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La revolución bolivariana no tiene candidato

Nicolás Maduro NO ES EL CANDIDATO DE LA REVOLUCIÓN BOLIVARIANA, y de ninguna otra revolución, desde que revirtió todo lo hecho por Chávez. No hay sanciones ni bloqueo que justifiquen el haber desmovilizado a la población chavista, las fechas no cuadran, el miedo y la ineptitud no cuadran con las sanciones,  la restauración capitalista con la “guerra económica”, la “burguesía revolucionaria” y el aquelarre con Fedecámaras con el bloqueo. Maduro es el candidato de la desesperación, necesitan sostenerse duro de las ramas del desgobierno, en cualquier caso sería el candidato ¡de la traición a Chávez!, el candidato de la restauración del pasado adeco copeyano y del capitalismo colonial, de los acobardados y de las muchas ganas de ignorancia y de mediocridad de muchos. 

Maduro y sus poderes subalternos se precaven de perder el gobierno convocando a unas elecciones que saben que pueden manipular con relativa facilidad, cuando ellos son “todos los poderes del Estado” bajo su control político. Esa es la situación actual, la de unas elecciones chimbas manipuladas por ellos que temen perder el poder frente al inmenso descontento de su propio universo de electores. Un pueblo desmovilizado, engañado con promesas y mentiras, al cual le piden sacrificios y paciencia mientras un tipo como Tarek El Aissami se va tranquilamente del país, sospechoso de un inmenso robo a cuenta del Estado, de PDVSA, escondido y  protegido por ellos mismo (¡imposible que el súper fiscal y sus sabuesos no sepan dónde está el prófugo!).

En medio de una crisis económica y social se presenta en el estadio de béisbol, que construyó Maduro como un gran circo romano,  Carol G, y programados cualquier cantidad de eventos musicales, comerciales (activando la economía al precio de la idiotez), de fiestas distractoras, como si todos estuviéramos celebrando la epifanía del dios Pan,  ¡pan y circo! para una población indiferente, para que se cumplan las metas  electorales de baja participación y un triunfo precario, de una legalidad precaria y así continuar  desmontando lo que queda del chavismo y preparando la salida por la puerta trasera, porque la caída será inevitable.   

Secuestraron al PSUV, lo convirtieron en otra oficina de Miraflores. Se cagaron sobre la democracia interna de su partido a nombre  y con el chantaje de la disciplina y de una lealtad propia de “la camorra” siciliana. Negaron la oportunidad de participar en estas elecciones a la competencia fuerte, exiliaron y persiguen judicialmente a quienes han podido ser los candidatos naturales del chavismo. Se robaron las tarjetas y los partidos de podemos y del PCV, no dejan inscribir al candidato Manuel Isidro Molina, prohíben la inscripción de la candidatura de Andrés Giussepe y de cualquier otro que pueda competir con ellos a nombre de socialismo, con un descaro peligroso, que podría degenerar en prácticas fascistas más directas, como el  linchamiento popular,… y todo precaviendo su caída definitiva; ¡la desesperación los tiene peligrosamente nerviosos!

Maduro no  es el candidato  de la revolución bolivariana, maduro es EL  ÚNICO CANDIDATO en una elección inexistente. Maduro representa la traición a la esperanza socialista y a Chávez. Esto es de lamentar, por todos aquellos distraídos y medrosos que ven una amenaza en el imperio y sus candidatos y no la ven en el imperio y el madurismo; por los que todavía no han podido ver, más allá de los discursos, el  alma de los oportunistas y la realidad de la desigualdad, el abismo que hoy separa a ricos y pobres y la descomposición social y de las instituciones,  la anarquía,  el verdadero “dejar hacer” madurista para todos los que quieran y puedan hacer lo que les dicta su estupidez, en perjuicio de las mayorías, una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento. 

Invitación al socialismo

Es importante tener convicciones, y convicciones relacionadas,  vinculadas por valores afines. No se pueden defender convicciones  contradictorias, no se puede ser socialista y capitalista a la vez, usando como excusa la libertad de elegir mediante unas elecciones chimbas, la libertad de optar por el socialismo o por el capitalismo. No  se puede ser socialista por el solo hecho de patrocinar la falsa libertad de la democracia burguesa. Es importante defender el socialismo sin contradicciones ideológicas para que no hayan desviaciones morales y éticas, para que los discursos no sirvan de excusas a  estas desviaciones, para que la moral de los abogados, y mucho menos las agencias de publicidad, sustituyan la acción de los políticos que dicen ser socialistas.

En el campo socialista ser político es pensar, actuar, hablar, escribir drásticamente distinto que los políticos que compiten en el campo de la democracia burguesa, que por deformación de la política son volubles, amorales, oportunistas; el socialismo no es una opción libre, trata de una revolución social, es un compromiso ético con nuestras convicciones, y una obligación moral con nosotros mismos, para serles fiel hasta donde nos sea posible, hasta que se agoten frente a otras opciones morales más perfectas. Porque nada es humanamente eterno, solo nuestro afán de perfección trasciende a nuestras convicciones más sinceras, pero estoy seguro que tampoco la democracia burguesa es eterna, como los socialistas de papel no lo quieren hacer creer..

El caso Farías. La promesa de “la mano invisible del mercado” es la misma promesa de prosperidad económica y social de Jesús Farías, de que en el capitalismo el mercado se autorregula y entonces veremos “la luz al final del túnel”. Nada que ver con Marx, que demostró en su obra la naturaleza salvaje de los precursores del  capitalismo, la violencia y la sangre que hay y que hubo  que derramar para la acumulación del  capital; no hay nada de “metafísica” o de “divino” en esos orígenes, el capitalismo nace de la codicia, de la violencia y el desprecio por lo más sagrado, la vida natural y la vida humana, así ha sido hasta hoy, y ningún deseo de Jesús Farías lo va a cambiar. El problema de Jesús Farías (del madurismo) es ante todo teórico e ideológico, además de moral.

Los renegados como Jesús Farías son espíritus cansados, como todos aquellos que pasan de ser marxistas a liberales en un abrir y cerrar de ojos. Un político como Julio Escalona, hasta el último día de su vida fue un crítico incisivo del gobierno “contradictorio” de su pupilo Maduro, igual lo ha sido hasta ahora Luis Britto García, por nombrar a dos intelectuales comprometidos con sus ideas marxistas, que no se desviaron con tanta truculencia como  Farías y sus jefes de los objetivos revolucionarios socialistas, sobre todo en un terreno tan evidente como el de la lógica, el sentido, de una economía socialista frente a la lógica radicalmente distinta del  Capital que tiene otra dirección.  

A nosotros nos resulta muy útil definir al capitalismo como una lógica, “la lógica del  capital”, tal y como lo hizo Chávez en la “presentación” de su Plan de la Patria (la cual fue mutilada en la versión falsa de Maduro), porque el capitalismo y el capital como conceptos marxistas remiten a un sistema lógico completo que abarca de forma coherente una idea de ciencia, una cultura, un lenguaje, leyes, instituciones de Estado, formas de propiedad y poder, economía (teórica y  política), relaciones sociales de producción y prácticas de vida, es la lógica con la cual se estructura el conocimiento de la clase dominante dentro de una sociedad y una época como la nuestra. Vencer  eso es un reto humano titánico, digamos que doloroso, frente al cual muchos se cansan o se asustan; el espíritu del hombre burgués ha hecho cuerpo y duele descarnarlo, su moral se ha encarnado, muchos presos de sus propias inclinaciones, por decir algo, ignorantes de sus gazmoñerías pequeñoburguesa, aflojan la lucha a medio camino. 

Vencer al capitalismo es básicamente desarrollar en nuestro cuerpo un desdén por los estímulos materiales del capitalismo. Se lo vence en la consciencia y en el cambio de nuestras prácticas de vida, de nuestros hábitos, hay que creer y ser terco  con eso. Y cuando se cree verdaderamente en algo también se aprende inclusive a ser hipócrita, en el sentido más noble de la palabra, para poder protegernos de los efectos sociales que ejerce una masa apestada de malos hábitos, ignorante, chillona, dirigida por seres igualmente apestados, constantemente tratando de influir  en nuestra forma de vida; hay que ser firmes para no terminar compartiendo la pacatería pequeñoburguesa, hablando de socialismo, como Jesús Farías,  Diosdado, los Rodríguez y Maduro, y actuando como farsantes demagogos, que se creen socialistas solo por dar discursos morales socialistas, convencidos de que lo que no hacen a favor del país y de la gente más necesitada es socialismo, creyéndose sus embustes, mientras en sus vidas íntimas y familiares se comportan como impúdicos aspirantes sociales, cargados de ventajas, haciendo trampas con un orgullo podrido, como podridos son todos esos vicios que pasan  por virtudes en el mundo pequeñoburgués.

Sin conciencia política, de clase, sin la inteligencia y el conocimiento crítico suficiente, nadie sería  capaz de reconocer los avances de la humanidad, discriminar lo bueno de lo malo, en la cultura, el arte, la filosofía y las ciencias, aunque sean nacidas de la misma sociedad burguesa y dentro de la lógica del capital, porque ¿de qué otro lado no se puede rescatar a la humanidad? De ahí la importancia de la obra de Marx como pensador revolucionario, junto a muchos otros pensadores honestos, que pudieron mediante la crítica distinguir los avances revolucionarios dentro de lo decadente, el valor humano del conocimiento artístico y científico frente a el valor de cambio de la mercancía; si queremos rebelarnos en contra del sistema dominante hay que tener bolas para reconocernos como espíritus esclavos del dinero y de los vicios del poseer, pero también como personas dignas,… si  queremos romper el hechizo de la codicia y la ostentación. 

Mejor para el espíritu humano es CREAR que POSEER, pero el hombre del capitalismo, pensando salvarse de su fracaso de forma individual y egoísta, pierde su vida acumulando “mercancías” y dinero, como un banco; ni siquiera las colecciona o las ahorra, sino las acopia, y además codicia las riquezas ajenas, sin saber exactamente para qué, sin contar con que el tiempo humano es finito. Lo único que nos hace menos mortales, trascender en el tiempo – si vencemos al capitalismo –  es la obra humana, ES CREAR, CONSTRUIR Y  LEGAR para el futuro de nuestra especie, para acrecentar la gran obra civilizatoria y espiritual de la humanidad. El socialismo es parte de esa obra y quizás la única manera de sostener viva a nuestra especie y la vida que le da sustento.

ES EL MOMENTO DEL CANDIDATO QUE NO NECESITA INSCRIPCIÓN EN EL CNE

El nauseabundo espectáculo de las trampas electorales, zancadillas, obstáculos absurdos, compras y ventas de almas, nos muestra claramente el deterioro social que ha producido el madurato. El pacto social, la constitución, ha sido ultrajada. El último vestigio de legalidad, de regreso a la normalidad que eran las elecciones fue transformado en un circo de arrabal que no le sirve a nadie. El país se disuelve.

En el camino hasta este punto el madurismo acabó con el Estado, no quedó poder sano, que inspire respeto, creíble: el ejecutivo, carece del mínimo prestigio. El legislativo, la asamblea, quedó para aplaudir. El judicial, sigue las órdenes de miraflores, inhabilita, dicta sentencias, todo a la carta. El ministerio público, es un vacío tomado por el espíritu detectivesco. El poder moral, hace tiempo se desvaneció. El poder electoral, no existe, de él sólo queda una pequeña oficina en miraflores . Es duro y riesgoso, pero indispensable decirlo: el madurismo acabó con el Estado. La República, hoy como nunca, está en peligro de disolverse, convertirse en un estado forajido. 

En este cuadro patético, de pérdida de prestigio de las instituciones, es necesario, antes de cualquier medida, recuperar el prestigio, la confianza en algo, en alguien. Se debe apelar a las reservas morales de la Patria, que bastante hay aquí, se debe apelar al amor a la Patria, que bastante hay aquí, y se debe apelar a la voluntad, al coraje de afrontar la situación, en correr los riesgos necesarios para rescatar al país. Hoy es necesario unir a lo mejor de los venezolanos, para impedir que la situación de caos, de pérdida de la esperanza, de sentido de la vida, que vivimos sea aprovechada para instalar un gobierno fascista que traerá más sufrimiento. 

Es necesario, que se construya una vanguardia, con lo mejor, lo más sano de la sociedad, que, seguro estamos, conserva en su seno, en sus corazones, los mejores sueños de Chávez, que han resistido la campaña por desvirtuarlo, por olvidarlo. Unidos a lo más sanos de los que han soportado en estos años una avalancha de desprestigio por el hecho de haber sido leales al legado del Comandante, y resistir, combatir la traición a su pensamiento. Que proponga al país, la solución a esta súper crisis, que dirija la marcha patriótica, heroica para salir del abismo, para salvar al país. Allí está el país esperando a su vanguardia, allí está un amanecer, esperando las acciones que precedan la salida del sol. Ese día, esa madrugada volverá la esperanza, se sentirá el viento fresco de abril de 1810, del 23 de enero del 58, se sentirá la fuerza que demostró la unión de los trabajadores, el pueblo, y los militares, al derrotar, el sabotaje petrolero contra Chávez. Esa pródiga aurora anunciará que La Patria de Bolívar, tiene hijos que la defiendan, que le demuestren en la práctica su amor. 

El camino propuesto por el madurato y su comparsa, la derecha gringa, ha fracasado. El madurismo traicionó a Chávez, y no consiguieron estabilizar el sistema político capitalista, de este esperpento electoral saldrán mas débiles… en esta hora difícil el futuro de la Patria, su existencia depende de los dispuestos a conquistarlo, a defenderlo. La miseria material y espiritual será hija de la abulia.

!CHÁVEZ, PATRIA!

JUNTO A LAS ELECCIONES MADURO CONSTRUYE SU PATÍBULO

Las elecciones burguesas tienen como objetivo legitimar al gobierno que de ellas surja. Por supuesto
también distraen con la sensación de sustitución, de cambio, para que todo siga igual, y simultáneamente
instalan la idealidad, las reglas del juego que justifican y perpetúan al sistema capitalista. Se supone que
de las elecciones burguesas, el Presidente y el sistema salgan fortalecidos.
En Venezuela, con el madurato todo sale al revés, ellos consiguieron transformar a las elecciones en
su propio patíbulo, de allí saldrán maltrechos, débiles, deslegitimados. Con sus vivezas de inhabilitar, de
cerrar partido, secuestrar tarjetas, desvistieron a las elecciones, ahora no emocionan, menos engañan, no
hay sensación de cambio. Otra historia comenzará a partir de esas elecciones, será el periodo agónico,
postrero del madurato. Hay varias interrogantes.
¿Cuál, cómo, quién será el sustituto de madurato?
Vayamos por parte. ¿Cuál será el sustituto? Se refiere al sistema, seguirá el capitalismo, o
volveremos al camino de Chávez, al Socialismo. Conseguirá el capitalismo permanecer en medio de su
fracaso, podrá llegar a puerto seguro en medio de la turbulencia social que ha creado. Podrá engañar a las
masas y a sus dirigentes. ¿Cómo? Se relaciona directamente con el sustituto. Si se sigue dentro de la
idealidad del madurato, de su legalidad, si no se aplican medidas de emergencia en medio de la situación
de emergencia, entonces el cómo conducirá a mantener al sistema capitalista que sustenta al madurato. Al
contrario si se consigue fracturar la idealidad creada por el madurismo, entonces, habrá chance de tomar
por el camino de la restitución del legado de Chávez ¿Quién será el sustituto? Se relaciona con el cuál y
el cómo. Quién encarna, personaliza el camino a seguir después del madurato. Todo dependerá de la
preparación del quién, su equipo, su formación, la preparación de las masas para reconocerlo. O por el
contrario, el extravío de las masas victimas de un nuevo engaño.
De este cuadro se desprenden claramente las tareas de los chavistas. Primero, perfilar bien al
chavismo, limpiarlo de deformaciones, y decoloraciones: Ser chavista es ser Socialista, con todo lo que
eso implica desde el punto de vista económico y espiritual. Ser chavista no es una etiqueta, es una
posición política profunda, estratégica. Es necesario, urgente, que el chavismo, se coloque en la posición
de vanguardia que le corresponde, que dirija a las masas, que las conduzca a metas revolucionarias, que
las capacite para que identifiquen sus enemigos históricos. Es necesario romper la idealidad del
capitalismo, que confina los cambios dentro de sus canales, sus elecciones amañadas del principio al fin,
de sus valores creados por los poderosos medios de manipulación.
La historia nos da lecciones importantes, nos dice que los grandes cambios de las sociedades se
hacen al margen de las reglas de los dominantes. Dentro de las leyes, la hegemonía, de los dominantes no
son posibles los cambios profundos, que suponen una radical fractura de toda la estructura económica,
política, ética del sistema imperante, que debe ser sustituido.
En estos días se decide el futuro del país durante, por lo menos medio siglo. Quienes no den el salto
por sobre los paradigmas de la dominación serán atrapados por ella.
!CHÁVEZ, REVOLUCIÓN!

La “resistencia”

Ya dijimos que la consigna que se ajusta al carácter madurista es “por cada sanción una concesión”, no obstante maduro y muchos de sus incondicionales hablan de “resistencia”. Una cosa es no ser capturado, juzgado y encarcelado, y otra es no perder la guerra.  Bien, maduro, para por razones muy personales lo entrega todo, es su forma de “resistir” perdiendo la guerra, sin embargo cuando él habla de resistir siempre lo hace a nombre de todos: “estamos resistiendo” – dice –, cuando el que “resiste”, o los que “resisten”, realmente son ellos, para no ser capturados por la venganza o la justicia. Por su puesto que el resto de nosotros “resistimos”, pero no tanto de los embates del imperio que son bastantes como de los embates de la improvisación y el pragmatismo, de este “nuevo modelo”  excluyente y neoliberal  del gobierno, donde solo se llenan los bolsillos y mejoran y las cuentas de bancos de los ricos y nuevoricos, de la burguesía lumpen revolucionaria.

Cuba resistió y resiste a un verdadero bloqueo económico total, tenaz, maquinado en Estados Unidos por mentes diabólicas, el cual no es como el bloqueo al  gobierno de maduro, que tiene a la Chevron produciendo 300 mil barriles de petróleo día, llevándoselo del país casi gratis, y los  anaqueles de las tiendas, bodegones y supermercados llenos de productos importados de Estados Unidos y Europa, y hasta agencias de Ferraris en Las Mercedes, “terriblemente bloqueadas” para los empleados públicos.  El gobierno de Cuba junto a su pueblo sí que ha sido sometido a una presión material, física,  infernal, a sabotajes terroristas y a un ataque comunicacional de propaganda contrarrevolucionaria bestial para doblarle el  brazo a una verdadera revolución, a pesar de sus concesiones al libre mercado; mucha conciencia acumulada en más de 70 años.

El caso de Maduro y su des-gobierno es distinto, al gobierno de maduro le aplicaron sanciones puntuales por las cuales ha cedido espacios políticos y económicos estratégicos a los caimanes capitalistas, y con gusto de flojos, y un falso bloqueo que tiene millonarios a muchos empresarios seudo productores, importadores-exportadores, “empaquetadores”, desde EL Tunal, pasando por Fedecámaras hasta las Empresas Polar, parte de lo que llama maduro “las fuerzas productivas”. Maduro “resiste” entregando  los recursos del país a mercachifles y especuladores, a la industria hotelera internacional, a las petroleras trasnacionales, a consorcios mineros trasnacionales y mafias locales, que poco les importa la naturaleza, en fin,  a todo aquel  que esté dispuesto a invertir en esta rebatiña.

La verdadera resistencia popular más bien es paciencia, la de un pueblo traicionado paciente esperando que se cumplan las promesas de prosperidad y mejoras de Maduro. Cuando se cree en mentiras, la primera reacción es resistir, luego se tiene paciencia, y por último, cuando perdemos las esperanzas, resinación. Después de la muerte del comandante, lo que fue la resistencia de su pueblo en la esperanza del socialismo se transformó de pronto en la resignación de un pueblo sin esperanza, dando vueltas en medio de la anarquía capitalista. Es distinto resistir en masa los embates del  capitalismo y de los capitalistas,  todos juntos, de la mano de un líder que lucha con uno, que nos inspira,… a que se nos exija resistir  sobre promesas vanas, hundidos en la fatalidad de la restauración capitalista. Es distinto resistir luchando que aguantar maltratos atados de manos, con la cabeza sumergida en la mierda.

“Resistan”, nos reclama maduro,  mientras les entrega nuestros ahorros y recursos a  seudo empresarios, a falsos empresarios, a seudo productores; “resistan”, y nos quita la confianza acabando con las empresas de propiedad social, creyendo que somos incapaces de cooperar y producir para todos los necesitados, pero se la entrega al enemigo ideológico, fortaleciendo la propiedad privada, el facilismo, la especulación, los privilegios, el robo, el egoísmo material y mezquino.  ¿Así quién no?, ¿qué Maduro, qué Diosdado, que Jesús Farías no resiste,… cuando los hambrientos llevan las cargas por ellos?

Pero si luchamos resistimos con esperanzas. Resistimos si hay esperanzas fundamentadas en la lucha, aquí en la tierra, en vida, no en un más allá inexistente o en la eterna promesa de la prosperidad mezquina capitalista, lo otro es resignación. Solo los que tenemos consciencia de que libramos una lucha de clases resistimos, pero los embaucados en una mentira experimentamos la paciencia de los santos. Nuestra tarea como chavistas y revolucionario es superar el tiempo encapotado de las mentiras, elevarnos por encima de las elecciones y trabajar temprano para evitar una crisis peor que la actual, el fascismo, la tiranía del capital en la versión que sea, la colonial lumpen de Maduro o la colonial de los pitiyankis. Debemos estar despiertos, alertas a como se configura el poder después del parapeto de las elecciones, movilizarnos para no ser sorprendidos sin poder resistir organizados, sin un plan, sin objetivos definidos. Mientras tanto contamos con Chávez y el Plan de la patria original que sirve de luz para cuando las masas  estallen en rebelión, las elecciones solo definen  al ejecutor líder de la próxima tiranía, pero el  estallido social estará siempre ahí de prevenido. Chávez es nuestra resistencia.

¡Castigo para los traidores a la Patria!

Vayamos al tema de la traición. “Jorge Rodríguez propone crear ley que castigue traición a la patria”, dice el titular, …“que sea bien severa, ¡draconiana!… Recordó que la Constitución Nacional reza que los venezolanos y venezolanas tienen el deber de honrar y defender la patria”.

Lo primero que hay que decir es, de qué traición está hablando Jorge Rodríguez, habla de la traición a la patria de los empresarios, la patria exclusiva de los más ricos, la patria de los inversionistas que no pagan nada por quedarse con nuestros recursos y explotar a nuestros trabajadores,… ¿o acaso se trata de la TRAICIÓN A LA PATRIA SOCIALISTA, como la “apellidó” Chávez?… Y segundo, cómo se haría para aplicar esa ley y  castigar a los que entregaron nuestra soberanía a los capitales extranjeros y nacionales – nuestro territorio en el la “tierra de nadie” del  Arco minero, la soberanía sobre nuestras leyes y recursos al capitalismo internacional en las ZEE –, y castigar a los que legislaron, redactaron y aprobaron leyes infames como la Ley de inversiones extranjeras, la Ley de Zonas Económicas Especiales – sin aplicar las leyes y normas constitucionales – y la precaria ley Antibloqueo que desaplica leyes molestas y constitucionales, que sirve para negociar acuerdos nacionales y personales con los enemigos del socialismo a espaldas del país, “en secreto”.

Creo que esa Ley que castiga la “traición a la patria”, si no castiga a los verdaderos traidores, servirá de excusa para asustar, para amedrentar a la crítica dentro del chavismo, y a quienes rechazan al gobierno de Maduro en la calle, más allá de penar a una oposición “radical”, prácticamente vencida.

La coincidencia del madurismo con las propuestas de la oposición gringa es casi total, el modelo madurista es un calco de los planes y propuestas neoliberales de la otra derecha (ambos coinciden en casi todo y sirven a los intereses del mismísimo imperio), además de repetir y estimular el estilo de vida capitalista mayamero, el circo con pan de la democracia burguesa,… incluso coinciden en que las sanciones no convienen para el crecimiento del capitalismo. ¿A quiénes van a castigar, a los cuatros gatos que piden más sanciones contra el país y hablan de invasiones?: ¡no!, van  a perseguir a los que protesten dentro del partido y fuera de él, en las calles, en las redes, pendejos o no, los que opinen en contra del madurato, que irían presos por traidores y por “incitar al odio”. Junto a la del odio, con esta otra ley el gobierno se prepara judicialmente para intensificar la represión de sus opositores.

El imperio no quiere a Maduro y al madurismo. Ellos lo saben. No solo porque siguen gobernando en nombre de un socialismo inexistente. No lo quieren a pesar de que Maduro ha hecho todo lo posible por mostrarse complaciente con ellos y con los capitalistas para que los dejen gobernar SU CAPITALISMO en paz. El imperio se niega a que un gobierno renegado del  socialismo, traidor a Chávez y a sus propios principios, voluble y desconfiable, como el de maduro, gobierne el capitalismo en Venezuela, gobierne sobre sus inversiones e intereses, que para eso cuentan con pupilos propios, con su propia derecha pitiyanky.

El  otro punto es que Maduro no trabaja para construir una sociedad socialista justa e igualitaria, trabaja e impulsa, cuando mucho, una sociedad cautiva del capitalismo, mercantilista y consumista, dentro de una democracia chimba, bipartidista convencional: hasta ahí podría llegar su aliento por los cambios, a volver al  pasado de la cuarta república como si esto fuera un “nuevo modelo político y económico”.

Si maduro hubiera  querido darle continuidad a la revolución bolivariana de Chávez habría comenzado por investigar las razones políticas de su asesinato, de su muerte y radicalizar su postura política e ideológica, antiimperialista y anticapitalista, convocando al pueblo chavista a la calle, sin excusas, hubiera dado el “golpe de timón” que exigió Chávez antes de morir, “radicalizar” el socialismo.

Las sanciones les han servido, a Maduro y a los maduristas, para ir restaurando poco a poco el modelo de democracia CAPITALISTA colonial de la cuarta república, con su “burguesía revolucionaria” y su aliada Fedecámaras,  su consigna es que “POR CADA SANCIÓN… UNA CONCESIÓN”. La supuesta “resistencia” de Maduro es solo un cuento de blandos, nostálgicos de Radio Caracas y la Radio Rochela.

Para nosotros, castigar a los traidores a la patria es hacer una revolución dentro de la “revolución fingida” de Maduro, y volver a Chávez, hablar con la verdad (lo que para ellos parece ser más difícil que vivir huyendo el resto de sus vida de ella… ¿y dónde estará Tarek El Aissami?)

Chávez fue traicionado, el socialismo fue traicionado, ¿quién los castiga?

El Estado marxista leninista es una buena idea

Luego de impulsar una verdadera revolución obrera con las banderas de la liberación y la justicia social,  lo que sigue a la primera victoria, a la toma del poder político y militar, no deja de ser incierto. Pero no por eso hay que conformarse con lo vencido. Ahí es donde una revolución social debe mostrar toda su fuerza creativa, para  sostenerse en el poder y avanzar en los cambios políticos, sociales, económicos, espirituales, es la idea marxista de la “dictadura del proletariado”, la contraparte de la dictadura burguesa, la cual se viste de democracia, de democracia burguesa, sea “formal burocrática” o sea “patrimonial”, como dice Jesús Puerta citando a Montesquieu. 

En fin, una democracia de “baja intensidad”, para seguir con el  vocabulario de Puerta, es una democracia burguesa que no se parece a las democracias conocidas del mundo desarrollado occidental, o no satisface las necesidades políticas de EU y Europa. Puede que las grandes democracias occidentales también sean “patrimoniales” (es lo más seguro), pero, si este fenómeno se da en Venezuela o en Colombia, por ejemplo, para ellos es una democracia de “baja intensidad”. Lo cierto es, que a la larga hay que acabar con todas, las de baja y alta intensidad, siempre que sean burguesas y sirvan a sus privilegios,  esa es la tarea de una revolución social socialista, obrera, campesina, liberadora de los menesterosos. 

Lo primero, para retomar (o tomar) el poder político, es saltarse el sistema electoral  que fundamenta la alternabilidad del sistema democrático burgués gatopardiano, donde todo cambia para que nada cambie. Y lo segundo es hacer que se construya desde las bases, que sea participativa y protagónica de verdad, que la nueva democracia sea realmente popular, todo el mundo cooperando. Difícil, porque todo debe ser hecho a la vez; en un solo movimiento hay que educar, hacer los cambios económicos y sociales, cambiar hábitos de vida, aprender a ver y a pensar, ¡difícil!, pero no imposible. Parafraseando al Che, la peor revolución es la que no se hace.

El Estado marxista leninista es (socialista), en teoría, un trámite necesario hacia la sociedad comunista, hacia el “punto de no retorno” del socialismo al capitalismo, es la famosa y calumniada “dictadura del proletariado” que debe torcerle el  brazo a la lógica del capital. Eso no supone tanto tiempo como los escépticos suelen imaginar. Solo pensemos que en diez años Chávez pudo educar a un pueblo humillado, excluido y olvidado, mucho más educado de lo que el común de la gente piensa y dice. Y, a su vez, Maduro pudo, más o  menos en el mismo tiempo, descomponer lo hecho por Chávez, restaurando la miseria material y del alma. Maduro en una generación pudo  desarreglar la sociedad y machacar a las nuevas y viejas instituciones hasta lo inservible, sembrar de nuevo en la gente la desesperanza, hacerla indigna, mercantilista, indiferente y al extremo egoísta. 

El propósito de los cambios, como dijo Chávez, era alcanzar un  punto de no retorno; formar una generación completa de conciencias socialistas. En diez año o más, de entusiasmo y lucha revolucionaria, se podía fundar una nueva sociedad, la sociedad del  futuro, forjada en la lucha física e intelectual, de gente más valiente, más fuerte, y más libre de los efectos del  Estado y de la espiritualidad del capitalismo (del consumismo, el mercantilismo y el egoísmo que les es afín), mediante la democracia de la participación y el protagonismo, la cooperación, la responsabilidad social y la  conciencia del deber social. ¡Eso es posible! solo que hay que creer y actuar para que así lo sea. 

Chávez no fue un extraterrestre, fue un ser humano de carne y sangre que intentó con bastante éxito hacer cambios para el mundo, a pesar del intento de Maduro y Diosdado Cabello de convertirlo en estatua, en un dios inalcanzable; el que ellos no alcanzaran su estatura moral y política, por haber tomado “el retorno de la Panamericana” hacia capitalismo,  no indica que nosotros no podamos ser como Chávez y superar sus logros revolucionarios. 

¡Seamos como Chávez!, ¡retomemos el poder!

JUNTO A LAS ELECCIONES MADURO CONSTRUYE SU PATÍBULO

Las elecciones burguesas tienen como objetivo legitimar al gobierno que de ellas surja. Por supuesto también distraen con la sensación de sustitución, de cambio, para que todo siga igual, y simultáneamente instalan la idealidad, las reglas del juego que justifican y perpetúan al sistema capitalista. Se supone que de las elecciones burguesas, el Presidente y el sistema salgan fortalecidos.

En Venezuela, con el madurato todo sale al revés, ellos consiguieron transformar a las elecciones en su propio patíbulo, de allí saldrán maltrechos, débiles, deslegitimados. Con sus vivezas de inhabilitar, de cerrar partido, secuestrar tarjetas, desvistieron a las elecciones, ahora no emocionan, menos engañan, no hay sensación de cambio. Otra historia comenzará a partir de esas elecciones, será el periodo agónico, postrero del madurato. Hay varias interrogantes.

¿Cuál, cómo, quién será el sustituto de madurato?

Vayamos por parte. ¿Cuál será el sustituto? Se refiere al sistema, seguirá el capitalismo, o volveremos al camino de Chávez, al Socialismo. Conseguirá el capitalismo permanecer en medio de su fracaso, podrá llegar a puerto seguro en medio de la turbulencia social que ha creado. Podrá engañar a las masas y a sus dirigentes. ¿Cómo? Se relaciona directamente con el sustituto. Si se sigue dentro de la idealidad del madurato, de su legalidad, si no se aplican medidas de emergencia en medio de la situación de emergencia, entonces el cómo conducirá a mantener al sistema capitalista que sustenta al madurato. Al contrario si se consigue fracturar la idealidad creada por el madurismo, entonces, habrá chance de tomar por el camino de la restitución del legado de Chávez ¿Quién será el sustituto?Se relaciona con el cuál y el cómo. Quién encarna, personaliza el camino a seguir después del madurato. Todo dependerá de la preparación del quién, su equipo, su formación, la preparación de las masas para reconocerlo. O por el contrario, el extravío de las masas victimas de un nuevo engaño. 

De este cuadro se desprenden claramente las tareas de los chavistas. Primero, perfilar bien al chavismo, limpiarlo de deformaciones, y decoloraciones: Se chavista es ser Socialista, con todo lo que eso implica desde el punto de vista económico y espiritual. Ser chavista no es una etiqueta, es una posición política profunda, estratégica. Es necesario, urgente, que el chavismo, se coloque en la posición de vanguardia que le corresponde, que dirija a las masas, que las conduzca a metas revolucionarias, que las capacite para que identifiquen sus enemigos históricos. Es necesario romper la idealidad del capitalismo, que confina los cambios dentro de sus canales, sus elecciones amañadas del principio al fin, de sus valores creados por los poderosos medios de manipulación. 

La historia nos da lecciones importantes, nos dice que los grandes cambios de las sociedades se hacen al margen de las reglas de los dominantes. Dentro de las leyes, la hegemonía, de los dominantes no son posibles los cambios profundos, que suponen una  radical fractura de toda la estructura económica, política, ética del sistema imperante, que debe ser sustituido. 

En estos días se decide el futuro del país durante, por lo menos medio siglo. Quienes no den el salto por sobre los paradigmas de la dominación serán atrapados por ella. 

!CHÁVEZ, REVOLUCIÓN!

EL CONGRESO QUE NO FUE

Lo que sucedió en el llamado “Congreso del PSUV”, o de lo que queda del otrora partido de la Revolución de Chávez, donde se ratificara a nicolás maduro como candidato a la reelección para las venideras “elecciones express”, del 28 de julio, no sorprendió a nadie en el país y creo que al pueblo le importa poco lo que diga o haga el madurismo.

Tal “Congreso” no existió, se trató de un acto de la maquinaria del gobierno, gobernadores y alcaldes, donde se entubó una decisión ya tomada por la cúpula del madurismo. En este encuentro, se les exigió a los “delegados”, aprobar de manera “incuestionable e indiscutible”, como se calificó en la misma convocatoria, la candidatura de nicolás maduro. 

Allí no hubo discusión, ni reflexiones políticas sobre la tragedia que vive el pueblo venezolano, los efectos del paquetazo impuesto en 2018, el éxodo de más de 7 millones de venezolanos, la entrega del petróleo, la destrucción de PDVSA, la de la economía a la nueva burguesía y al capital transnacional y su dolarización, la destrucción del salario, del Arco Minero, la desaparición de las Misiones Sociales y el “Vivir Bien” del pueblo; y, mucho menos, la violación de los Derechos Humanos, convertida  en Política de Estado. 

Lo sucedido, entonces, no es de sorprender, porque el PSUV, ni es el partido de Chávez y mucho menos de la Revolución, en el PSUV se hace “lo que maduro diga”. Nuestro partido (yo todavía soy de la Dirección Nacional del Partido de Chávez), ha sido víctima, como toda la obra y el legado del Comandante, de un consistente proceso de desmontaje y, en este caso, desmantelamiento ideológico, convirtiéndolo  en un instrumento de la opresión. El madurismo, ha asaltado todas las estructuras del PSUV, acabó con la democracia interna, con los mecanismos de participación popular creados con Chávez, lo ha despojado de su otrora contenido revolucionario y ha barrido con el liderazgo Chavista que aún se mantenía en su seno. 

El PSUV ha sufrido un proceso de “adequización”, convirtiéndose en un partido de derecha, un aparato clientelar y de contención de las luchas populares; así, el partido –capturado en todos sus niveles por el madurismo–, se ha convertido en un instrumento más de control social con los que cuenta el gobierno, junto a la represión y violación de los DDHH, que mantiene a nuestro pueblo sumiso y desmovilizado ante la entrega de la Patria y la pérdida de sus conquistas obtenidas en la V República.

Algunas de las imágenes e intervenciones transmitidas por los medios del Estado, hielan el alma, una concentración de burócratas y “enchufados”, unas intervenciones sin propuestas de ningún tipo, sin reflexión revolucionaria y llena de consignas vacías, podría ser la reunión de cualquier partido de extrema derecha. Las menciones a Chávez y al Socialismo dan pena ajena. 

Por supuesto, todo el encuentro estuvo diseñado para levantar la mano de y aprobar lo que ya estaba decidido, así como, seguir usufructuando de la figura e imagen de Chávez, para lo cual, se continúan prestando, de manera triste, los que deberían estar en la primera fila de combate, al lado del pueblo, defendiendo el legado del Comandante y luchando por retomar su camino.

Es una lástima lo que sucede en el PSUV, porque evidencia lo profundo del daño provocado por el madurismo a la Revolución Bolivariana; y, sobre todo, a la espiritualidad y sentido de responsabilidad histórica de los que, de alguna u otra manera, estuvieron al lado del Comandante. Han creado las condiciones subjetivas para que el Chavismo, como movimiento político, sea barrido por el pueblo, abriendo las puertas, de par en par, a cualquier propuesta política de derecha, la más extremista posible, eso no importa mucho, la gente está cansada del madurismo. 

El pueblo venezolano está solo en su tragedia, sin referente político, sin una opción Chavista, Bolivariana, y Revolucionaria, con la cual combatir a este gobierno y salir del abismo en el que se encuentra. 

El gobierno sigue cerrando las vías constitucionales, haciendo cuesta arriba la realización de elecciones directas, universales y secretas, como lo establece el Texto Constitucional, como forma de ejercicio de la Soberanía Popular, del Poder Originario; no sólo reprimen y cercenan los Derechos Humanos y políticos fundamentales de los venezolanos, sino que, utilizan al poder judicial, la contraloría y el poder electoral, para secuestrar partidos, tarjetas electorales e inhabilitar candidatos.

En su deriva autoritaria, en su desespero por aferrarse al poder, sabiendo que cuentan con un masivo repudio popular, el madurismo quiere conducir al país a otro escenario de confrontación, que le permita desatar la violencia, como ya ha hecho anteriormente, escenario en el que se siente cómodo y con fuerza. 

Se equivoca el gobierno en sus cálculos, el país no aguanta más, no se puede mantener al pueblo venezolano, a toda la sociedad, al borde de la desesperación, ya se han ido más de 7 millones del país, se ha instalado la pax de los sepulcros, la represión y el miedo, pero este pueblo, es el pueblo de Bolívar, de los libertadores, de Chávez, del 13 de abril. 

La Constitución establece otros mecanismos de ejercicio de la Soberanía Popular, no solo los electorales, incluyendo los referenda revocatorios, sino que, establece la rebelión como un derecho, como lo establece el artículo 350: El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos” .

No se puede llevar a nuestro país al escenario de la devastación, no se puede seguir asfixiando al pueblo, en algún momento, se producirá un estallido desesperado que no puede conducir, incluso, al fascismo. 

Los sectores revolucionarios y el Chavismo en desbandada, deben construir la unidad popular, para derrotar a este gobierno y contener la deriva fascista en el escenario político venezolano. 

Los que hoy detentan el poder, los que traicionaron a Chávez y siguen usufructuando de su nombre, se sienten poderosos, cuando realmente, tienen el agua al cuello. El madurismo como accidente histórico, no tiene perspectivas de futuro, tal como Herodes, liquidaron a la naciente Revolución Bolivariana y a la V República, llevando al país al abismo y han preparado la transición al capitalismo salvaje, del que ni siquiera ellos saldrán indemnes, no les sirven. 

Chávez no tiene candidato, el pueblo no tiene candidato, no cuenta con un liderazgo revolucionario que esté a la altura del momento histórico, le corresponde a los pescadores, a los hombres y mujeres de a pie, construir una alternativa de poder para salir de este desastre.

ESTOS SON LOS APELLIDOS QUE EL MADURATO DETESTA

En la época feudal, la dominación de clases, que era hereditaria, tenía mucho que ver con los apellidos, igual pasaba en la realeza. El apellido era símbolo de pertenencia a la clase dominante, y ese valor de los apellidos era distintivo de aquel sistema social. Determinaba las clases en pugna: una, la de los apellidos, la clase dominante, y, la otra, los oprimidos no tenían apellidos de prosapia. Con la llegada del capitalismo cambió esta relación, ahora, la clase dominante se difumina dentro del sistema, se distingue por su propiedad de medios de producción que en realidad son medios de explotación, de apropiación de plusvalía, de despojo de la riqueza nacional.

El madurismo ha resucitado el espectro del feudalismo, la intención es clara, de esa manera fabrica unos enemigos vaporosos, cuyo mal es portar un apellido difuso, imposible de precisar. Así el sistema esta a cubierto, el mal son los apellidos difusos, el sistema, los dueños de los medios de producción, los apropiadores de la riqueza nacional, los negociantes con los imperios, están a salvo. 

¿Cuales son los verdaderos “apellidos” que el madurismo detesta, pero que no los nombra?

  1. El madurato, detesta: al apellido, Socialista, Chavista, es suficiente que alguien se diga chavista socialista, y reclame fidelidad al pensamiento chavista, se oponga a la falsificación, para que el madurato enfile contra él toda su fuerza de descrédito y represión. El madurato detesta: al apellido, la organización social que le de poder a la masa, que más allá de lo electoral, y la distribución, que no fragmente a la sociedad, al contrario la integre en un tejido social, funcional, vivo, con opinión y con fuerza. El madurato ha sustituido a la organización social del chavismo, por unas listas impersonales, que no organizan sino facilitan la manipulación y el chantaje. El madurato detesta: al apellido, Constitución y leyes”, que ponen freno al desmán de los gobernantes. El madurato viola la Constitución y las leyes a voluntad. El madurismo detesta: al apellido, la propiedad social de los medios de producción, que lo pondría en contradicción con los capitalistas, con fedecamaras con los imperios. Al contrario, pulveriza la propiedad social, y va por más, la petrolera, la telefónica, el agua, todo está en la mira de la voracidad capitalista. Él madurato detesta: al apellido, salario, lo evaporó y entregó a la clase trabajadora de manos atadas a los capitalistas, los convirtió en esclavos modernos. 

El madurato, con ese cuento de los apellidos quiere escamotear la entrega del ensayo socialista, la verdadera lucha de clases, de los capitalistas contra el resto de la sociedad, quiere evitar la Revolución necesaria, la que comenzó con Chávez.

La masa irredenta, los partidos políticos verdaderamente populares, los líderes políticos, deben adoptar los apellidos: Socialista, propiedad social de los medios de producción, organización social política, solidaria, amorosa, pensamiento universal bolivariano, construir una nueva sociedad “con todos por el bien de todos”. Respeto a los derechos humanos, libertad de los presos políticos, respeto a las leyes, independencia de los poderes. 

De esta manera la lucha de los apellidos tendría sentido, reflejaría la lucha de clase actual. Por último debemos concluir diciendo que el apellido de maduro es capitalismo, y el apellido de Chávez es Socialismo. 

!CHÁVEZ SOCIALISMO!