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LO QUE OCULTAN LAS ELECCIONES DEL 28 DE JUNIO

Luego del magnicidio de Chávez se desató dentro del chavismo una feroz lucha interna que el liderazgo del Comandante mantenía bajo control, amortiguaba. En ese momento, aflora con fuerza la corriente oportunista, de ideología marginal, que irrumpe con hambre de poder y se mueve para asegurarse el dominio absoluto, rápidamente el poder los embriaga y los asusta. Se encuentran en medio de una gran riqueza, con un inmenso apoyo heredado, también rodeados de peligros, y enfrente de un camino que no conocen. Su miedo y su ambición los lleva a dejar el “peligroso” y desconocido Socialismo, a maridarse con el capitalismo conocido y seguro. Y comienzan a enriquecerse, a formar una “caco-burguesía”, que entra a saco en la riqueza nacional, y persigue al chavismo originario, al auténtico. Nace así, el madurismo.

Esta caco-burguesía, con el correr del tiempo, se enfrenta a la burguesía gringa, la tradicional, que propugna el mismo saqueo de la riqueza nacional, el mismo despojo de trabajo, pero “con orden”, con visos de legalidad. Estos se comportan como un parásito exitoso, que protege la vida del parasitado, y el madurismo como un parásito tosco, que elimina al parasitado, acaban con el país.

Lo que hoy vive Venezuela, es la lucha de estas dos fracciones de la burguesía: las guarimbas, los pedidos de invasión, los supuestos y los verdaderos atentados, las cárceles llenas de presos políticos, los exiliados, el éxodo. Las privatizaciones, las alianzas internacionales, las sanciones. La trácala electoral, todo son manifestaciones de esta puja. Por supuesto las raras elecciones también. 

La puja entre las dos burguesías, va llegando a su culminación, la caco-burguesía, el madurato, cumplió su papel de desmontar al ensayo Socialista, y en el empeño se transformó en una caco-burguesía, que al enriquecerse pone en peligro la existencia del sistema capitalista y de la nacionalidad. Ellos mismo decretaron su extinción, mientras más éxito tienen en robar, más se acercan a su fin. Hoy, no encuentran como dejar de ser lo forajido que son, transformaron al país todo en un instrumento a su imagen y semejanza, desde una humilde alcabala, hasta un ministerio se rigen por la doctrina del saqueo, de la apropiación de lo que sea y a costa de lo que sea, en todo hay matraca, todo se puede transar, todos son predadores de todos. No hay legalidad, todo puede pasar nada es seguro. 

Por supuesto, esta caco-burguesía choca con la burguesía más inteligente, que come hoy y come después, que protege a la víctima para poder expoliarla, que crea una red de leyes para protegerse entre ellos, que nadie se pase de vivo; para protegerse de los explotados, de los despojados, leyes que deben ser cumplidas por el bien del sistema. El madurismo, fácil es de entender, tiene los días contados, no tiene futuro. No es Socialista, y no encaja con el capitalismo, no es confiable para nadie. 

Las elecciones del 28 marcan el fin del madurismo, pase lo que pase allí, el madurismo saldrá debilitado. Si gana maduro, como está previsto, saldrá tan ilegitimado, tan inocultable su debilidad que la cúpula más íntima del madurato quedará aislada, y se desatará una epidemia de búsqueda de salvavidas, una verdadera estampida de desesperados que se agarran de cualquier hierro caliente, para no ser arrastrados por la derrota real, inocultable. 

!CHÁVEZ, FUTURO!

Diálogos de traidores

Habla el árbitro

– “Lamentable su inevitable salida…, pero usted sabe, señor diputado, que por sus excesos fue Chávez quien llevó a su pueblo de usted a la confrontación, no nosotros, la gente de bien detestamos la violencia… por eso nosotros necesitamos de alguien en su gobierno que sea un poco más dócil, más sensato, con un espíritu más democrático, consiliador, menos conflictivo, menos fanático, alguien como usted diputado… esta iniciativa pacificadora se dirige hacia allá, hacia la paz de su país… ¡no se puede confiscar la propiedad privada, es un asunto de sentido común!, ¡eso no está bien, ni bien visto por la comunidad internacional! Usted lo sabe diputado,… usted es un hombre moderado,  ¡moderación es lo que necesitamos de ustedes ahora! (en tiempos revueltos como estos,  allá, en su país) … Sería bueno para su “revolución” reencontrar al otro país y tener un gesto sincero de contacto con él, con el sector productivo, privado, nacional y extranjero, que en definitiva es el corazón, el motor económico de toda «gran nación», como lo es la Venezuela que siempre hemos querido, ¡estimular la iniciativa privada!, las verdaderas fuerzas productivas, el “aparato productivo” (como dicen ustedes), el aparato de su verdadera nacionalidad, redistribuir la riqueza  ahora está en manos del Estado venezolano, hacia “todos” los venezolanos, usted me entiende diputado, “todos” … en fin, ¡multiplicar la riqueza y pacificar el país!…“ 

Años después un ministro

…“¿A ti también te convocó?, un sábado a las cuatro de la tarde, ¡maldito loco!, ¿ese tipo no tiene vida propia?,  y lo más arrecho es que se cree  Fidel en la montaña. Bueno pero ese es el precio que tenemos que pagar por el poder, tener un jefe fanático, un militar (y yo que tanta arrechera les tengo)  que se cree Cristo, Zamora y bolívar juntos… ¡qué arrechera!, mas evolucionario que uno, que pasó toda la vida militando en Bandera, o el otro en la Liga, en el PRV,… para que un negro indio nos de órdenes y lecciones de revolución, de moral, ¡vaya al carajo este mamarracho!

Habla un consejero moderado al nuevo presidente

–…“Señor presidente, hablé con un grupo de muchachos muy preparados, muy profesionales y muy discretos,  para que lo asesoren (si así lo desea) en asuntos de economía y finanzas, que son tan delicados en una revolución socialista democrática… Uno viene de París, otros de universidades inglesas y de Estados Unidos,… son jóvenes, ambiciosos  y entusiastas”…   

Habla el joven economista

– “Presidente, estos conflictos son políticos, esta violencia demanda compartir la torta, hay que ser prácticos (o pragmáticos, como usted prefiera)… Si queremos evitar  la violencia en las calles debemos darle a la oposición espacios políticos. Usted nombre uno o dos ministros en su gabinete (que solo los representen)… y ceda espacios económicos (que en el fondo  es lo que realmente les importa a los que están detrás de todo este barullo), libere los precios de los productos importados o con componentes importados (dígalo así y no parecerá un liberalismo real), hable de “flexibilizar las normas laborales” y acabe con la inmovilidad laboral,… ¡haga cosas así!, ¡disimule pero actúe!, seguro que pronto tendremos un reencuentro nacional, si empezamos a des… En fin presidente, ¡en Venezuela cabemos todos!, si cedemos espacios económicos y políticos;… si les damos más apoyos a los conspiradores serán luego nuestros aliados, eso es ser pragmáticos, olvídese de principios y moralismos… si les restituimos algunas empresas y tierras, devolvemos poco a poco PDVSA a los verdaderos empresarios, los contratos de servicios, les damos mayor control operativo  a las empresas  mixtas…. (Usted sonríe,… ¡Claro pues!)… ¡verá cómo las calles se  calman, y la presión de Estados Unidos disminuye!, ya verá  presidente, yo se lo garantizo presidente, confíe en mí…”

Habla el abogado

–…“Es cierto, estos tipos no nos quieren (o no los quieren, yo soy abogado), perdimos el control del parlamento pero no por eso se acaba el mundo… Podemos convocar otra asamblea constituyente y decimos que vamos a “actualizar” (como dijo antier uno de ustedes)  la Constitución, porque después de tantos años hay que “refrescarla”, ¿no cree usted camarada?… aprobamos algunas “leyes constitucionales constituyentes”… ¡que ¿qué son?! ¡No lo sé!, ¡las acabo de inventar!… y, como  “asamblea constituyente mata a asamblea nacional… y a una constitución secuestrada”, dejamos pasar el tiempo (sería un tiempo de calidad,  ganado, para pensar bien las cosas) sin tener conflictos con diputados opositores molestos,… (“ladillas”, como dice usted), sean opositores de aquí o de allá…

Habla el camarada de la dirección del partido

– El doctor nos dice que el bloqueo nos viene ahora de maravilla, ¡de perla!, se supone que quedamos atrapados en una emergencia nacional y así podemos aprobar una ley de “emergencia nacional”, o sea, “perfectamente constitucional” (el nombre es lo de menos), y con ella actuamos con más libertad, sin dar muchas explicaciones ni a la asamblea ni a nadie, y hasta podemos “desaplicar leyes” (o suspenderlas, “desaplicar” sería el título técnico, un nombre dulce para un detalle amargo)”… ¿cómo vamos a garantizarles a los inversionistas ventajas, verdaderos estímulos económico a sus capitales, si no “des-aplicamos” la ley del trabajo, por ejemplo, o la ley de hidrocarburos, o las normas impositivas?; si  no se pueden derogar, entonces, se “des-a-pli-can”, la misma constitución se suicida… ¿El presupuesto?, no importa, lo que no le vamos a quitar a las empresas se lo quitamos a la gente, quise decir, al “consumo”, así de fácil, (ese “golpe” casi nunca lo notan),  el IVA mi hermano, aumentamos el IVA.”, nuestro doctor chimbin (lo de chimbin es de cariño) tiene razón.

Habla el sindicalista

– “La  gente de Fedecámaras anda chillando por lo de las prestaciones sociales y el aumento del sueldo mínimo, ¿qué les digo?, quieren fondos de pensiones, caja de conversión (no sé qué es esa vaina), quieren, quieren, quieren

Habla el presidente

– “déjale a ellos ese peo, que resuelvan ellos mismos su vaina, que redacten una resolución y yo se las firmo,… ¡Sí vale!, para que atiendan sus peos laborales, que los resuelvan envueltos en una especie de  comisión tripartita, como antes; que anulen esos contratos colectivos y todas esas vainas que los tienen amedrentados, sueldo mínimo, pago de vacaciones, antigüedad … ¡coño, qué ladilla!, ¡así nos los quitamos de encima!… ¡Ah, y pregunta a los uniformados que qué pasó con las arenas de allá abajo… de El Callao,… solo di eso!, ¡ellos entienden!….

Recuerdos y testimonios

Si Ricardo Sanguino, que se veía tan modosito, no hubiese sido tan pendejo, queriendo ser muy astuto diciendo que el Plan de la Patria de Chávez solo había sido “actualizado”, no tendríamos ahora una confesión clara de que el documento de Chávez fue mutilado y adulterado por ellos. La verdadera confesión más bien fue que el Plan de Chávez, a pesar de esa “actualización sanguinezca”, jamás sería ejecutado, porque simplemente no cuadraba  en nada con el plan expansivo de restaurar la cuarta república en su “mejor versión” –como dicen ahora – , que ni torciéndolo lo hubiesen podido calzar en los planes de Chávez, o al revés,  que ni siquiera como ley pudieron calzar un pedacito del ñácaro de Hermenegilda en las botas de Chávez, es decir, meter el ambicioso plan neoliberal de Maduro, en el morralito de sueños del comandante, como dice el  flojito, … El asunto es que no pudieron cuadrar liberalismo con socialismo y por eso lo abandonaron. 

Luego vino aquella Ley Constitucional de Inversiones Extranjeras Productivas – lo que resulta redundante llamarla constitucional, si era legal –. Originalmente se conoció como la “ley para la promoción y estímulo de inversiones extranjeras”, pero con ese cinismo resultaba demasiado obvio su espíritu liberal; como “ley de inversiones extranjeras productivas” la traición sonaba más discreta, aunque fue impactante lo de “inversiones productivas”; muchos diputados pendejos compraron el producto y lo aprobaron sin leer en  la etiqueta sus ingredientes. 

Seca la “asamblea constituyente”, como una vulva en desuso, y con una constitución bolivariana aún viva, sobreviviente de ese episodio del falso poder constituyente, la famosa “ley constitucional” quedó igualmente sin fundamento constitucional  –como la otra, la del plan de la patria – , quedó fuera de la ley, así como nació de la mente fáustica del viejo abogado traidor, la gran “ley Antibloqueo”, única, gracias a las sanciones y al bloqueo, capaz de aguantarse con firmeza de un pelo súper rebuscado de la constitución, justificarse  como el producto necesario ante una amenaza nacional excepcional – constatable por “notitia criminis”, más por amenazas declarativas que por evidencias claras y concretas–, para así poder actuar en secreto y  DES APLICAR leyes chavistas, soberanas y avanzadas pero muy “molestas” para los inversionistas por su legalidad, leyes perfectamente constitucionales – no como las paridas por los estilistas y abogados traidores –,  a saber: la ley del trabajo, la ley de hidrocarburos, la ley del ambiente, y las leyes impositivas, las mismas de siempre, quizás remozadas de algunas normas chavistas…

Recuerdo una verdadera colección de eufemismos: socialismo en lo social, estado de bienestar, revolución socialista democrática, burguesía revolucionaria, los tradicionales reimpulsos anuales, las cuatro o cinco erres, los 15 motores, ahora las siete tareas, útiles para evitar la palabra socialismo. A estas alturas el socialismo como práctica de vida ha sido dislocado de su centro revolucionario, machacado en las costillas, se parece más a la palabra pueblo, o pobre, o pobreza, es como si viniera de una lengua muerta y que nadie sabe lo que significa, se usa como muleta de torero para distraer a un toro furioso, es un trapo rojo que se esconde en presencia de unos y se saca en presencia de otros… Recuerdo un súper ministro, un utility, que nos estafó a todos y se fue por la puerta trasera haciendo un fabuloso acto de magia. Hasta hoy nadie sabe de su destino, y sus compañeros renegados no quieren hablar de él, a pesar de que su felonía cuelga abrazada a sus rodillas,  como un lastre. Recuerdo el desespero, los insultos, la ira, la incontinencia, la marginalidad atávica dibujada en los gestos, poetas sin poesía, piadosos sin piedad, justos sin justicia, fieles a nada, almas escurridizas como fantasmas,  como una pesadilla que se tiene entre el sueño y la vigilia…  

MURIÓ DE UNA PUÑALADA POR LA ESPALDA

Y como suele suceder, la alevosía surgió de los cercanos. La daga se enmascaró de abrazo, y la oportunidad llegó en forma de veneno. Todos fueron engañados, pensaron que el asesinato era el final, y mientras dormían los cubrió la infamia de los renegados.

Se equivocaron los verdugos, los grandes mensajes no concluyen en la cruz, no los borra la punta del puñal. Al contrario, la tragedia los eleva a la inmortalidad. Ocuparon el trono, se creyeron triunfantes, desatinados están, la fuerza no arraiga en el palacio, sino en los corazones. Pudieron engañar, pudieron deformar, pero no llegaron a las profundidades del alma que reconoce a los propios.

El apuñalado, el mil veces crucificado, resucitó, volvió hecho millones. Un día no votó, así anunciaba su existencia, un día no llenó las avenidas de alegría, predecía así su rebeldía. Los sicarios fueron estremecidos por la culpa, el miedo angustió sus noches, y quisieron con represión sustituir el apoyo que los evadía, y se hundieron más.

La culpa los aplastaba, se sabían mal queridos por el mundo, traicionaron y nadie quiere a los renegados, después que sirvieron al entierro de los sueños, los malignos les dejaron solos en el desierto, allí los visitan los buitres esperando la carroña. Quisieron disfrazarse, pero se les veía la cola, las patas de cabra. Por donde pasaban el olor a azufre los delataba, ya no estafan, viven sus últimos días.

Entonces decidieron, los cinco, montar un gran espectáculo, uno que hiciera olvidar males y culpas, la mente fija en el show. Algo semejante les sirve a otros gobernantes, y aquí les sirvió durante más de medio siglo a los cuatreros. El espectáculo, la historia, tendría un villano, que debía perder, y una heroína que debía ganar, esa contradicción, esa lucha es el corazón de la obra. Se metieron a hechiceros sin conocer la hierba. No sabían, ineptos como son, que para que funcione la novela debe cumplir el guion: el villano debe salir, y el héroe ganar, y más sí es una heroína, y quisieron dar continuidad al villano por las malas. Y del teatro salieron debilitados, con menos apoyo del que tenían cuando montaron la obra.

Ahora, están allí, pataleando, mal inventando episodios que más bien son piedras en el bolsillo de un náufrago. Están solos, como los animales moribundos en la selva que son abandonados por los de su misma especie. Menguados, les revolotean los carroñeros.

Poco tiempo nos separan del inevitable día del juicio final. El gran jurado emitirá su veredicto, se verá en la calle, en la realidad real. Y los villanos emitirán su falsía, nada les cuesta crear una ficción que ellos y nadie más cree, pondrán millones en un apoyo inútil, otros tendrán su premio de consolación con los 70 días que vivieron en la isla de la fantasía, con ínfulas presidenciales. Después el tinglado caerá, cierra el telón, todo cambiará.

La masa y sus dirigentes, si los hubiere, labrarán, ellos mismos su futuro. Se verá si el engaño puede confinar lo mejor de la gente, lo más altruista, lo más inteligente, a las entrañas del inconsciente, o, si esa voluntad de seguir el ejemplo de fundar nuevos y felices mundos triunfa.

!CHÁVEZ VOLVERÁ COMO REGRESAN LOS GRANDES!

La revolución bolivariana no tiene candidato

Nicolás Maduro NO ES EL CANDIDATO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, y de ninguna otra revolución, desde que revirtió todo lo hecho por Chávez. No hay sanciones ni bloqueo que justifiquen el haber desmovilizado a la población chavista, las fechas no cuadran, el miedo y la ineptitud no cuadran con las sanciones,  la restauración capitalista con la “guerra económica”, la “burguesía revolucionaria” y el aquelarre con Fedecámaras con el bloqueo. Maduro es el candidato de la desesperación, necesitan sostenerse duro de las ramas del desgobierno, en cualquier caso sería el candidato ¡de la traición a Chávez!, el candidato de la restauración del pasado adeco copeyano y del capitalismo colonial, de los acobardados y de las muchas ganas de ignorancia y de mediocridad de muchos. 

Maduro y sus poderes subalternos se precaven de perder el gobierno convocando a unas elecciones que saben que pueden manipular con relativa facilidad, cuando ellos son “todos los poderes del Estado” bajo su control político. Esa es la situación actual, la de unas elecciones chimbas manipuladas por ellos que temen perder el poder frente al inmenso descontento de su propio universo de electores. Un pueblo desmovilizado, engañado con promesas y mentiras, al cual le piden sacrificios y paciencia mientras un tipo como Tarek El Aissami se va tranquilamente del país, sospechoso de un inmenso robo a cuenta del Estado, de PDVSA, escondido y  protegido por ellos mismo (¡imposible que el súper fiscal y sus sabuesos no sepan dónde está el prófugo!).

En medio de una crisis económica y social se presenta en el estadio de béisbol, que construyó Maduro como un gran circo romano,  Carol G, y programados cualquier cantidad de eventos musicales, comerciales (activando la economía al precio de la idiotez), de fiestas distractoras, como si todos estuviéramos celebrando la epifanía del dios Pan,  ¡pan y circo! para una población indiferente, para que se cumplan las metas  electorales de baja participación y un triunfo precario, de una legalidad precaria y así continuar  desmontando lo que queda del chavismo y preparando la salida por la puerta trasera, porque la caída será inevitable.   

Secuestraron al PSUV, lo convirtieron en otra oficina de Miraflores. Se cagaron sobre la democracia interna de su partido a nombre  y con el chantaje de la disciplina y de una lealtad propia de “la camorra” siciliana. Negaron la oportunidad de participar en estas elecciones a la competencia fuerte, exiliaron y persiguen judicialmente a quienes han podido ser los candidatos naturales del chavismo. Se robaron las tarjetas y los partidos de podemos y del PCV, no dejan inscribir al candidato Manuel Isidro Molina, prohíben la inscripción de la candidatura de Andrés Giussepe y de cualquier otro que pueda competir con ellos a nombre de socialismo, con un descaro peligroso, que podría degenerar en prácticas fascistas más directas, como el  linchamiento popular,… y todo precaviendo su caída definitiva; ¡la desesperación los tiene peligrosamente nerviosos!

Maduro no  es el candidato  de la revolución bolivariana, maduro es EL  ÚNICO CANDIDATO en una elección inexistente. Maduro representa la traición a la esperanza socialista y a Chávez. Esto es de lamentar, por todos aquellos distraídos y medrosos que ven una amenaza en el imperio y sus candidatos y no la ven en el imperio y el madurismo; por los que todavía no han podido ver, más allá de los discursos, el  alma de los oportunistas y la realidad de la desigualdad, el abismo que hoy separa a ricos y pobres y la descomposición social y de las instituciones,  la anarquía,  el verdadero “dejar hacer” madurista para todos los que quieran y puedan hacer lo que les dicta su estupidez, en perjuicio de las mayorías, una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento. 

Invitación al socialismo

Es importante tener convicciones, y convicciones relacionadas,  vinculadas por valores afines. No se pueden defender convicciones  contradictorias, no se puede ser socialista y capitalista a la vez, usando como excusa la libertad de elegir mediante unas elecciones chimbas, la libertad de optar por el socialismo o por el capitalismo. No  se puede ser socialista por el solo hecho de patrocinar la falsa libertad de la democracia burguesa. Es importante defender el socialismo sin contradicciones ideológicas para que no hayan desviaciones morales y éticas, para que los discursos no sirvan de excusas a  estas desviaciones, para que la moral de los abogados, y mucho menos las agencias de publicidad, sustituyan la acción de los políticos que dicen ser socialistas.

En el campo socialista ser político es pensar, actuar, hablar, escribir drásticamente distinto que los políticos que compiten en el campo de la democracia burguesa, que por deformación de la política son volubles, amorales, oportunistas; el socialismo no es una opción libre, trata de una revolución social, es un compromiso ético con nuestras convicciones, y una obligación moral con nosotros mismos, para serles fiel hasta donde nos sea posible, hasta que se agoten frente a otras opciones morales más perfectas. Porque nada es humanamente eterno, solo nuestro afán de perfección trasciende a nuestras convicciones más sinceras, pero estoy seguro que tampoco la democracia burguesa es eterna, como los socialistas de papel no lo quieren hacer creer..

El caso Farías. La promesa de “la mano invisible del mercado” es la misma promesa de prosperidad económica y social de Jesús Farías, de que en el capitalismo el mercado se autorregula y entonces veremos “la luz al final del túnel”. Nada que ver con Marx, que demostró en su obra la naturaleza salvaje de los precursores del  capitalismo, la violencia y la sangre que hay y que hubo  que derramar para la acumulación del  capital; no hay nada de “metafísica” o de “divino” en esos orígenes, el capitalismo nace de la codicia, de la violencia y el desprecio por lo más sagrado, la vida natural y la vida humana, así ha sido hasta hoy, y ningún deseo de Jesús Farías lo va a cambiar. El problema de Jesús Farías (del madurismo) es ante todo teórico e ideológico, además de moral.

Los renegados como Jesús Farías son espíritus cansados, como todos aquellos que pasan de ser marxistas a liberales en un abrir y cerrar de ojos. Un político como Julio Escalona, hasta el último día de su vida fue un crítico incisivo del gobierno “contradictorio” de su pupilo Maduro, igual lo ha sido hasta ahora Luis Britto García, por nombrar a dos intelectuales comprometidos con sus ideas marxistas, que no se desviaron con tanta truculencia como  Farías y sus jefes de los objetivos revolucionarios socialistas, sobre todo en un terreno tan evidente como el de la lógica, el sentido, de una economía socialista frente a la lógica radicalmente distinta del  Capital que tiene otra dirección.  

A nosotros nos resulta muy útil definir al capitalismo como una lógica, “la lógica del  capital”, tal y como lo hizo Chávez en la “presentación” de su Plan de la Patria (la cual fue mutilada en la versión falsa de Maduro), porque el capitalismo y el capital como conceptos marxistas remiten a un sistema lógico completo que abarca de forma coherente una idea de ciencia, una cultura, un lenguaje, leyes, instituciones de Estado, formas de propiedad y poder, economía (teórica y  política), relaciones sociales de producción y prácticas de vida, es la lógica con la cual se estructura el conocimiento de la clase dominante dentro de una sociedad y una época como la nuestra. Vencer  eso es un reto humano titánico, digamos que doloroso, frente al cual muchos se cansan o se asustan; el espíritu del hombre burgués ha hecho cuerpo y duele descarnarlo, su moral se ha encarnado, muchos presos de sus propias inclinaciones, por decir algo, ignorantes de sus gazmoñerías pequeñoburguesa, aflojan la lucha a medio camino. 

Vencer al capitalismo es básicamente desarrollar en nuestro cuerpo un desdén por los estímulos materiales del capitalismo. Se lo vence en la consciencia y en el cambio de nuestras prácticas de vida, de nuestros hábitos, hay que creer y ser terco  con eso. Y cuando se cree verdaderamente en algo también se aprende inclusive a ser hipócrita, en el sentido más noble de la palabra, para poder protegernos de los efectos sociales que ejerce una masa apestada de malos hábitos, ignorante, chillona, dirigida por seres igualmente apestados, constantemente tratando de influir  en nuestra forma de vida; hay que ser firmes para no terminar compartiendo la pacatería pequeñoburguesa, hablando de socialismo, como Jesús Farías,  Diosdado, los Rodríguez y Maduro, y actuando como farsantes demagogos, que se creen socialistas solo por dar discursos morales socialistas, convencidos de que lo que no hacen a favor del país y de la gente más necesitada es socialismo, creyéndose sus embustes, mientras en sus vidas íntimas y familiares se comportan como impúdicos aspirantes sociales, cargados de ventajas, haciendo trampas con un orgullo podrido, como podridos son todos esos vicios que pasan  por virtudes en el mundo pequeñoburgués.

Sin conciencia política, de clase, sin la inteligencia y el conocimiento crítico suficiente, nadie sería  capaz de reconocer los avances de la humanidad, discriminar lo bueno de lo malo, en la cultura, el arte, la filosofía y las ciencias, aunque sean nacidas de la misma sociedad burguesa y dentro de la lógica del capital, porque ¿de qué otro lado no se puede rescatar a la humanidad? De ahí la importancia de la obra de Marx como pensador revolucionario, junto a muchos otros pensadores honestos, que pudieron mediante la crítica distinguir los avances revolucionarios dentro de lo decadente, el valor humano del conocimiento artístico y científico frente a el valor de cambio de la mercancía; si queremos rebelarnos en contra del sistema dominante hay que tener bolas para reconocernos como espíritus esclavos del dinero y de los vicios del poseer, pero también como personas dignas,… si  queremos romper el hechizo de la codicia y la ostentación. 

Mejor para el espíritu humano es CREAR que POSEER, pero el hombre del capitalismo, pensando salvarse de su fracaso de forma individual y egoísta, pierde su vida acumulando “mercancías” y dinero, como un banco; ni siquiera las colecciona o las ahorra, sino las acopia, y además codicia las riquezas ajenas, sin saber exactamente para qué, sin contar con que el tiempo humano es finito. Lo único que nos hace menos mortales, trascender en el tiempo – si vencemos al capitalismo –  es la obra humana, ES CREAR, CONSTRUIR Y  LEGAR para el futuro de nuestra especie, para acrecentar la gran obra civilizatoria y espiritual de la humanidad. El socialismo es parte de esa obra y quizás la única manera de sostener viva a nuestra especie y la vida que le da sustento.

ES EL MOMENTO DEL CANDIDATO QUE NO NECESITA INSCRIPCIÓN EN EL CNE

El nauseabundo espectáculo de las trampas electorales, zancadillas, obstáculos absurdos, compras y ventas de almas, nos muestra claramente el deterioro social que ha producido el madurato. El pacto social, la constitución, ha sido ultrajada. El último vestigio de legalidad, de regreso a la normalidad que eran las elecciones fue transformado en un circo de arrabal que no le sirve a nadie. El país se disuelve.

En el camino hasta este punto el madurismo acabó con el Estado, no quedó poder sano, que inspire respeto, creíble: el ejecutivo, carece del mínimo prestigio. El legislativo, la asamblea, quedó para aplaudir. El judicial, sigue las órdenes de miraflores, inhabilita, dicta sentencias, todo a la carta. El ministerio público, es un vacío tomado por el espíritu detectivesco. El poder moral, hace tiempo se desvaneció. El poder electoral, no existe, de él sólo queda una pequeña oficina en miraflores . Es duro y riesgoso, pero indispensable decirlo: el madurismo acabó con el Estado. La República, hoy como nunca, está en peligro de disolverse, convertirse en un estado forajido. 

En este cuadro patético, de pérdida de prestigio de las instituciones, es necesario, antes de cualquier medida, recuperar el prestigio, la confianza en algo, en alguien. Se debe apelar a las reservas morales de la Patria, que bastante hay aquí, se debe apelar al amor a la Patria, que bastante hay aquí, y se debe apelar a la voluntad, al coraje de afrontar la situación, en correr los riesgos necesarios para rescatar al país. Hoy es necesario unir a lo mejor de los venezolanos, para impedir que la situación de caos, de pérdida de la esperanza, de sentido de la vida, que vivimos sea aprovechada para instalar un gobierno fascista que traerá más sufrimiento. 

Es necesario, que se construya una vanguardia, con lo mejor, lo más sano de la sociedad, que, seguro estamos, conserva en su seno, en sus corazones, los mejores sueños de Chávez, que han resistido la campaña por desvirtuarlo, por olvidarlo. Unidos a lo más sanos de los que han soportado en estos años una avalancha de desprestigio por el hecho de haber sido leales al legado del Comandante, y resistir, combatir la traición a su pensamiento. Que proponga al país, la solución a esta súper crisis, que dirija la marcha patriótica, heroica para salir del abismo, para salvar al país. Allí está el país esperando a su vanguardia, allí está un amanecer, esperando las acciones que precedan la salida del sol. Ese día, esa madrugada volverá la esperanza, se sentirá el viento fresco de abril de 1810, del 23 de enero del 58, se sentirá la fuerza que demostró la unión de los trabajadores, el pueblo, y los militares, al derrotar, el sabotaje petrolero contra Chávez. Esa pródiga aurora anunciará que La Patria de Bolívar, tiene hijos que la defiendan, que le demuestren en la práctica su amor. 

El camino propuesto por el madurato y su comparsa, la derecha gringa, ha fracasado. El madurismo traicionó a Chávez, y no consiguieron estabilizar el sistema político capitalista, de este esperpento electoral saldrán mas débiles… en esta hora difícil el futuro de la Patria, su existencia depende de los dispuestos a conquistarlo, a defenderlo. La miseria material y espiritual será hija de la abulia.

!CHÁVEZ, PATRIA!

JUNTO A LAS ELECCIONES MADURO CONSTRUYE SU PATÍBULO

Las elecciones burguesas tienen como objetivo legitimar al gobierno que de ellas surja. Por supuesto
también distraen con la sensación de sustitución, de cambio, para que todo siga igual, y simultáneamente
instalan la idealidad, las reglas del juego que justifican y perpetúan al sistema capitalista. Se supone que
de las elecciones burguesas, el Presidente y el sistema salgan fortalecidos.
En Venezuela, con el madurato todo sale al revés, ellos consiguieron transformar a las elecciones en
su propio patíbulo, de allí saldrán maltrechos, débiles, deslegitimados. Con sus vivezas de inhabilitar, de
cerrar partido, secuestrar tarjetas, desvistieron a las elecciones, ahora no emocionan, menos engañan, no
hay sensación de cambio. Otra historia comenzará a partir de esas elecciones, será el periodo agónico,
postrero del madurato. Hay varias interrogantes.
¿Cuál, cómo, quién será el sustituto de madurato?
Vayamos por parte. ¿Cuál será el sustituto? Se refiere al sistema, seguirá el capitalismo, o
volveremos al camino de Chávez, al Socialismo. Conseguirá el capitalismo permanecer en medio de su
fracaso, podrá llegar a puerto seguro en medio de la turbulencia social que ha creado. Podrá engañar a las
masas y a sus dirigentes. ¿Cómo? Se relaciona directamente con el sustituto. Si se sigue dentro de la
idealidad del madurato, de su legalidad, si no se aplican medidas de emergencia en medio de la situación
de emergencia, entonces el cómo conducirá a mantener al sistema capitalista que sustenta al madurato. Al
contrario si se consigue fracturar la idealidad creada por el madurismo, entonces, habrá chance de tomar
por el camino de la restitución del legado de Chávez ¿Quién será el sustituto? Se relaciona con el cuál y
el cómo. Quién encarna, personaliza el camino a seguir después del madurato. Todo dependerá de la
preparación del quién, su equipo, su formación, la preparación de las masas para reconocerlo. O por el
contrario, el extravío de las masas victimas de un nuevo engaño.
De este cuadro se desprenden claramente las tareas de los chavistas. Primero, perfilar bien al
chavismo, limpiarlo de deformaciones, y decoloraciones: Ser chavista es ser Socialista, con todo lo que
eso implica desde el punto de vista económico y espiritual. Ser chavista no es una etiqueta, es una
posición política profunda, estratégica. Es necesario, urgente, que el chavismo, se coloque en la posición
de vanguardia que le corresponde, que dirija a las masas, que las conduzca a metas revolucionarias, que
las capacite para que identifiquen sus enemigos históricos. Es necesario romper la idealidad del
capitalismo, que confina los cambios dentro de sus canales, sus elecciones amañadas del principio al fin,
de sus valores creados por los poderosos medios de manipulación.
La historia nos da lecciones importantes, nos dice que los grandes cambios de las sociedades se
hacen al margen de las reglas de los dominantes. Dentro de las leyes, la hegemonía, de los dominantes no
son posibles los cambios profundos, que suponen una radical fractura de toda la estructura económica,
política, ética del sistema imperante, que debe ser sustituido.
En estos días se decide el futuro del país durante, por lo menos medio siglo. Quienes no den el salto
por sobre los paradigmas de la dominación serán atrapados por ella.
!CHÁVEZ, REVOLUCIÓN!

La “resistencia”

Ya dijimos que la consigna que se ajusta al carácter madurista es “por cada sanción una concesión”, no obstante maduro y muchos de sus incondicionales hablan de “resistencia”. Una cosa es no ser capturado, juzgado y encarcelado, y otra es no perder la guerra.  Bien, maduro, para por razones muy personales lo entrega todo, es su forma de “resistir” perdiendo la guerra, sin embargo cuando él habla de resistir siempre lo hace a nombre de todos: “estamos resistiendo” – dice –, cuando el que “resiste”, o los que “resisten”, realmente son ellos, para no ser capturados por la venganza o la justicia. Por su puesto que el resto de nosotros “resistimos”, pero no tanto de los embates del imperio que son bastantes como de los embates de la improvisación y el pragmatismo, de este “nuevo modelo”  excluyente y neoliberal  del gobierno, donde solo se llenan los bolsillos y mejoran y las cuentas de bancos de los ricos y nuevoricos, de la burguesía lumpen revolucionaria.

Cuba resistió y resiste a un verdadero bloqueo económico total, tenaz, maquinado en Estados Unidos por mentes diabólicas, el cual no es como el bloqueo al  gobierno de maduro, que tiene a la Chevron produciendo 300 mil barriles de petróleo día, llevándoselo del país casi gratis, y los  anaqueles de las tiendas, bodegones y supermercados llenos de productos importados de Estados Unidos y Europa, y hasta agencias de Ferraris en Las Mercedes, “terriblemente bloqueadas” para los empleados públicos.  El gobierno de Cuba junto a su pueblo sí que ha sido sometido a una presión material, física,  infernal, a sabotajes terroristas y a un ataque comunicacional de propaganda contrarrevolucionaria bestial para doblarle el  brazo a una verdadera revolución, a pesar de sus concesiones al libre mercado; mucha conciencia acumulada en más de 70 años.

El caso de Maduro y su des-gobierno es distinto, al gobierno de maduro le aplicaron sanciones puntuales por las cuales ha cedido espacios políticos y económicos estratégicos a los caimanes capitalistas, y con gusto de flojos, y un falso bloqueo que tiene millonarios a muchos empresarios seudo productores, importadores-exportadores, “empaquetadores”, desde EL Tunal, pasando por Fedecámaras hasta las Empresas Polar, parte de lo que llama maduro “las fuerzas productivas”. Maduro “resiste” entregando  los recursos del país a mercachifles y especuladores, a la industria hotelera internacional, a las petroleras trasnacionales, a consorcios mineros trasnacionales y mafias locales, que poco les importa la naturaleza, en fin,  a todo aquel  que esté dispuesto a invertir en esta rebatiña.

La verdadera resistencia popular más bien es paciencia, la de un pueblo traicionado paciente esperando que se cumplan las promesas de prosperidad y mejoras de Maduro. Cuando se cree en mentiras, la primera reacción es resistir, luego se tiene paciencia, y por último, cuando perdemos las esperanzas, resinación. Después de la muerte del comandante, lo que fue la resistencia de su pueblo en la esperanza del socialismo se transformó de pronto en la resignación de un pueblo sin esperanza, dando vueltas en medio de la anarquía capitalista. Es distinto resistir en masa los embates del  capitalismo y de los capitalistas,  todos juntos, de la mano de un líder que lucha con uno, que nos inspira,… a que se nos exija resistir  sobre promesas vanas, hundidos en la fatalidad de la restauración capitalista. Es distinto resistir luchando que aguantar maltratos atados de manos, con la cabeza sumergida en la mierda.

“Resistan”, nos reclama maduro,  mientras les entrega nuestros ahorros y recursos a  seudo empresarios, a falsos empresarios, a seudo productores; “resistan”, y nos quita la confianza acabando con las empresas de propiedad social, creyendo que somos incapaces de cooperar y producir para todos los necesitados, pero se la entrega al enemigo ideológico, fortaleciendo la propiedad privada, el facilismo, la especulación, los privilegios, el robo, el egoísmo material y mezquino.  ¿Así quién no?, ¿qué Maduro, qué Diosdado, que Jesús Farías no resiste,… cuando los hambrientos llevan las cargas por ellos?

Pero si luchamos resistimos con esperanzas. Resistimos si hay esperanzas fundamentadas en la lucha, aquí en la tierra, en vida, no en un más allá inexistente o en la eterna promesa de la prosperidad mezquina capitalista, lo otro es resignación. Solo los que tenemos consciencia de que libramos una lucha de clases resistimos, pero los embaucados en una mentira experimentamos la paciencia de los santos. Nuestra tarea como chavistas y revolucionario es superar el tiempo encapotado de las mentiras, elevarnos por encima de las elecciones y trabajar temprano para evitar una crisis peor que la actual, el fascismo, la tiranía del capital en la versión que sea, la colonial lumpen de Maduro o la colonial de los pitiyankis. Debemos estar despiertos, alertas a como se configura el poder después del parapeto de las elecciones, movilizarnos para no ser sorprendidos sin poder resistir organizados, sin un plan, sin objetivos definidos. Mientras tanto contamos con Chávez y el Plan de la patria original que sirve de luz para cuando las masas  estallen en rebelión, las elecciones solo definen  al ejecutor líder de la próxima tiranía, pero el  estallido social estará siempre ahí de prevenido. Chávez es nuestra resistencia.

¡Castigo para los traidores a la Patria!

Vayamos al tema de la traición. “Jorge Rodríguez propone crear ley que castigue traición a la patria”, dice el titular, …“que sea bien severa, ¡draconiana!… Recordó que la Constitución Nacional reza que los venezolanos y venezolanas tienen el deber de honrar y defender la patria”.

Lo primero que hay que decir es, de qué traición está hablando Jorge Rodríguez, habla de la traición a la patria de los empresarios, la patria exclusiva de los más ricos, la patria de los inversionistas que no pagan nada por quedarse con nuestros recursos y explotar a nuestros trabajadores,… ¿o acaso se trata de la TRAICIÓN A LA PATRIA SOCIALISTA, como la “apellidó” Chávez?… Y segundo, cómo se haría para aplicar esa ley y  castigar a los que entregaron nuestra soberanía a los capitales extranjeros y nacionales – nuestro territorio en el la “tierra de nadie” del  Arco minero, la soberanía sobre nuestras leyes y recursos al capitalismo internacional en las ZEE –, y castigar a los que legislaron, redactaron y aprobaron leyes infames como la Ley de inversiones extranjeras, la Ley de Zonas Económicas Especiales – sin aplicar las leyes y normas constitucionales – y la precaria ley Antibloqueo que desaplica leyes molestas y constitucionales, que sirve para negociar acuerdos nacionales y personales con los enemigos del socialismo a espaldas del país, “en secreto”.

Creo que esa Ley que castiga la “traición a la patria”, si no castiga a los verdaderos traidores, servirá de excusa para asustar, para amedrentar a la crítica dentro del chavismo, y a quienes rechazan al gobierno de Maduro en la calle, más allá de penar a una oposición “radical”, prácticamente vencida.

La coincidencia del madurismo con las propuestas de la oposición gringa es casi total, el modelo madurista es un calco de los planes y propuestas neoliberales de la otra derecha (ambos coinciden en casi todo y sirven a los intereses del mismísimo imperio), además de repetir y estimular el estilo de vida capitalista mayamero, el circo con pan de la democracia burguesa,… incluso coinciden en que las sanciones no convienen para el crecimiento del capitalismo. ¿A quiénes van a castigar, a los cuatros gatos que piden más sanciones contra el país y hablan de invasiones?: ¡no!, van  a perseguir a los que protesten dentro del partido y fuera de él, en las calles, en las redes, pendejos o no, los que opinen en contra del madurato, que irían presos por traidores y por “incitar al odio”. Junto a la del odio, con esta otra ley el gobierno se prepara judicialmente para intensificar la represión de sus opositores.

El imperio no quiere a Maduro y al madurismo. Ellos lo saben. No solo porque siguen gobernando en nombre de un socialismo inexistente. No lo quieren a pesar de que Maduro ha hecho todo lo posible por mostrarse complaciente con ellos y con los capitalistas para que los dejen gobernar SU CAPITALISMO en paz. El imperio se niega a que un gobierno renegado del  socialismo, traidor a Chávez y a sus propios principios, voluble y desconfiable, como el de maduro, gobierne el capitalismo en Venezuela, gobierne sobre sus inversiones e intereses, que para eso cuentan con pupilos propios, con su propia derecha pitiyanky.

El  otro punto es que Maduro no trabaja para construir una sociedad socialista justa e igualitaria, trabaja e impulsa, cuando mucho, una sociedad cautiva del capitalismo, mercantilista y consumista, dentro de una democracia chimba, bipartidista convencional: hasta ahí podría llegar su aliento por los cambios, a volver al  pasado de la cuarta república como si esto fuera un “nuevo modelo político y económico”.

Si maduro hubiera  querido darle continuidad a la revolución bolivariana de Chávez habría comenzado por investigar las razones políticas de su asesinato, de su muerte y radicalizar su postura política e ideológica, antiimperialista y anticapitalista, convocando al pueblo chavista a la calle, sin excusas, hubiera dado el “golpe de timón” que exigió Chávez antes de morir, “radicalizar” el socialismo.

Las sanciones les han servido, a Maduro y a los maduristas, para ir restaurando poco a poco el modelo de democracia CAPITALISTA colonial de la cuarta república, con su “burguesía revolucionaria” y su aliada Fedecámaras,  su consigna es que “POR CADA SANCIÓN… UNA CONCESIÓN”. La supuesta “resistencia” de Maduro es solo un cuento de blandos, nostálgicos de Radio Caracas y la Radio Rochela.

Para nosotros, castigar a los traidores a la patria es hacer una revolución dentro de la “revolución fingida” de Maduro, y volver a Chávez, hablar con la verdad (lo que para ellos parece ser más difícil que vivir huyendo el resto de sus vida de ella… ¿y dónde estará Tarek El Aissami?)

Chávez fue traicionado, el socialismo fue traicionado, ¿quién los castiga?

El Estado marxista leninista es una buena idea

Luego de impulsar una verdadera revolución obrera con las banderas de la liberación y la justicia social,  lo que sigue a la primera victoria, a la toma del poder político y militar, no deja de ser incierto. Pero no por eso hay que conformarse con lo vencido. Ahí es donde una revolución social debe mostrar toda su fuerza creativa, para  sostenerse en el poder y avanzar en los cambios políticos, sociales, económicos, espirituales, es la idea marxista de la “dictadura del proletariado”, la contraparte de la dictadura burguesa, la cual se viste de democracia, de democracia burguesa, sea “formal burocrática” o sea “patrimonial”, como dice Jesús Puerta citando a Montesquieu. 

En fin, una democracia de “baja intensidad”, para seguir con el  vocabulario de Puerta, es una democracia burguesa que no se parece a las democracias conocidas del mundo desarrollado occidental, o no satisface las necesidades políticas de EU y Europa. Puede que las grandes democracias occidentales también sean “patrimoniales” (es lo más seguro), pero, si este fenómeno se da en Venezuela o en Colombia, por ejemplo, para ellos es una democracia de “baja intensidad”. Lo cierto es, que a la larga hay que acabar con todas, las de baja y alta intensidad, siempre que sean burguesas y sirvan a sus privilegios,  esa es la tarea de una revolución social socialista, obrera, campesina, liberadora de los menesterosos. 

Lo primero, para retomar (o tomar) el poder político, es saltarse el sistema electoral  que fundamenta la alternabilidad del sistema democrático burgués gatopardiano, donde todo cambia para que nada cambie. Y lo segundo es hacer que se construya desde las bases, que sea participativa y protagónica de verdad, que la nueva democracia sea realmente popular, todo el mundo cooperando. Difícil, porque todo debe ser hecho a la vez; en un solo movimiento hay que educar, hacer los cambios económicos y sociales, cambiar hábitos de vida, aprender a ver y a pensar, ¡difícil!, pero no imposible. Parafraseando al Che, la peor revolución es la que no se hace.

El Estado marxista leninista es (socialista), en teoría, un trámite necesario hacia la sociedad comunista, hacia el “punto de no retorno” del socialismo al capitalismo, es la famosa y calumniada “dictadura del proletariado” que debe torcerle el  brazo a la lógica del capital. Eso no supone tanto tiempo como los escépticos suelen imaginar. Solo pensemos que en diez años Chávez pudo educar a un pueblo humillado, excluido y olvidado, mucho más educado de lo que el común de la gente piensa y dice. Y, a su vez, Maduro pudo, más o  menos en el mismo tiempo, descomponer lo hecho por Chávez, restaurando la miseria material y del alma. Maduro en una generación pudo  desarreglar la sociedad y machacar a las nuevas y viejas instituciones hasta lo inservible, sembrar de nuevo en la gente la desesperanza, hacerla indigna, mercantilista, indiferente y al extremo egoísta. 

El propósito de los cambios, como dijo Chávez, era alcanzar un  punto de no retorno; formar una generación completa de conciencias socialistas. En diez año o más, de entusiasmo y lucha revolucionaria, se podía fundar una nueva sociedad, la sociedad del  futuro, forjada en la lucha física e intelectual, de gente más valiente, más fuerte, y más libre de los efectos del  Estado y de la espiritualidad del capitalismo (del consumismo, el mercantilismo y el egoísmo que les es afín), mediante la democracia de la participación y el protagonismo, la cooperación, la responsabilidad social y la  conciencia del deber social. ¡Eso es posible! solo que hay que creer y actuar para que así lo sea. 

Chávez no fue un extraterrestre, fue un ser humano de carne y sangre que intentó con bastante éxito hacer cambios para el mundo, a pesar del intento de Maduro y Diosdado Cabello de convertirlo en estatua, en un dios inalcanzable; el que ellos no alcanzaran su estatura moral y política, por haber tomado “el retorno de la Panamericana” hacia capitalismo,  no indica que nosotros no podamos ser como Chávez y superar sus logros revolucionarios. 

¡Seamos como Chávez!, ¡retomemos el poder!