Ahora la culpa es de Chávez…

El bandazo del gobierno de maduro hacia la derecha ya es más que evidente, incluso para los sectores del chavismo que lo han sostenido y que aún lo apoyan. Este gobierno no tiene nada que ver con el proyecto de Chávez, ese proyecto que incluía el Plan de la Patria, la política de Plena Soberanía Petrolera y  el socialismo. La única relación que establece el gobierno de maduro con Chávez es para explotar y usufructuar su figura y su nombre,  aunque la memoria y el discurso de Chávez cada vez  les es más extraño, más lejano y menos conveniente. 

Esto lo hemos venido denunciando de manera sistemática y nos ha costado  todo tipo de descalificaciones, persecución política, linchamiento moral y exilio.  Pero el tiempo nos ha venido dando la razón, la política tiene una dinámica y unos principios que no dan espacio a las falsas ilusiones y las excusas con las que el madurismo ha tratado de justificar a sus jefes por la traición al legado de Chávez y al pueblo venezolano.

La situación del país ha cambiado radicalmente con relación a octubre de 2012, cuando el pueblo movilizado y politizado era capaz de colmar las 7 avenidas, para defender el Plan de la Patria y la propuesta socialista encarnada en el propio presidente Chávez, en su gobierno y en sus políticas, expuestas ante ese pueblo con un discurso radical, lleno de contenido y coherencia con sus acciones.

Hoy el país está en ruinas. El proyecto Bolivariano quedó sepultado entre la incapacidad y las ambiciones de los que se hicieron con el poder. El legado de Chávez, su obra, ha sido destruida y ahora el gobierno descuaja la Patria, entrega el petróleo, su economía, sus recursos naturales, sus empresas, su territorio y la soberanía del país al capitalismo más rapaz y dependiente, al capitalismo transnacional que viene a saquear nuestros recursos naturales y explotar mano de obra esclava, en un ajuste de cuentas histórico del capitalismo con Chávez, por eso exige despojar  al Chavismo de su contenido revolucionario, derogar todo lo hecho y escrito por el Comandante Chávez y dejarlo estampado en una franela, como hicieron con la figura del Che. Lo asesinaron y luego convirtieron su figura en una mercancía.

Este “transformismo” como lo ha denominado el profesor Javier Biardeau en sus artículos, no sucede de un solo golpe, como fue el caso del pinochetismo en contra de Allende el 11 de septiembre de 1973, lo sucedido en Venezuela ha sido una restauración contrarrevolucionaria muy similar al caso mexicano, cuando una vez asesinado Emiliano Zapata, el Partido Revolucionario Intransigente (PRI) despojó  al pueblo de su ímpetu y de sus objetivos revolucionarios, hasta lograr desmovilizarlo totalmente y así devolverlo a su lugar de miseria y explotación. 

En la traición al legado y obra de Chávez el madurismo ha contado con aliados insospechados como el PSUV, partido en evidente proceso de degeneración política, así como la complicidad de una izquierda corporativa, burocratizada, sin garra, la cual durante muchos años ha usufructuado de Chávez  y hoy día acude ciegamente a bendecir lo que hace maduro contra nuestro pueblo.

Con la “bendición” de esa “izquierda” el gobierno impone al pueblo venezolano un paquetazo de derecha y también la entrega el país, ejerce la violencia contra el pueblo e instala la violación de los Derechos Humanos como política de Estado, para instaurar el miedo y el silencio. La persecución política, la censura y el control absoluto de los medios de comunicación y redes sociales facilitan el ocultamiento de la verdad, deforman la realidad y hacen de Venezuela un país de “narnia”, de “tendencias” de twitter que solo existen en el mundo del madurismo y de los enchufados, donde las bases maduristas, incluso sectores revolucionarios, esperan –cual el síndrome de “la rana en la olla de agua”– con la vana y conveniente ilusión de que todo esto es producto de un “error”, es “culpa del bloqueo” –ese de los ferraris y bodegones– o peor aún, ahora se instala cada vez con más éxito la matriz de que “ESTO ES CULPA DE LOS ERRORES DE CHÁVEZ”

El madurismo, usando a sus más conspicuos representantes, ahora insiste ante los medios internacionales  los cuales le dan una extraña acogida, que lo que sucede en el país es producto de “los errores de la revolución”, para así referirse al gobierno del presidente Chávez. El madurismo clava así la daga en lo más profundo del corazón del Chavismo, atacando las decisiones y la gestión de gobierno del presidente Chávez.

El nuevo vocero del madurismo, promotor de las ZEE

Este señor diputado es tal vez la expresión más genuina y acabada del madurismo, ahora convertido en el vocero “oficial” de la entrega del país al capitalismo, tiene que ser el diputado predilecto, el “intocable”, para que no existan dudas respecto al apoyo que la ley de ZEE tiene.

Este señor, que ya está grandecito, todos lo conocemos, yo lo conozco bien a él y sus presiones a lo interno de PDVSA para que se le pagarán las facturas pendientes a sus “empresarios amigos” fue la causa de uno de mis primeros choques con maduro, cuando le señalé lo absolutamente irregular de estas gestiones, entre otras cosas, del hoy diputado. 

A este diputado le prepararon un “encuentro” con los medios internacionales para asegurar al mundo que su papá sí estaba dispuesto a entregar el país al interés privado, al capitalismo. Es como para que no quedaran dudas de las intenciones del madurismo, había que asegurar ante el mundo que este gobierno no tenía NADA QUE VER CON CHÁVEZ. Se entregará todo, tal como establece el proyecto de ley de ZEE, presentado a la Asamblea Nacional por la bancada de Acción Democrática… digo, del PSUV.

En su corta conversación, ante una pregunta acordada, sobre los “errores” de la Revolución, este señor, fácil en el insulto y torpe en las ideas, arremete y ofende, señalando que uno de los “errores de la revolución” fue nada más y nada menos que la política petrolera de Chávez. Claro, en uso del libreto preparado por sus mentores, arremete en mi contra, insultando y descalificando, bajo la premisa muy difundida entre el madurismo de que Chávez era un pendejo que me tuvo al frente de la política petrolera y de PDVSA por diez largos años.

El diputado arremete, nada más y nada menos, contra la Política Petrolera de Plena Soberanía Petrolera y la gestión de la PDVSA del Pueblo, es decir, contra el bastión de nuestra soberanía, el soporte económico del país, de nuestras conquistas sociales, de nuestras Misiones y Grandes Misiones durante el periodo del gobierno del presidente Chávez. 

¿Qué estará pensando este señor? Todo el país y el sector petrolero internacional, están de acuerdo en que nuestra gestión petrolera fue uno de los mayores logros del gobierno del presidente Chávez, de la Revolución Bolivariana, su asiento y fortaleza fundamental. Por eso, se ajustaron a nuestras políticas y leyes. De otra forma no lo hubiesen hecho.

Si como dice este diputado, el error de Chávez fue mantenernos al frente de la política petrolera y de PDVSA durante casi todo su gobierno, entonces ¿de que vivía el país? ¿Cómo se sostenía la economía? ¿Cómo se sostenían las Misiones? ¿Cómo se financiaron TODOS los proyectos del gobierno del presidente Chávez? ¿Cómo se creó Petrocaribe? ¿Cómo se desplegó el país en Sudamérica, el Caribe, China y Rusia? ¿Alguien le puede explicar un poco de política a este mandadero?

No vale la pena ni responder a este personajillo, representante del más burdo nepotismo e improvisación política, pero sí es necesario alertar lo que se trae el madurismo como nueva matriz mediática, “el error es de Chávez”.

El ministro de la Cachucha Negra. 

La matriz discursiva del diputado de la entrega de las ZEE, de culpar a Chávez de este caos, la repite el Ministro de Petróleo. Siendo mucho más inteligente que el diputado y por haber trabajado directamente como ministro de Chávez es un poco más respetuoso y comedido en sus ataques a nuestra política petrolera y gestión en PDVSA. Tareck sabe quién era Chávez y cómo controlaba todo. Pero también sabe que yo sé.  

Sin embargo, ante la pregunta de la agencia internacional, en el encuentro de promoción de la entrega, el ministro insiste en que “se cometieron muchos errores en el sector petrolero”, nuevamente ahora la culpa es de Chávez…

El ministro que luego sale en un video “arengando” a la diezmada y golpeada clase obrera petrolera, con la cachucha negra de la Gente del Petróleo, asume utilizando sus colores, códigos y mensaje la postura de la misma meritocracia petrolera que saboteó nuestra industria Petrolera entre 2002-2003 y que sostuvo la Apertura Petrolera.

Tareck, a diferencia del diputado, no es un tipo torpe, por el contrario se ha sabido colar y mantenerse en el poder en ese nido de víboras del madurismo, por lo que el Ministro trata ahora de llevar “tranquilidad y sosiego” a los potenciales beneficiarios del saqueo del petróleo venezolano, a esos que quieren vender los pedazos de PDVSA, encubiertos por su ley “Anti Bloqueo”.

Sin embargo, su historial y falta de conocimiento, además de la cantidad de sanciones y millones de dólares que pesan sobre su cabeza no lo ayudan en su propósito de convencer, de llevar “tranquilidad” al capital internacional, aunque sea el más rapaz.

El ministro,  en su declaración, promete que “las colas por la escasez de gasolina en el país cesarán a finales de junio”, es decir, dentro de 3 días. Esto, según el ministro, será el resultado de que las refinerías del país serán capaces de atender la demanda interna. El ministro miente, no sabe qué decir ni qué prometer. 

Las colas de gasolina no cesarán porque la gestión del gobierno de maduro al frente de PDVSA abandonó nuestro sistema refinador nacional y éste, con una capacidad instalada de 1,2 millones de barriles día, hoy opera a duras penas a un 10% de su capacidad. No hay combustibles para satisfacer la demanda interna de combustibles –gasolina, diesel, gasóleos, GLP, lubricantes, entre otros productos–, porque destrozaron y canibalizaron las refinerías y sus equipos. Se llevaron presos a los gerentes patriotas que levantaron el sistema refinador paralizado durante el criminal sabotaje petrolero llevado a cabo por la Gente del Petróleo –aquellos de las cachuchitas negras y letras blancas– y se pusieron a jugar al “control obrero” entregando la conducción y gerencia de las refinerías a los operadores políticos del madurismo o a la “chamba juvenil”. Irresponsables.

En el año 2014 –lo vuelvo a decir para que cada quien saque sus números–, PDVSA refinó en el país 1,1 millones de barriles día, de éstos se utilizaron 638 MBD para atender la demanda interna del país y se exportaron 404 MDB. ¿Alguien sabrá cuál es la demanda real de combustibles hoy día? 

En otra parte de su entrevista de promoción, el “zar” del petróleo, el ministro de la cachucha negra, vuelve a asegurar –ya no jura– que a finales de este año la producción de Venezuela alcanzará 1,5 millones de barriles día de petróleo. Nuevamente miente el ministro.

El último Reporte de Monitoreo del Mercado de la OPEP indica, según todas las fuentes que monitorean el mercado, que la producción de Venezuela para el mes de mayo se ubicó en 531 MBD, menos que la producción de Colombia y Ecuador en la región. Solo medio millón de barriles, la misma producción que teníamos en 1930, hace 71 años. Pero hoy estamos a finales del mes de junio 2021, es decir contando desde mayo,  faltan 7 meses para que el ministro triplique la producción actual de petróleo en el país y pueda llegar a los escasos 1,5 millones que ofrece.

El ministro no sabe lo que dice, o miente descaradamente. La producción no se recuperará porque él quiera o se lo “jure” a su jefe. Desde el 2015, el gobierno de maduro, con absoluto control de las finanzas, planes y decisiones en PDVSA, desvió los recursos presupuestarios de la empresa, abandonó nuestras áreas de producción, las actividades de subsuelo, la recuperación secundaria, las operaciones de taladros, el suministro de insumos y equipos,  repuestos y actividades de recuperación de la declinación natural de nuestros yacimientos, la pérdida de energía del subsuelo, recuperar la producción diferida, son todas ellas operaciones continuas, diarias, que no se pueden abandonar. Pero el gobierno se dedicó a perseguir a trabajadores, gerentes, directivos, todavía hay más de 120 de ellos presos, militarizaron la empresa y más de 30 mil trabajadores calificados se retiraron de PDVSA. 

Nuevamente, para que las cosas queden claras en términos de gestión en PDVSA, al cierre del 2013 –de acuerdo a los informes auditados de la empresa y a la OPEP– nuestra producción de petróleo y condensados se ubicaba en 3,015 millones de barriles diarios. Es decir 2,5 millones por encima de la producción actual y 1,5 millones por encima de la “promesa” del ministro.

¡Dejen tranquilo a Chávez y asuman su barranco!

Nada de lo que sucede hoy en día es culpa de Chávez. Parece que el Comandante no tiene nadie que lo defienda en este país. Nadie dice nada, nadie separa las responsabilidades. El madurismo, irresponsable e inescrupuloso, ha dejado que la responsabilidad de sus propios errores, incapacidades y sus políticas sean atribuidas al presidente Chávez. El madurismo le ha dado a la derecha los argumentos que nunca tuvo con Chávez.

No solo es injusto y desconsiderado, porque Chávez está muerto y no puede decir nada, sino que refleja una absoluta falta de ética. El madurismo y el propio maduro tienen que asumir su responsabilidad por la destrucción del país. Ya basta de montar falsos positivos, basta de “uribizar” la política del país, la política con “p” minúscula.

El desastre en PDVSA, la entrega del petróleo y el gas, la dolarización y entrega de la economía los especuladores, la destrucción del Arco Minero, la pobreza, el éxodo de venezolanos, la violencia, la violacion de los DD.HH., el FAES, el Coqui, el desastre de Apure, la entrega del Esequibo, la falta de vacunas anti COVID, la falta de gasolina, diesel y gas, el colapso de los servicios, la paralización de las empresas, la hiperinflación, todo esto es culpa de maduro y la consecuencia de sus políticas y decisiones.

Para el Chavismo y para el pueblo está claro que UNA cosa es Chávez, sus políticas y su gobierno; y OTRA cosa muy distinta son maduro y los suyos. Allí está la historia reciente, el país que teníamos hace apenas 9 años: la economía funcionando, la PDVSA del Pueblo, el Vivir Bien, la Faja Petrolífera del Orinoco, las Misiones y Grandes Misiones, la Soberanía, el Plan de la Patria y el socialismo  como una posibilidad real, el discurso coherente y el gobierno revolucionario de Chávez.

El PSUV y el liderazgo que acompañó a Chávez, y que ahora le da la espalda a su legado, tienen una gran responsabilidad histórica en esta tragedia. El PSUV está en su feria electoral, allí no hay ninguna reflexión crítica, ningún compromiso con Chávez y el pueblo, solo oportunismo puro. Mientras el madurismo sigue avanzando en su plan de entrega, en su nuevo pacto, con su propio partido y sus propios dirigentes, masticando y escupiendo en el camino al liderazgo Chavista que se subordina a ellos en sus torpes astucias tácticas.

El Chavismo debe entender y asimilar que nuestro principal obstáculo para volver a Chávez es el madurismo. La razón fundamental por la que estamos en el abismo en que estamos es porque este gobierno abandonó el camino de Chávez, traicionó su legado, destruyó su obra, acabó con los cimientos de la Patria. No hay manera de retomar el camino de Chávez sin romper con maduro y el madurismo. Retornar a Chávez es retomar el Plan de la Patria, volver a la propuesta socialista, sin ambigüedades, sin excusas, volver al Chávez radical. Allí nos encontraremos. ¡Venceremos!