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La política de las tres cloacas y un país olvidado

Ya el asalto al poder por la ideología lumpen sindical presagiaba una catástrofe, y la profecía se cumplió, los incapaces nos dejaron a la deriva a merced de los capitalismos carroñeros. La política grande fue sustituida por la trampa, el chisme, la acusación rastrera, el país fue olvidado y el futuro es incierto.

La calidad de un país se puede dilucidar por la calidad de su política, de sus políticos, allí se resume la actividad vital de una sociedad. Si analizamos la política venezolana en los últimos siete años nos toparemos con la verdadera política de las cloacas, con lentitud poderosa se fue dejando atrás la calidad del pasado, y se cayó en un torneo entre mediocres, que redujo la política a la obscenidad de mentes diminutas,  despojada de ideas, de un argumentos de valor sólo el ataque miserable. Ahora encontramos la política reducida a tres cloacas principales, los últimos acontecimientos las revelan con claridad. Veamos.

La primera cloaca que aparece nítida es la gringa: Acusa a personeros del gobierno de narco traficantes, terroristas, corruptos, y con actitud de gendarme mundial pone precio a su captura, (una cantidad que ofende a los acusados). La segunda cloaca aparece en la defensa de los acusados, éstos prenden el ventilador y comienzan a bañar en heces a todo el entorno. No hay un análisis serio de lo que está en juego, no pueden hacerlo, perdieron la dignidad, la fuerza moral que tenía Chávez, perdieron la coherencia al plegarse al capitalismo, al adular a trump, al abrir las puertas a las compañías gringas, al entregar el Arco Minero. Se limitan a acusar al gobierno gringo de narco traficante, terrorista, corrupto, y al chisme de comadres

La tercera cloaca, merece punto aparte, es la franquicia gringa sumada a los pusilánimes y mercenarios. Esta cloaca aparece en toda su ruindad con el destape del general cliver alcala, es difícil imaginar un personaje de esa calaña, ni en la ficción más audaz se puede dibujar tanta torpeza y tanta ingenuidad. Pretendía este grupo derrotar a un gobierno con unos cuatros fusiles y sin ninguna idea de valor, acusando al gobierno de narco traficante, terrorista, corrupto. Hasta aquí todo se reduciría a un general díscolo jugando a la guerrita. Pero falta lo importante, el general devela con más claridad lo que ya sabíamos, la tercera cloaca es más copiosa, el general dice que guaido era su cómplice, lo que deja a guaido como un pésimo estratega que ya suma dos ridiculeces, la del golpe aquel infantil cuando aparece con leopoldo en la autopista de la Carlota, y esta alianza con un general inenarrable. Esta cloaca de guaido, su grupo de los cuatro no tienen otra cosa que ofrecer al país que la entrega descarada a los gringos.

El país, la Patria de Bolívar, de Chávez,  no puede seguir en manos de estas tres nulidades, es hora de rescatar la dignidad de Fabricio, de Argimiro, de Américo Silva, que digan presentes los factores de dignidad hoy víctimas de una campaña de descredito, de las mismas acusaciones que se hacen entre si las tres alcantarillas: narco traficantes, terroristas, corruptos, es hora de que las masas, los elementos pensantes despierten, se rebelen de la conducción de quienes fracasaron por ineptos, superen la ingenuidad de creer cualquier mentira. Es hora de arrasar con este gobierno y esta oposición regresar a un gobierno soberano, humanista, antes de que surja el fascismo como forma desesperada de rescate del capitalismo…

En directo con Rafael Ramírez: El Coronavirus pone al mundo a prueba

En medio de una pandemia mundial que pone de manifiesto la postura de los diferentes Estados para afrontar esta crisis sanitaria, Rafael RAMIREZ ofrece un análisis respecto a la evolución de esta virus y su impacto en el quehacer económico, político y social de la sociedad en general y particularmente en Venezuela

Entre apagones, escasez de agua, falta de combustible y una terrible situación económica, los venezolanos tratan de salir adelante a esta pandemia que golpea fuertemente a todo el mundo

Boletín Petrolero
25 de marzo de 2020

El precio de la cesta OPEP al cierre del 24 de marzo fue de 26,53 dólares barril, con un aumento del 7% en relación a los 24,72 dólares que cotizó al inicio de esta semana. La referencia del BRENT se cotizó en 24,50 dólares barril, un incremento del 3% respecto al inicio de la semana, sin embargo, el WTI, siguió cayendo hasta  21,03 dólares barril.

El precio del petróleo sigue en niveles bajos desde que la falta de acuerdos en la última reunión de los países OPEP y No-OPEP del pasado 6 de marzo, coincidiera con una caída de la economía a nivel mundial por los efectos de la pandemia del COVID-19, a raíz del cual el precio se desplomó desde los 51 dólares el barril a los precios actuales.  

Sin embargo hoy, al cierre de los mercados en Europa, los indicadores muestran una leve alza, el Brent a 27,4  dólares el barril y el WTI a 24,4 dólares el barril, reflejando el mismo comportamiento al alza de todas las bolsas de valores ante el anuncio de acuerdo entre la Casa Blanca y el Senado norteamericano de aprobar 1.8 trillones de dólares de ayuda para la economía que, como lo han calificado los legisladores, significa una “ayuda de guerra” para el país; esto en adición a los anuncios del presidente Trump de que levantaría las restricciones de movimientos para la primavera, ha provocado una respuesta al alza de los mercados bursátiles.

Sin embargo, los indicadores de la economía real, cierre de grandes sectores industriales y de manufactura, la afectación a las cadenas de suministro de insumo, el creciente desempleo, las olas de despidos masivos y las crecientes medidas de restricciones a los viajes y cuarentenas en Europa y Asia siguen ensombreciendo las perspectivas económicas.

Mientras Europa aún no logra un consenso para  una respuesta de ayudas en bloque, donde Alemania y Holanda se oponen a la creación de una línea de crédito destinada a un fondo de rescate económico, la India entra en cuarentena total y el Comité Olímpico Internacional pospuso hasta el año que viene las olimpiadas de Japón 2020.

En este escenario de incertidumbre para la economía mundial, el mercado sigue inundado de petróleo, con Arabia Saudita decidida a producir al máximo y sin acuerdo con la Federacion Rusia. 

Mientras, sigue tomando fuerza el anuncio hecho por el presidente D. Trump de alcanzar un acuerdo con Arabia Saudita que estabilice el mercado: el día de hoy un vocero del Departamento de Estado confirmó conversaciones entre el Secretario de Estado Mike Pompeo y el príncipe Saudita Mohammed bin Salman el día martes. 

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Venezuela.

Mientras tanto, en Venezuela, sigue la virtual paralización de PDVSA y se observan graves problemas de abastecimientos de combustibles en el país, donde los expendios de gasolina están cerrados o controlados por fuerzas militares, sin el suministro de combustible mínimo para afrontar una emergencia sanitaria, tal como la del Covid-19.

Las refinerías de Venezuela, sacudido por 6 años continuos de cambios y remoción de su personal técnico y gerencial, además de la desviación de los recursos para sus actividades operacionales, enfrenta severas dificultades para abastecer mínimamente el mercado nacional de combustibles.

Finalmente la agencia de noticias Reuters informó que el crudo Merey, la segregación petrolera más importante de exportación en el país, llegó a cotizarse en 7,82 dólares barril, con una reducción de 80% en relación a los 44 dólares barril que se cotizaban en fechas previas a la reunión de la OPEP. Situación que, aunado al desplome de la producción petrolera, acentuada a partir de la militarización de la empresa, el desmantelamiento de las capacidades propias de comercialización de PDVSA y las sanciones norteamericanas, continúa complicando el panorama de la profunda crisis económica del país.

Boletín Petrolero
24 de marzo de 2020

La Cesta de Precios OPEP al cierre del lunes cayó hasta 24,72 dólares barril; 3,58 dólares menos respecto al cierre del viernes anterior y 27 dólares menos que el precio referencial a la fecha de la última reunión OPEP del pasado 5 de marzo. Las referencias para el crudo Brent y WTI aumentan en 2 dólares con 27,97 y 24,34 dólares barril respectivamente, en relación al cierre de ayer lunes.

Dentro de la misma tendencia a la baja, los marcadores del precio han experimentado leves subidas, como la experimentada el jueves anterior y el día de hoy, por las expectativas del mercado ante la aprobación de las medidas de apoyo económico que discute el Senado de Estados Unidos, de 1,8 billones de dólares que ha propuesto el gobierno para paliar los efectos económicos y la cobertura sanitaria en la crisis del Covid-19, así como el paquete de ayudas económicas que se han aprobado en la zona euro, en particular para auxiliar a la economía italiana y alemana ante los efectos del COVID-19

Igualmente el precio reacciona al alza luego que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anunciara medidas para estabilizar el mercado, con la compra ilimitada de activos hasta que se estabilicen los mercados financieros.

Estos anuncios, sin embargo, no logran calmar las tendencias del mercado, ante la evidencia de una severa afectación a la economía real, sector industrial, manufactura y transporte.

Por ello, las alzas observadas en el precio del petróleo el jueves y el día de hoy, vuelven a caer, manteniendo la tendencia de precios bajos. Esto significa que el mercado, lejos de estabilizarse, seguirá afectado por la creciente volatilidad, debido a las incertidumbres respecto al verdadero impacto del COVID-19 en la economía mundial, la caída de la demanda de petróleo y el exceso de producción en el mercado. 

Aunque China, el principal importador de petróleo y segunda economía del mundo, comienza a dar señales de normalización al levantar la cuarentena en la provincia de Hubei y el anuncio de que pronto lo hará en la ciudad de Wuhan, epicentro de la pandemia, otros países como Reino Unido y la India anunciaron severas restricciones al movimiento de sus ciudadanos, mientras que la Unión Europea ha anunciado el cierre de sus fronteras y la mayoría de los países miembros han incrementado las restricciones a movimientos y la cuarentena de sus ciudadanos.

Por otra parte, la rápida expansión del COVID-19 en los Estados Unidos, añade importantes elementos de incertidumbre de la afectación de la pandemia a la principal economía del mundo. El presidente D. Trump ha manifestado que su país se volverá a abrir al mundo en semanas, y no meses, como estimaba el equipo científico que lo acompaña.

Una alta expectativa se ha creado en el mercado petrolero por aparente la intención, no negada por el Secretario de Energía norteamericano, de que la administración norteamericana establezca contactos a nivel político y diplomático con el Reino de Arabia Saudita, para lograr acuerdos en la estabilización del mercado petrolero, lo cual abriría una importante brecha en cuanto a la efectividad de la OPEP para regular el mercado y un cambio estratégico en el mercado internacional, si a este propósito se une la Federación Rusa.

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Venezuela

El principal elemento perturbador en el país, ante la pandemia del COVID-19 es, sin dudas, el colapso operacional de la industria petrolera que se expresa en una caída dramática de su producción. Algunas agencias estiman que caerá hasta 500 mil barriles días, lo cual priva al gobierno de recursos para hacer frente a la emergencia. 

Otro factor que podría terminar de paralizar al país y llevar a la población al desespero, es la falta de combustibles, gasolina y gas, producto de la inoperancia del sistema refinador nacional, donde el Complejo Amuay-Cardón alcanza tan solo 20-30% de su capacidad, mientras que las refinerías de El Palito y Puerto La Cruz están paralizadas. Largas colas se observan, incluso en Caracas, para abastecer combustible, lo cual ha disparado el mercado de “bachaqueros” en las ciudades más importantes del occidente del país, donde una “pimpina” de gasolina, de 20 litros, se vende en 45 dólares.

El gobierno ha anunciado un paquete de medidas de aportes económicos para la población, pero cuyos recursos no tienen ninguna base en la realidad, toda vez que las reservas del BCV están cercanos a sus mínimos históricos y no los ingresos petroleros son mínimos. El gobierno insiste en anuncios efectistas en base a “dinero de monopolio”, es decir, sin respaldo alguno, para mostrarse ante el pueblo, agobiado por una terrible crisis producto de su mal manejo de la economía y de la industria petrolera, como un gobierno que “protege” a la población. 

Se han producido algunos episodios de saqueos y protestas en las zonas más pobres de Maracaibo y los barrios de Caracas, como una reacción a la escasez de alimentos y servicios básicos, como agua y energía eléctrica. Una reciente encuesta de la empresa Meganálisis, del 13 de marzo, señala que el 52,6% de la población hace compras diarias de alimentos y 26,3% lo hace una vez por semana, lo cual indica la dificultad de mantener a la población en una total cuarentena, como ha ordenado el gobierno. 

Mientras tanto, en una de sus más recientes apariciones públicas, el presidente Maduro recomendó a la población tomar “medicinas tradicionales”, básicamente bebidas de infusiones, para hacer frente al COVID-19, mientras hay cada vez mayores críticas a los números reales de la afectación de la pandemia en el país y dudas respecto a las capacidades del sistema de salud y las dotaciones de insumos médicos para hacer frente al virus.

El miedo a la muerte paraliza la vida

El miedo es una reacción de protección de la vida, la controla, la modula, sin miedo la vida no podría existir. Tememos al fuego, a las aguas profundas, a las alturas, tememos a los animales ponzoñosos, al tigre tenebroso, sabemos por instinto y por aprendizaje evitar el peligro. El miedo es sano en condiciones normales. Cuando se transforma en fobia, en pánico pasa a ser un problema psiquiátrico. El miedo puede ser individual y puede ser social, puede ser el miedo normal, natural, y puede ser el miedo inducido, y allí comienza a ser arma excelente de dominación, de manipulación. Veamos.

En la antigüedad se dominaba a la sociedad por el miedo a lo sobrenatural, a los demonios, al silbón, a la sayona, a satanás. Siempre el miedo ha estado presente en la conducción de la sociedad, en la política. Recordemos el miedo al comunismo, al peligro amarillo, el fascismo invento el miedo a los judíos, y ese miedo excusó aquellas barbaridades. Los monarcas eran delegados de los dioses, atentar contra ellos era meterse con las divinidades, daba miedo. En política el miedo pesa más que la esperanza, las masas se mueven más por el miedo que por el sosiego, la esperanza.

Con la perfección de los medios de comunicación el miedo como arma política se eleva a niveles inimaginables, desde que Orson Welles causó aquel pánico de masas en New York simulando en la radio una invasión extraterrestre es mucho lo que los medios de comunicación han avanzado en la transmisión del miedo. Ahora con este asunto de la epidemia de gripe que llaman los científicos coronavirus, los medios se han salido de cauce pasan a gobernar a presionar a los gobierno, crearon un miedo planetario y cambiaron la calidad de las relaciones humanas, la voracidad por vender las noticias se tragó a la verdad, el miedo creado paralizó a la vida.

Aquí en Venezuela el miedo unido a la incompetencia del gobierno ha creado contradicciones: si el gobierno alimenta al miedo para manipular a la población entonces aparece su ineptitud: “no ha podido controlar la epidemia”. Pero sí en contrario muestra éxitos en la lucha contra el virus el miedo desciende y el control sobre la masa desaparece. Si aumentan los casos la oposición hace festín, muestran la incompetencia del gobierno, si disminuyen los casos aumenta, la oposición debilita al gobierno el miedo apoyando en el rumor de que el gobierno oculta la verdad.

El miedo planetario ha develado la verdadera esencia de la civilización del capitalismo, de la humanidad del egoísmo. El individualismo fue llevado al extremo, las cuarentenas nos obligaron al aislamiento y ubicó las relaciones humanas en el mínimo, las confinó a los medios electrónicos, convirtió a los humanos en espectadores de una vida que no existe, a un espejismo de los medios de comunicación. Ahora sentados en un calabozo asistimos a través de una ventana electrónica una historia que no nos pertenece, una ficción en la que ya no participamos.

La situación lamentable creada por el miedo a la muerte no sólo paraliza a la vida sino que nos demuestra que lo que vivíamos era el camino hacia la muerte, al aislamiento total, ya en eso habíamos avanzados, cada vez somos más solitarios, cada vez nos vemos menos, las organizaciones sociales desaparecen, hacen patológicas, las metas sociales ceden lugar a las metas egoístas.

Este miedo planetario nos ha develado que somos la civilización de las ciudades sin ciudadanos, de la política sin políticos, unos humanos sin humanidad. El miedo que nos encarceló a todos ha develado la esencia antihumana de nuestra manera de vivir… Y ha señalado claramente al culpable, al capitalismo.

Boletín Petrolero
23 de marzo de 2020

El precio del petróleo continúa la tendencia a la baja, luego de un leve repunte el pasado viernes debido a los anuncios de ayudas económicas en la zona euro y los EEUU.

El día de hoy El barril WTI ha operado a 22,16 US dólares, acumulando una devaluación de mas de 60% en el primer trimestre 2020. El barril Brent ha operado a 25 US dólares, ambos con una caída de  -9%  y -11% respectivamente, en relación al viernes 20 de marzo, y 56,8% y 50,9% respectivamente respecto a los 51 dólares por barril del mercado antes de la reunión de la OPEP+ del 6 de marzo.

En medio del COVIFD-19 y la guerra de precios, el mercado sigue cayendo a niveles históricos, el WTI llego a su punto mas bajo en 20 años y el crudo pesado Maya de México, marcador de crudos pesados para el Atlantico, se cotizó el pasado miércoles por debajo de los 13 dólares por barril, el nivel más bajo en 18 años, según refleja Reuters.

En Latinoamérica las licitaciones de crudo Spot se han reducido, Colombia, Brasil y  México, evitan salir al mercado ante la tendencia bajista. Las importaciones de Estados Unidos se redujeron 21% respecto a el volumen de febrero, según los datos de TradeFlows de Refinitiv Eikon.

Esta situación se presenta por la caída en la demanda mundial, producto de los efectos adversos del COVID-19 en la economía mundial, las restricciones de viajes y transito entre los países y las crecientes medidas de cuarentena que se están tomando a nivel mundial, lo cual ha hecho desplomar la demanda de combustibles; así como  los efectos de volúmenes de petróleo en exceso, debido a la falta de acuerdo entre los países OPEP y No-OPEP,  y la virtual guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia, lo que han puesto en peligro a los países productores pero también al mercado de valores, ante un escenario que no parece tener una solución a corto plazo como es la pandemia sin precedentes del Covid-19.

Eurasia Group, estima que la demanda podrá caer 25 millones de barriles día, otros expertos y traders mas conservadores estiman que la demanda puede caerá en 10 millones de barriles día, lo cual en todo caso, es una dramática afectación para el mercado petrolero internacional.

Los efectos del COVID-19 y la caída del precio del petróleo van de la mano con el quiebre de empresas, desempleo y crisis en las economías de los países productores El viernes pasado el presidente D. Trump, en un intento de frenar la abrupta caída de los precios del West Texas, declaró públicamente que intervendrá en la disputa entre Rusia y Arabia Saudita, a lo cual respondió el presidente V. Putin inmediatamente declarando que no necesita intervención de nadie. Rusia y Arabia Saudita tienen buenas relaciones en relación a los mercados de energía y Moscú no necesita que nadie más intervenga, dijo el Kremlin el viernes.

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Venezuela.

La industria petrolera sigue confrontando graves problemas por el colapso operacional de PDVSA a raíz de las sucesivas intervenciones y purgas políticas del gobierno en contra de la empresa para asegurarse su control, lo que ha traído un éxodo sin precedentes de mas de 30.000 trabajadores de la empresa, la caída de la producción en mas de 2.3 millones de barriles día, sucesivos accidentes y problemas operacionales, así como el colapso del sistema refinador nacional.

La madrugada de este viernes se presento una explosión e incendio en la Estación de Flujo Carito, División Punta de Mata, al oriente del país, con una perdida de 37.000 barriles por día de producción de petróleo y 152 Millones de pies cúbicos diarios de gas al mercado interno.

Este accidente, afecta la producción de petróleo en el país, que en febrero reportó una producción de solo 714 mil barriles día y que según la agencia ArgusArgus se ha desplomado a 500 mil barriles día, debido a los continuos problemas operacionales, económicos y de gestión de la empresa, en medio de una nueva intervención del gobierno.

Las operaciones de comercialización de PDVSA se han visto afectadas tanto por las sanciones norteamericanas, así como por el desplome del precio de crudos pesados en la cuenca del Atlantico. Según han denunciado trabajadores de la industria, que ahora están presos, las ventas de petróleo venezolano se hacen con grandes tasas de descuento, lo cual prácticamente no deja margen a la empresa.

Por otra parte, el pasado viernes, La estatal Refinería di Korsou (RdK) de Curacao, ocupó el terminal de PDVSA en la Isla de Bonaire, por las deudas acumuladas y solicitará la autorización de venta en una subasta publica de Bonaire Petroleum Corp (Bopec) y su terminal de almacenamiento con 10 millones de barriles de crudo a una corte Holandesa, si PDVSA no paga el monto adeudado.

En medio de la medida de cuarentena nacional ordenada por el gobierno nacional, el país se encuentra en un severo desabastecimiento de gasolina, diésel y gas, producto de la intervención y el colapso operacional del sistema de refinación nacional, sometido durante seis años a sucesivas purgas y detenciones de su personal técnico y gerencial. Hoy día las estaciones de suministro de combustible están militarizadas y presentan colas de kilómetros de frustrados y desesperados usuarios tratando de surtir sus vehiculo en medio de la crisis del COVID-19.

Esta peste nos puede liberar del capitalismo

En la primera mundial todavía no había eso de la convención de Ginebra o las regulaciones de las guerras, y si las hubo nadie les hizo caso. La guerra era guerra de verdad, y fue a muerte,  se peleaba con todo, con maña, con traición, y se bombardeabanlas ciudades; objetivos civiles y militares, daba igual. Los habitantes al sentir lo inevitable y sin aviso previo, poco a poco fueron padeciendo el “sin sentido de la vida” de cara al tiempo – que es como vivimos los humanos: en el pasado, el presente y mirando el futuro –, empezaron a sentir lo absurdo que era planificar para mañana, si podíamos morir hoy. No tenía gracia fundar una familia, o hacerse una casa o comprarla, o ahorra para uno pequeño tractor, un terreno para sembrar, ni siquiera trabajar, si podías robar; los artesanos, los artistas abandonaron sus talleres por los burdeles y las cantinas. En el momento menos pensado cualquiera podía ser víctima de los zepelines, de una bomba, de una metralla, de un techo desprendido. La gente en las ciudades perdió toda esperanza y se entregó de forma desenfrenada a los vicios y placeres, día a día, hasta recibir el bombazo en la cabeza o perderse en la inconsciencia. En la primera guerra mundial los europeos creyeron que se acabaría el mundo civilizado.

Igual le pasa al hombre atrapado en una ciudad en cuarentena. Las cuarentenas son para agotar las posibilidades asesinas del agente contaminante, del microbio homicida. Se calcula que en cuarenta días perderá su fuerza letal, sin embargo, en esos días es capaz de acabar con muchas personas. El asunto está en que, cuando no se tiene conocimiento de bicho tampoco se sabe quién puede vivir y quien no a la infección. Por eso, todos somos candidatos ganadores en la “gran lotería de Babilonia”, donde se sortea día a día, hora a hora, minuto a minuto, una muerte segura.

La evolución de la psicología de las masas se da por etapas. La primera es divertida, es un sorteo para los otros, no vemos la posibilidad real de que nos contaminemos con el virus. La muerte está lejos. En una segunda etapa tomamos previsiones y con ellas creemos que nos salvamos porque las cumplimos al pie de la letra. Pero en la tercera, cuando aflora el virus en el cuerpo de nuestro vecino, que vemos como enferma y muere, cobramos certeza de que el próximo podemos ser nosotros. Ahí es cuando comenzamos a pensar en el futuro, y este se nos desdibuja, la casa se nos cae encima, los hijos nos abandonan, el carro que íbamos a comprar se oxida estacionado, nos preguntamos lo de siempre ¿Para qué pensar en el futuro, para qué planificar, si en cualquier momento vamos a morir?

El caso es que si tenemos, así sea la más mínima posibilidad de vivir, y pensamos solo en salvarnos nosotros sin ver hacia el futuro, la podemos quemar de manera egoísta encerrándonos en el “refugio antinuclear” de nuestras casas, persiguiendo y delatando a los contaminados para que el gobierno los aíslen de nosotros que estamos sanos, como si los enfermos fueran leprosos, nos levantaríamos en hordas armadas para linchar al drácula y a sus vampiros, pensando en que cualquiera puede sestar infectado, para al final matarnos unos a otros.

Y la última etapa es cuando nos enfermamos de muerte o sobrevivimos a la infección. En la agonía sentimos el peso de la peste, de la cobardía o de la liberación. Si fuimos cobardes, como consuelo,  quisiéramos que nadie sobreviva a la peste, que, con la propia, termine también la vida de todos.

Pero si superamos la infección podemos entender que la esperanza solo se construye peleando con el microbio, con la peste dentro de uno y con la peste fuera de uno, en un solo acto: veríamos el lado positivo. Y desengañarnos de los estúpidos que somos, de lo frágiles, pero a la vez vanidosos y superficiales que somos, frente al rostro de la muerte.

Sobrevivir a la peste, al microbio, es sobrevivir a nuestra fuerza auto destructora y destructora, a nuestra disposición para la maldad, a nuestra cobardía, al egoísmo mezquino, a la impiedad, a todo lo “bicho” que somos y hemos cultivado dentro de nosotros que ha hecho de esta sociedad una sociedad “sin sentido”, que va a ninguna parte. Los ricos y gobernantes se creen inmortales en sus alucinaciones, actúan soberbios, sobrados, con sus prejuicios y estupideces. Ellos creen siempre que sus vanas dignidades, como los reyes, los trascenderán – si tan importante es el símbolo monárquico, lo más natural es conservar el cetro, la corona y la capa por ejemplo… Por ejemplo, ¿por qué el FMI no empieza su “reducción de gastos” con la anciana reina Isabel Spencer, retirándole sus dietas de reina, que equivalen a todas las pensiones de Europa reunidas, y zonas limítrofes? Resulta, que la resguardan del virus, porque hasta la vida para los reyes es finita, también se infectan, se enferman y se mueren, con todo su orgullo y su herencia de conquistas sanguinarias –.

Superar la pandemia debe ser una victoria de nuestra disposición para la vida. El capitalismo ha demostrado su incapacidad para la vida, nada ha hecho por vencer la muerte; al contrario, la alienta, porque para él la muerte es un negocio. El capitalismo es no-humano.

Igual que lo piensan del capitalismo, muchos cabecillas se creen indispensables, buscando soluciones a la pandemia protegiendo al sistema (como Trump y otros, de aquí y de allá). Como líderes que se consideran “imprescindibles”, gobiernan desde sus casas, para que el microbio no los saque del juego. Pero para el capitalismo la muerte de muchos ancianos y enfermos es un aliviadero, y para los líderes cobardes esta amenaza sin control – si no  los consuela – es el pretexto perfecto para alarga la existencia de las medidas de vigilancia social y permanecer más en el gobierno.

Con o sin virus, la vida es trabajo creador y honesto, no es afanarse por aparentarlo, no es vanidad; desbocarse con discursos por aparentar que se trabaja y que se tiene fe en la humanidad, eso es sustituir la vida por su sombra. Hay que vivir para sostenerse vivos. Los disimuladores ya tienen el virus dentro.

Vencer la peste es vencer el microbio en el cuerpo y vencerlo en la sociedad. Vencer la peste es vencer al capitalismo y sus males. Pero también es vencer el miedo. La peste es solamente otro obstáculo más en la vida de una sociedad sana y valiente, uno más que hay que superar. La peste no nos debería paralizar más de lo que estamos: ésta ha sido una sociedad de zombis que podemos superar ahora, ya de por sí paralizada en la rutina, automatizada; hasta hoy en esta cuarentena lo único que ha cambiado verdaderamente ha sido el clima.

EL CORONAVIRUS, una prueba para el mundo

El 31 de diciembre de 2019, las autoridades sanitarias chinas reportaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS), 41 casos “de una extraña forma de neumonía”, la mayoría conectada un mercado de la ciudad de Wuhan. El 7 de enero identifican al virus causante de esta forma de neumonía, como “nuevo coronavirus”; el 23 de enero, se anuncia el confinamiento de 11 millones de residentes en la ciudad de  Wuhan, y más tarde, de toda la provincia Hubei (con 60 millones de personas), aunque ya se habían reportado casos de personas contaminadas en Tailandia, Estados Unidos y Filipinas.  

El 30 enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró “la emergencia de salud de preocupación internacional”. Dicha organización lo denomina COVID-19, el 11 de febrero y el 11 de marzo, lo declara pandemia.  El 7 de febrero, el doctor chino Li Wenliang del hospital de Wuhan, muere por coronavirus, un mes después de haber alertado a otros colegas sobre la extraña enfermedad. El 2 de febrero, un grupo del Instituto de Virología del “Hospital Lazzaro Spanazzaro de Roma”, dirigido por las científicos Marta Branca y María  Capobianchi, aísla por primera vez el virus en Europa. El 14 de febrero, muere por COVID-19, un ciudadano chino en Francia; el 19 de febrero, se declara la presencia del coronavirus en Irán.  

El 21 de febrero, el COVID-19 se propaga en Italia significamente. El 29 de febrero, se produce el primer fallecimiento en los Estados Unidos. El 23 de febrero, Italia declara la cuarentena en la llamada zona roja, al norte del país (Lombardia, Veneto, Friulli, Venezia, Giulia, Veneto);  el 9 de marzo, Italia declara la cuarentena de todo el país (60 millones de italianos). A partir de allí, la mayoría de los países europeos han ido tomando medidas de distinta índole para enfrentar el coronavirus. Igual ha sucedido en Estados Unidos, Asia y, en menor medida, América Latina.  

Hoy, 22 de marzo, la cifra de contagiados a nivel mundial asciende a 308.976, de los cuales, 13.049, ha fallecido, es decir, el 4,22%. 

La expansión del COVID-19 y la globalización.

La pandemia del coronavirus es una realidad que ha impactado a un mundo globalizado y en la mayoría de los casos, escéptico, ensayándose soluciones individuales en cada país, reflejo de las más diversas posturas, intereses y visiones de cada grupo gobernante.

El hecho de que el coronavirus se haya propagado desde China  de una manera tan acelerada y profunda en el mundo, demuestra que la globalización es una realidad (en algunos casos, positiva, en otros, negativa), y que China es la segunda economía más importante del planeta, relacionada con el mundo entero. 

La acelerada expansión del coronavirus, pone a prueba al liderazgo mundial, los valores hegemónicos de la sociedad; y, por supuesto, la fortaleza y capacidad de cada nación, y la unidad y disciplina de sus pueblos, para hacer frente a esta crisis. El virus, tal como aquella extraordinaria obra de Orson Welles: “La Guerra de los Mundos”, se disemina de manera violenta, creando pánico en los países donde llega, al sorprender a una población confiada que tarda en descubrir que el mismo tenía rato propagándose entre sus habitantes. 

Población de mayor riesgo, propagación y contagio.

Lo que se ha podido determinar, con base en la experiencia de China e Italia, es que, si bien todos pueden adquirir y ser portadores del virus, la población que es más vulnerable a sus efectos, y sobre la cual recae una alta tasa de mortalidad, es la adulta, de más de 60 años o personas con enfermedades crónicas y de alto riesgo, como la diabetes, males coronarios, renales, SIDA, cáncer, etc. No obstante, el Director General de la OMS, ante la expansión del coronavirus a países subdesarrollados y pobres, advierte, que también son especialmente vulnerables las personas que sufren de malnutrición o tienen debilidad en su condición física, dadas sus condiciones de pobreza. Otro dato preocupante, es la confirmación de que el virus tiene capacidad de mutar y que, también se están  presentando fatalidades en personas con edades cercanas a los 30 años, que se suponía inicialmente que no serían gravemente afectados.  

Un  elemento que ha facilitado la rápida expansión del COVID-19, es que, dada su baja tasa de mortalidad, los portadores del virus son más, e incluso, en muchos casos, no presentan síntomas. Por otra parte, el COVID-19, puede sobrevivir en superficies de todo tipo por períodos que van desde 12 hasta 72 horas. Además, el virus ha contado con un elemento a favor para su divulgación, el cual ha sido la incredulidad de la población ante su gravedad y la falta de decisiones efectivas y oportunas de los gobernantes de cada país e, incluso, de bloques de países en regiones enteras. 

Es importante hacer una revisión del comportamiento de algunos países y gobiernos ante la aparición y propagación del COVID-19. 

China.

China, lugar donde se originó el virus, ha recibido críticas por el secretismo y falta de transparencia al inicio del problema, incluso, fuentes científicas señalan que ya había indicios del mismo desde el mes de noviembre,  la suerte del doctor Le Wenliang es un ejemplo de la manera cerrada como se manejó en sus comienzos esta crisis. Sin embargo, a partir de allí, el gobierno de ese país actuó, con toda su capacidad científica e industrial, además, de la disciplina del pueblo chino, para controlar la transmisión del coronavirus, y hoy día este país tiene ni nuevos casos, ni nuevas muertes. La OMS ha recomendado seguir el modelo chino para hacer frente a esta pandemia. China ha estado compartiendo información y hallazgos importantes en base a su experiencia, información que debe ser difundida para ampliar el conocimiento sobre cómo hacerle frente a la pandemia. 

Igualmente efectivos, parecen estar siendo en Japón y Corea del Sur, para contener la expansión del COVID-19, aunque todavía se generan muertes, sobre todo, en este último país.  

Europa.

El coronavirus ha impactado a toda Europa, la mayoría de cuyos países tienen alto grado de desarrollo humano, económico e industrial, y con sistemas de salud casi siempre públicos y donde el acceso a los medicamentos es prácticamente gratuito, países con robustos sistemas hospitalarios, amplia protección social y servicios públicos eficientes. Sin embargo, el COVID-19 se ha expandido vertiginosamente y ha golpeado de manera dramática a Italia, país visitado por millones de turistas, por su  riqueza cultural y patrimonial, y sobre todo, por su gente, pero además, con una gran economía, interrelacionada con el mundo entero. 

El impacto de la pandemia en Italia ha sido trágico, 4825 fallecidos a la fecha, casi un 37 % del total a nivel mundial.  Explica la Autoridad Sanitaria Única del Ministerio de Salud, que este alto número se debe fundamentalmente a que Italia tiene la característica de la longevidad de sus habitantes (el 23% de la población  es mayor a 65 años) que sobreviven gracias al suministro gratuito y efectivo de sus medicamentos y atenciones médicas, de hecho, la edad promedio de los fallecidos por el COVID-19 en este país es de 81 años. 

Aunque el gobierno italiano actuó de manera drástica y rápida, siendo el primer país europeo en declarar cuarentena, primero el 23 de febrero en  las regiones de al norte del país, y luego el 9 de marzo una cuarentena nacional, el COVID-19 ha impactado fuerte y el país sigue dando la batalla para contenerlo. 

A partir del caso italiano, los países europeos y Reino Unido, han venido tomando decisiones cada vez más severas en la restricción del movimiento, a través de las fronteras y dentro de sus propios territorios. Un hecho notable, es que la Unión Europea no ha establecido respuestas conjuntas, colectivas ante esta pandemia, cada quien ha actuado de acuerdo a sus propios intereses y visiones.

Estados Unidos.

Los Estados Unidos parecieran haber sido tomados de sorpresa por la pandemia, con reacciones disímiles ante la crisis. De acuerdo con la cadena de noticias NBC, en  Kentucky y en el Estado de Texas, la venta de armas subió ante el coronavirus. Igualmente, los medios norteamericanos reflejan el escándalo producto de que algunos senadores del Congreso norteamericano, con información privilegiada sobre la expansión del coronavirus y su consecuencia sobre las bolsas mundiales, hicieron ventas de sus propias acciones y obtuvieron importantes ganancias. En todo caso, y más allá de estas situaciones, el debate de fondo en este país, es sobre el hecho de que el sistema de salud norteamericano es privado y la salud se ha convertido en una mercancía. En ese sentido, cobran más vigencia que nunca, las posiciones del precandidato Demócrata, el Senador Bernie Sanders, con respecto a la necesidad de contar con un sistema de salud pública, robusto y gratuito para todos los ciudadanos.

Es ahora que el gobierno, está adquiriendo los “kits” para las pruebas del coronavirus y haciendo los exámenes de manera gratuita, razón por la cual los números de infectados están apareciendo vertiginosamente; hoy día, van 27.000 casos. Algunos estados, como Nueva York y California han tomado medidas de cuarentena, mientras el gobierno federal, ha anunciado normas de restricción de viajes, sin tomar aún la decisión de cuarentena general. 

Los exámenes clínicos.

Un elemento fundamental para determinar la magnitud del impacto del COVID-19 en los países y el alcance de su propagación, es la realización de las pruebas  clínicas correspondientes, para lo cual se requiere disponer de los “kits” para realizar los exámenes pertinentes.

Algunos países como Brasil han decidido no hacer nada al respecto y el propio Bolzonaro ha hecho declaraciones, donde minimiza y subestima el riesgo que el mismo significa para su población. El pirómano de la Amazonia no está dispuesto a hacer nada que pueda afectar su economía. 

Al 15 de marzo, China (solo en Guandon) ha hecho 320.000 exámenes, Corea del Sur 316.664, Italia 206.886, Alemania 167.000, Rusia 143.519, Estados Unidos 140.000, Emiratos Árabes Unidos  125.000, Australia 113.215, Irán 80.000, Noruega 43.735, Francia 36.700, España 30.000, Japón 14.901, Suecia 14.300, Qatar 8.400, Colombia 4.103. Solo se tienen reporte de pruebas en 63 de un total de 195 países en el mundo. 

Es solo en la medida en que se hagan las pruebas con los “kits”, que se podrá determinar la magnitud de la presencia del virus y sólo entonces, se podrá desarrollar una estrategia de contención y cura.  

Todos los equipos científicos, sobre todo del mundo industrializado, están trabajando aceleradamente para conseguir una cura, tratamiento y vacuna capaz de detener y curar a la persona contagiada por el COVID-19. Sin embargo, estamos hablando, en el mejor de los casos, si los ensayos actuales tienen éxito, de varios meses para culminar las pruebas e iniciar la producción y distribución de la misma.

La información y autoridad.

Otro elemento importante para desarrollar una estrategia contra el COVID-19, es la información, transparente y precisa. Algunos países han optado por ocultar o manipular información, para no sufrir afectaciones económicas o políticas. Eso es un error catastrófico.

Otros sencillamente, no tienen posibilidad alguna de emitir información que sea confiable. Por otra parte, un país que no tenga un sistema de información epidemiológico confiable, no podrá hacer frente con éxito a esta pandemia.

Tiene que existir una autoridad única, como autoridad científica, que sea capaz de generar información real, precisa y oportuna, tanto a los organismos especializados, como la OMS, como a la población. En todos los países que han estado afectados por el COVID-19, existe una autoridad única, un científico o experto en el área de salud quien está al frente de las distintas comisiones que se han nombrado para hacer frente a la crisis. Los políticos o gobernantes de todos los países se han reservado para anuncios de decisiones trascendentes para la población. Nadie está utilizando el COVID-19 para sacar provecho político de la situación de pánico en la población.

Por otra parte, el pueblo tiene derecho a saber de manera veraz y confiable, cuál es la situación real, qué debe hacer, cuáles son las medidas y sobre todo, cuál es la estrategia. La información no puede ser, bajo ninguna consideración, manipulada, ni tergiversada, mucho menos, en virtud de intereses de orden político. 

Los que tienen que orientar y comunicar el desarrollo de la situación o de la crisis a la población en general, tienen que ser personas que tengan la autoridad y gocen de la confiabilidad necesaria para poder emitir alertas, consideraciones y dar instrucciones adecuadas. Se necesitan voceros calificados y con credibilidad, para generar confianza en una población atemorizada.    

El sistema de salud.

El sistema de salud de los países afectados está haciendo altamente exigido, no solo en sus capacidades físicas, de espacio, sino en la disponibilidad de camas y equipamiento para las terapias intensivas, equipos de respiración asistida, personal médico capacitado e insumos de todo tipo. 

En países que tienen sistemas de salud tan robustos como los europeos y China, ésto se ha convertido en un “cuello de botella”, una restricción, de allí que, hayan hecho esfuerzos extraordinarios por ampliar sus capacidades médicas, para atender la crisis con hospitales tradicionales o nuevos equipamientos, como han hecho en China, Italia y España.   

No puede enfrentarse esta pandemia con un sistema de salud desmantelado, con hospitales que no reúnen las condiciones mínimas de salubridad, ni tienen condiciones operacionales, ni los servicios garantizados. 

Por otra parte, la dotación de insumos a los hospitales, personal médico, enfermeras, personal sanitario, es fundamental. Si los hospitales no están dotados y el personal médico no se encuentra debidamente equipado y protegido, no se podrá hacer frente a la concentración de casos que se requiere atender en salas de terapia intensiva, a donde derivan los enfermos del coronavirus, al presentar severas afectaciones respiratorias y funcionales en general.

Las cuarentenas.  

La cuarentena es el método más efectivo para evitar la propagación del virus y para identificar los casos, dirigir las pruebas y poder conducir una estrategia para resolver el problema. Sin embargo, en los países donde se ha decretado cuarentena, el Estado ha garantizado la alimentación, el suministro de insumos médicos de todo tipo, la continua  prestación de los servicios públicos, como el agua, la alimentación, la electricidad, combustibles, así como, la seguridad de los ciudadanos. 

No se trata de encerrar a las personas y dejarlos a su suerte, para ver quién sobrevive, sino que el Estado garantice las condiciones adecuadas para que la cuarentena sea efectiva. Cuarentena con hambre, sin agua, ni luz o electricidad no sirve, cuarentena sin tranquilidad y sosiego, sin seguridad, no se puede sostener, cuarentena a la fuerza no va a convencer a nadie. 

La cuarentena es difícil, estar constreñido a un espacio pequeño, sin poder salir, por semanas, es difícil de sobrellevar en situaciones normales. Pero si faltan los alimentos y los servicios esenciales, además de información veraz que vaya indicando el desarrollo de la batalla contra la pandemia, será muy difícil sostener la cuarentena y la población puede volcarse a la calle, desesperada, tratando de encontrar alguna salida.

Economía.

En el ámbito económico, la profundidad del daño producido por la pandemia del COVID -19, todavía no ha logrado determinarse con exactitud, todas las bolsas y mercados bursátiles, así como, el mercado petrolero en el mundo, se han desplomado. La paralización de la producción industrial y de bienes y servicios, así como, todas las cadenas de suministros de insumos y partes indispensables para los procesos de manufactura han sido afectados. Se estima una fuerte caída en los empleos, y en toda la actividad comercial, así como, de líneas aéreas y turismo, entre otros. Ante esta situación, la inmensa mayoría de los países y Bancos Centrales han respondido apoyando sus respectivas economías con paquetes de incentivos fiscales, al trabajo, al empleo. Sobre este tema, estoy realizando un Boletín Petrolero que se puede conseguir en mi blog o por correo electrónico, si te suscribes al mismo.

La solidaridad vs el egoísmo.

Es increíble la actitud de algunos gobiernos y líderes de países que han optado por no hacer nada respecto al COVID-19 y de esa manera, estiman ellos, proteger a sus economías. 

Algunos gobernantes han decidido no hacer pruebas y mucho menos cuarentenas con la estrategia criminal de “dejar hacer, dejar pasar”, hasta que la población desarrolle su propia inmunidad, aceptando que habrá un costo en vidas humanas, pero que este costo solo afectará a la población anciana del país o a personas con enfermedades o dificultades de salud. De allí que han subestimado a la pandemia, o decidido no hacer restricciones de movimientos o no tomar ninguna medida de cuarentena. 

En nuestra región, el presidente de Brasil, un país inmensamente grande, ha desestimado los efectos del COVID-19 sobre la población y ha decidido no hacer nada. El pirómano del Amazonas no está dispuesto a hacer nada que afecte a su economía.

En otros países, algunos incluso han hecho análisis sobre el “costo-beneficio” entre la vida de un segmento de la población o la economía del país. Para éstos, existe un dilema ético entre la economía y la vida. Para nosotros, tal dilema no existe, pues obviamente, la vida de cualquier ser humano está por encima de la economía. Es la economía la que debe estar en función del ser humano.

Pero por otra parte, en medio de esta crisis, se observan destellos de solidaridad y cooperación. Tal ha sido el caso del apoyo de China a Italia y otros países afectados, incluyendo Venezuela, enviando insumos médicos y personal especializado, así como, Rusia que ha enviado 9 aviones con equipamiento e insumos para Italia.

Pero también, está el caso del personal médico, enfermero y sanitario, quienes han dado lo mejor de sus conocimientos profesionales, su compromiso y solidaridad con los pacientes, trabajando de manera incansable, en las peores condiciones de presión. En Italia se han contaminado cerca de 4.000 médicos y enfermeros atendiendo a los afectados por el COVID-19, pero a la vez, más de 7.000 médicos atendieron al llamado de las autoridades para reforzar la atención en los hospitales. 

Mientras la alcaldesa de Guayaquil atravesaba vehículos para impedir que aterrizara un avión de Iberia donde supuestamente iban pasajeros contaminados por el COVID-19, en Cuba las autoridades recibieron, atendieron y enviaron a su país a pasajeros de un crucero británico, con personas contaminadas, que fueron rechazados en varias islas del Caribe.

En las cuarentenas, en Italia y España, las familias asumen tareas conjuntas de la casa, se encargan de los niños, cuidan de los ancianos o familiares vulnerables. Los vecinos están atentos de las necesidades de la cuadra y tienen expresiones de apoyo colectivo, cantando, entonando el himno, estimulando al resto a moverse, compartiendo información y sobrellevando entre todos la situación. No hace falta militares, ni establecer un toque de queda, las autoridades están en la calle haciendo cumplir las regulaciones, pero la gente puede ir a las farmacias o a los mercados a obtener sus insumos para seguir en la cuarentena.  

Por su parte el Papa Francisco ha salido a las calles a pie para orar por los enfermos y ha hecho un llamado a los sacerdotes a estar junto al pueblo en sus oraciones y sufrimiento, incluso siendo Italia y la mayoría de los países europeos de pueblos católicos, ha emitido una dispensa, para que, el último Sacramento (la extrema unción), pueda ser hecho sin la presencia de un sacerdote.  

Venezuela

Nada de lo que he narrado como mejores prácticas en el mundo para enfrentar esta crisis del COVID-19, sucede en Venezuela. 

El gobierno ha desmantelado, entre su incapacidad e irresponsabilidad, el sistema de salud público, los hospitales no están equipados, mucho menos las salas de cuidados intensivos, ni tienen suministros médicos, ni condiciones de salubridad, ni servicios mínimos, ni siquiera luz eléctrica.

El gobierno ha tenido como política, el ocultamiento de cifras y estadísticas del Ministerio de Sanidad, no hay boletín epidemiológico, ni cifras sobre mortalidad infantil, ni nada que permita hacer un seguimiento la situación de salud en el país. De hecho, hay varias epidemias de enfermedades que han resurgido en el territorio nacional, luego haber sido erradicadas hace décadas.

El gobierno ha ordenado una cuarentena que le viene como anillo al dedo. Tener a la gente en un virtual estado de sitio, sacar a la gente de la calle, que no se movilice, que no pueda colocar ni gasolina, ni gas, ni medicamentos, ni alimentos. Utiliza la fuerza pública para mantener a los ciudadanos en casa, en cuarentena, pero no ofrece ninguna alternativa para suministrar alimentos, más allá de la “caja clap”, insuficiente y con alimentos de mala calidad. No da opciones para adquirir los medicamentos, ni para resolver el problema eléctrico, ni la falta de agua. 

¿Cómo suministrar alimentos, si el gobierno ha acabado con la producción de todo, si la economía está destrozada por la incapacidad de maduro en manejar la industria petrolera y la política macroeconómica? ¿Cómo pedirle u obligar al pueblo a quedarse en su casa, en una situación de abandono social y económico en que está sumido, debido a una pobreza que afecta al 80% de la población? ¿Es que acaso los pobres tienen acceso a los Bodegones para suministrar comida a sus hijos en la cuarentena? ¿cuantas familias de cinco miembros pueden disponer de 120 dólares para hacer un mercado para 15 días? 

Al gobierno de maduro el caos le viene bien. 

El gobierno actúa irresponsablemente, un día declara que el COVID-19 “no afectará” al país y el otro, nombra una comisión que anuncia los primeros casos del virus. El 4 de febrero arremete contra el Fondo Monetario Internacional, y tan pronto aparece el COVID-19 en el país, solicita una ayuda de 5.000 millones de dólares al mismo FMI, solicitud que, por supuesto, fue negada por el organismo, recordándole que ellos no lo reconocen como presidente.

Con su comisión, donde no hay ni una autoridad médica, científica, con sus voceros sin credibilidad ni autoridad alguna para llevar calma al país, para dirigir una situación como ésta. Con los cuerpos de seguridad listos para llevarse preso a cualquiera que diga algo distinto, que cuestione las cifras de la Comisión, que contradiga la versión del gobierno de los hechos. Un gobierno que despidió a una ministra de salud por publicar cifras sobre la mortalidad infantil.

Ahora el gobierno, acostumbrado a mentir, comienza a manipular cifras, a tomar medidas efectistas, a silenciar la situación real ¿cuántos exámenes se han hecho?, ¿cuántos “test”? ¿con cuántos insumos contamos, cuál es la situación real de los hospitales, cómo se garantizan los servicios, medicamentos, comida, insumos médicos para la protección de las familias?

Ya el gobierno, el madurismo, trata de utilizar este peligro real que se cierne sobre el país, para oxigenarse, buscar beneficios políticos, cabalgar sobre el miedo que causa el COVID-19, para distraer al ciudadano del hecho cierto y real, de que maduro ha sido responsable del peor desastre de nuestra historia. 

¿Cómo pretenden que el ciudadano les crea o lo siga en una situación que puede transformarse en otra tragedia, para un pueblo que, luego de la muerte de Chávez y la llegada de maduro al poder, pareciera que nos hubiesen caído las siete plagas de Egipto todas juntas? 

Lo mejor que podemos hacer en este momento es cuidarnos, seguir recomendaciones y prácticas emitidas por la Organización Mundial de la Salud. Extender la mano solidaria hacia el más vulnerable, cuidar a los ancianos, a los enfermos. 

Pero también, exigir al gobierno que cumpla sus responsabilidades, que asuma su responsabilidad de esta situación de caos y absoluta debilidad en la que nuestro país debe enfrentar esta crisis.

Son mis verdaderos deseos que esta pandemia no golpee en profundidad a nuestro pueblo, no es justo sacrificar venezolanos en el altar de la incapacidad e irresponsabilidad de este gobierno infame. Espero que el sentido común y la fuerza colectiva del pueblo, permitan que salgamos de esta crisis con el menor costo posible y que la misma nos dé fuerzas para salir del peor gobierno de nuestra historia. No podemos seguir dejando en manos del madurismo la conducción de nuestro país, dando tumbos hacia un abismo del cual será luego muy difícil y duro salir. ¡A cuidarse todos!

El Coronavirus

 

El gobierno de maduro acabó con la economía, el petróleo y el sistema hospitalario. En medio de la tragedia que está viviendo el pueblo conducirá al país al caos. El problema del Coronavirus está en Miraflores.