RESTEADOS CON CHÁVEZ, LA OPCIÓN CHAVISTA EN LA CALLE

El gobierno sigue avanzando, sin freno ni nadie que lo detenga, en la entrega y destrucción del país y su economía. En una mezcla de violencia, cinismo y prepotencia, maduro actúa como un pequeño dictador, que hace lo que le da la gana. Para ellos, –el madurismo–, no existe Constitución, ni leyes, ni control, ni pueblo, ni partidos, ¡mucho menos Chávez! Se hace lo que maduro quiere y basta. 

Podríamos escribir libros enteros de malas decisiones, pésimas políticas, tropelías, irregularidades, mentiras, violaciones a los Derechos Humanos y actos inconstitucionales cometidos por este gobierno, el peor  de nuestra historia. 

Lo que está claro es que, sumado a su increíble incapacidad e irresponsabilidad, este gobierno ha destruido el país, acabado con nuestra economía y sumido al pueblo en la más absoluta pobreza material y espiritual. Nunca habíamos estado en una situación tal. Ha sido un retroceso de 100 años en todos los órdenes de la vida nacional: política, económica, social. Retrocedimos a una especie de edad media, un oscurantismo sin precedentes, donde se impone el pranato de la política, donde cualquier pendejo te arruina la vida, donde no hay leyes, ni instituciones, ni trabajo, ni economía, nada.

Con este gobierno, nuestro pueblo ha perdido todas sus conquistas, políticas económicas y sociales. Más grave aún, ha perdido sus esperanzas, sus ganas de luchar, su autoestima. Se vive en la resignación del “por lo menos”, haciendo maromas para comprar comida, conseguir algunos dólares, vendiendo la fuerza de trabajo como mano de obra esclava o  el alma al diablo, aguantando de todo en el caos del madurismo: apagones, racionamientos, falta de conectividad, carencia en las telecomunicaciones y transporte, largas colas para echar gasolina, donde todo se transa en dólares. O tienes dólares o no eres nadie.

La inmensa mayoría del país, esa que recibe su pago en bolívares; e, incluso, aquellos que logran conseguir un puñado de dólares haciendo lo que sea, o gracias a la remesa-tragedia del hijo que se fue, están condenados, con este gobierno, a vivir en la más absoluta carencia, pobres de todo, con una vida de harapos, de retazos, mientras una minoría, cada vez más rica, con más privilegios, se apodera del país, de sus empresas, sus recursos, y hacen negocios ilícitos. Ellos, el madurismo y su “burguesía revolucionaria” (los nuevos y viejos oligarcas), son la cara visible de la élite que se beneficia del despojo de todo un país, de la injusticia y la desigualdad convertida en “normalidad”, es decir, el “milagro” del madurismo.

Está claro que el gobierno de maduro, es un gobierno de derecha, un mal gobierno capitalista, que ha impuesto, a sangre y fuego, un paquetazo económico neoliberal, que ha entregado la economía al capital, el petróleo y el gas, el oro y el Territorio Esequibo; que acabó con PDVSA y las empresas del Estado, rematándolas en el más absoluto secreto de sus “leyes”, violando la Constitución y leyes de la República. 

Está claro que este gobierno, NO ES CHAVISTA, mucho menos, SOCIALISTA. 

El madurismo y el gobierno utilizan, sin pudor alguno, el nombre y la  imagen Chávez, editan a conveniencia su palabra para escoger los retazos y manipularlos en sus programas de odio, mientras clavan el puñal al corazón de la patria, venden sus empresas y entregan sus recursos, en una reedición de un modelo capitalista, ahora más dependiente y atrasado que nunca. 

Manipulan y usan el nombre de Chávez, como si se tratara de una franquicia, para seguir haciendo negocios y medrar de los recursos del país, para mantenerse en el poder.

En el país, en el espectro de la política, no hay, no existe una opción política del Chavismo. Solo existen, y son absolutamente minoritarias, las distintas opciones capitalistas, estén en el poder o en la oposición. 

Todos ellos, maduristas y oposición (llámense como se llamen), conviven y avanzan juntos; a veces, se insultan y agreden, como en una pelea de borrachos, pero vuelven a sentarse, a encontrarse en secreto. Son lo mismo.

Por ello; resulta indispensable, URGENTE, que el chavismo termine de desmarcarse del madurismo. Enfrentarlo y derrotarlo en la calle, en Miraflores.

Hay que dejar atrás el miedo, los “cálculos políticos”, el autoengaño, las excusas, el guabineo. Hay que separar las aguas, delinear los campos entre CHAVISTAS Y MADURISTAS, entre REVOLUCIÓN O CONTRARREVOLUCIÓN, entre SOCIALISTAS Y CAPITALISTAS. 

Los chavistas que aún apoyan al gobierno, tienen que sacudirse el chantaje del madurismo, salir del síndrome de la rana hervida, aquella que no se da cuenta que la están cocinando hasta que ya no puede saltar. Mientras la izquierda, tiene que superar la enajenación del madurismo. 

Es necesario, dejar atrás las excusas y los temores, o darse cuenta que también cambiaron, que ya no son chavistas, que aquello del Socialismo y el Plan de la Patria, ya “pasó”, ya “no le gusta a la gente”. Si ese es el caso, entonces quítese del medio, porque nosotros, los Chavistas, queremos avanzar.

Como decía, una y otra vez, el Comandante Chávez, hay que ponerse la mano en el corazón: los que quieran Patria, Patria Socialista y Chavista, vengan con nosotros; los que prefieren esconderse, resignarse a la entrega, vivir con miedo; entonces, sigan allí, aguantando y murmurando, hasta que ya sea demasiado tarde para ellos. 

Al pueblo y dirigentes chavistas, estén donde estén, con las diferencias que tengan, les digo que YA NO SE PUEDE ESPERAR MÁS: este gobierno acabó con nuestro Plan de la Patria, -el del Presidente Chávez-, con la posibilidad Socialista, con la Plena Soberanía Petrolera; entregaron el petróleo, el gas, el oro, el Esequibo; se reparten las empresas del Estado; acabaron con las Misiones, con el Vivir Bien del Pueblo, con la Democracia Participativa y Protagónica; acabaron con PDVSA y destruyeron el Arco Minero; ahora, venden las empresas del Estado en la Bolsa de Valores, mientras el pueblo vive en la Miseria; han impuesto la violencia y el miedo, las cárceles están llenas de presos políticos, trabajadores y militares patriotas; se violan los derechos humanos,  torturan y asesinan. 

No se puede esperar más, el Chavismo, tiene que dar la pelea, con Chávez, con el Pueblo, con todo el país.

Para volver al camino de Chávez, para estar con el Chavismo, hay que estar plenamente, consecuentemente, con las políticas y actuaciones del Comandante Chávez, sin “cortes”, ni “ediciones”, sin medias tintas convenientes al madurismo. 

NO negar a Chávez. El daño que el madurismo le ha hecho al Chavismo y al Socialismo, es inmenso; por ello, hay que separar el nombre y la acción de Chávez, de este desastre, del madurismo.

Para volver al Camino de Chávez, hay que estar junto al pueblo, sus luchas, sus necesidades y sufrimientos; hay que devolver la esperanza de un futuro luminoso, con justicia social, bueno para todos. Es necesario reivindicar el Plan de la Patria, el Socialismo y la Plena Soberanía Petrolera. Son las tres raíces fundamentales del Chavismo, es la idea de Chávez plasmada en su obra, producto de la práctica revolucionaria.

Para volver al Camino de Chávez, hay que volver a la Constitución, apegarse a las Leyes Revolucionarias: La Ley Orgánica de Hidrocarburos, la más emblemática de ellas, la Ley del Trabajo, la Ley de Tierras, leyes que definieron los campos, leyes fundamentales que hoy son violadas por el madurismo. 

Para volver al Camino de Chávez, se debe volver a su espiritualidad: el más absoluto respeto a los Derechos Humanos. No más crímenes políticos, no más razzias del FAES en los barrios, no más presos, torturados y asesinados. Ningún Chavista puede tolerar ésto, bajo ninguna circunstancia o excusa. 

Hay que liberar a TODOS los presos políticos y disolver al FAES y demás cuerpos criminales.

Para volver a Chávez hay que recuperar el petróleo y la PDVSA del Pueblo, la Roja Rojita, la que logró, con su trabajo y compromiso, colocar el petróleo al servicio del pueblo; la PDVSA de las conquistas sociales, sostén de la economía del país. 

Para volver a Chávez, hay que recuperar el control de nuestra economía y ponerla al servicio de todo el país, para el Vivir Bien del pueblo y luchar contra la pobreza y las carencias; ponerla al servicio de la cultura, la educación, la salud, la vida, para que los muchachos no tengan que abandonar la Patria y dejar todo atrás. Ningún Chavista puede estar de acuerdo con el remate de la Patria, de sus empresas, las empresas de todos, repartidas en secreto empleando la “Ley Anti Bloqueo”; o, ahora, colocándolas en la Bolsa de Valores.

Para volver a Chávez, hay que recuperar la grandeza del debate de las ideas, sin violencia, sin intolerancia, sin persecución política. Volver a la política con “P” mayúscula; volver a la Democracia Participativa y protagónica del pueblo, donde podamos recorrer el país y que todos puedan expresar sus ideas, sin miedo, libremente. Volver al Poder Popular, a las comunas, a las organizaciones de trabajadores, a los Consejos Comunales.

Nosotros estamos RESTEADOS CON CHÁVEZ. 

Nos estamos organizando. Con los Comités de Resteados con Chávez, el chavismo vuelve a la calle, a los campos, a las fábricas, a levantar al caído, a acompañar al que lucha, a reanimar al resignado, desilusionado, al indiferente. A todo el pueblo chavista, sea este civil o militar.

Nos proponemos la sustitución del gobierno del madurismo, de maduro y su camarilla, como paso previo, necesario e impostergable, para el rescate del pensamiento y el ejemplo del Presidente Chávez, del Plan de la Patria, para retomar la marcha hacia el socialismo, regresar al camino extraviado con el asesinato de Chávez. 

Solo así podremos salir del abismo del madurismo, reconstruir nuestro país en ruinas. Hay que hacerlo como algo URGENTE, para construir el país posible, dejando atrás las excusas y el miedo, hacerlo por el futuro, por el pueblo ¡por todos!