinterés o por interés; no todos estos intelectuales son honestos, no todos son revolucionarios, son éticos, inclusive podríamos decir que en su mayoría son deshonestos y mienten.

En otra categoría están los llamados intelectuales profesionales, investigadores, ensayistas y escritores, académicos; en esa categoría está Luis Brito García. Tampoco eso es garantía de honestidad o de coraje, o de cualquier otra virtud, en realidad lo que distingue a unos de otros son sus prácticas de vida, ni si quiera es el rigor lógico de sus discursos, es que estos últimos concuerden en buena medida con esas prácticas de vida, que es a lo que se refiere Amaranta Rojas cuando habla de Luis Britto, el cual, dentro de una crítica penumbrosa que hace a las políticas del gobierno dice cosas como estas, y cito a Amaranta: «es justo señalar que el trabajador venezolano disfruta de educación, atención a la salud y a veces vivienda gratuita, de diversos bonos y de alimentos subsidiados de los CLAP»

Más adelante ella agrega que “No sé, qué entiende el amigo Brito García por Disfrutar de salud. ¿Disfrutar de salud? Cabe preguntarse: ¿Cómo puede estar sano, con un salario mensual igual al que gana un haitiano al día? ¿Cómo puede estar una familia sana recibiendo el 1% de lo que necesita para vivir? ¿Es que al faltarle el 99% de lo que debería ganar no es una angustia y una gran enfermedad? No sé cómo entender al amigo Brito García, cuando después de habernos comparado con Haití y haber quedado tan horrible en esa comparación, viene y nos dice que disfrutamos de salud y educación gratuita. Hay que ir a una escuela y a un hospital.”

Amaranta Rojas tiene toda la razón del mundo. ¿Cómo puede ser en ésto tan brumoso Luis Britto García, hablar de buena salud cuando en la Venezuela real la salud solo le pertenece a aquel que tiene dólares y contratados seguros de vida muy caros? Todo el que ha pasado por la necesidad de visitar un hospital público sabe que los médicos y empleados de la salud (enfermeras, camilleros, personal de limpieza, etc.) se sostienen sobre un sistema mercantil paralelo al otro, al que habla de “calidad y de gratuidad”, y suma muchos casos de corrupción y robos de equipos, medicinas y materiales médicos… Muchos están bien abastecidos, es cierto, pero hay que pagar los servicios en dólares, y el gobierno lo sabe y mira para otro lado. Sobre todo, hay que pagarles a los médicos, quienes se cobran sus sueldos a costa de las necesidades de los más pendejos, de los más pobres, los más vulnerables, del dolor de familiares desesperados. En esta sociedad MORALMENTE PODRIDA las mayorías no puede DISFRUTAR de la salud pública, es ahí donde Luis Britto peca de intelectual, como dicen, se pasa de intelectual dejándose llevar por las estadísticas y similares, desconociendo de primera mano cómo funcionan los hospitales públicos, las escuelas públicas, y la miseria pública.

Respecto a lo dicho por Jesús Farías acerca de Luis Britto García, de que éste “no es ni intelectual ni mucho menos marxista”, ya se encargará el último de demostrar que el primero es un perfecto pendejo. Buscará los datos y con mucho disimulo se los añadirá a algún artículo referido al cáncer capitalista que se come hoy al mundo y al país, etc., etc…

Si Farías es un mentiroso y un manipulador, para Luis Britto lo será mucho más cuando salga a la calle a corregir, a afinar sus análisis críticos visitando, viendo de primera mano, no nada más la burocracia e insólita ineficiencia de la CANTV, sino también la del Hospital Pérez de León, del Domingo Luciani, y de mucho otros hospitales de emergencias del país, donde la gente es tratada como “sobras humanas”. Se trata de un sistema podrido, perfumado con propaganda gubernamental. ¡Si no son capaces de terminar de construir el hospital oncológico y el cardiológico de adultos!, para hacer –con todo y “bloqueo” – dos estadios de béisbol carísimos, hechos para tontos que quieren vivir en Caracas la experiencia de estar en Atlanta o Nueva York, menos van a sostener el sistema de salud pública, que es mucho más importante y requiere más seriedad política, profesional e intelectual, no de diputados habladores de paja, petulantes, economistas chapuceros y altaneros.

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