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El dron y la inquisición

Resulta notable que en los acontecimientos de la historia contemporánea, los elementos que titulan este escrito, mantienen una línea de conexión vigente en todo el espectro de la política, tanto nacional como internacional.

El Dron probablemente conjuga en sí mismo todo el avance de la ciencia y la tecnología que caracteriza sobre todo al mundo desarrollado que, al ser utilizado para fines militares, entonces resume a su vez, de la manera más infalible, eficaz y sofisticada la violencia y la intolerancia que caracteriza a la inquisición, que prevaleció como instrumento de dominación ideológica durante la edad media y el periodo del oscurantismo.

El Dron, técnicamente conocido en la ONU como «vehículo aéreo no tripulado», es un arma militar infalible, sin ética, sin rostro, ni sentimientos, sin ningún tipo de épica o mérito de arrojo o valentía, sin ejecutor directo que pueda conmoverse o impactarse por la destrucción o el daño que causa, sin conocer su objetivo, ni sus motivaciones. Es una máquina, manipulada desde sitios remotos, secretos, inimaginables, por un autómata que solo maneja un «joystick» como si se tratara de un video juego.

Para la víctima o las víctimas, su aniquilación está asegurada, la supremacía de fuerza y tecnología es abrumadora, ni siquiera puede anticiparse o tener algún segundo para una plegaria o un último pensamiento, la muerte cae del cielo, de sorpresa, casi instantánea, sin posibilidad siquiera de una reacción instintiva, es brutal.

¿Quién juzgó a la víctima? ¿Quién decidió su aniquilación? ¿Quién es el verdugo? ¿Por qué? No habrá manera de saberlo, son acciones militares secretas, amparados en la impunidad que brinda la supremacía militar y tecnológica. Nunca se sabrá si la víctima era culpable o inocente, ni en base a qué ley, jurisdicción o tribunal fue decidida su ejecución. Menos se sabrá si fue un error o no, ni la magnitud de los llamados «daños colaterales» ¿Acaso le importa al verdugo? A veces son familias, bodas, mercados, servicios fúnebres, servicios o sitios religiosos, caravanas de transporte o sencillamente atender una llamada, todos los rituales de la cultura o la vida cotidiana son una oportunidad para precisar a la víctima. El verdugo solo necesita un cómplice que informe, una fuente de inteligencia que suponga una localización, para destruir todo lo que esté en un determinado perímetro.

Es la expresión final, la más acabada, del curso que están tomando los acontecimientos políticos a nivel internacional. No surge de la nada. Es un proceso que se viene gestando de actuaciones unilaterales, ilegales y muy violentas que persiguen determinados objetivos estratégicos, definidos en centros de tanques pensantes en la mayoría de las grandes potencias económicas militares.

El control de recursos naturales, el petróleo, el gas, minerales estratégicos, pasos marítimos, bosques, agua, minerales, espacios acuáticos, corredores estratégicos, posicionamiento geopolítico, aliados o enemigos políticos, negocios, intereses corporativos, son los elementos que inciden en el establecimiento de estos objetivos y los respectivos planes de acción. Luego, las motivaciones al público, a la opinión pública, para enmascarar los verdaderos intereses son muchas, muy sofisticadas en su conceptualización y elaboración: el extremismo religioso, racial, cultural, la intolerancia política, las disputas territoriales, el extremismo violento, el odio, el fascismo, el terrorismo.

Acompañando esta argumentación, cuando los anteriores no tienen impacto, entonces se esgrimen nuevos argumentos: los derechos humanos, el terrorismo, la lucha anti drogas, la corrupción. Ya no son suficientes las acusaciones de comunista, ni de Trotskista, Maoísta, etc., de la guerra fría, tampoco las acusaciones, de bruja, hereje o infiel de la inquisición. Las acusaciones y conceptos se adaptan a un mundo globalizado e ilustrado que requiere otras razones o motivaciones.

Ahora se cuenta con sofisticados medios de difusión e imposición de un pensamiento único o el direccionamiento de una matriz, que en segundos le da la vuelta al mundo y que es la antesala de cualquier agresión, que está planificada desde la identificación de cualquier posición política o movimiento geopolítico que no se subordine o que de alguna manera amenace los intereses o los planes establecidos por cualquier superpotencia. Es una guerra de cuarta generación, que se desarrolla de manera implacable y diaria, que no dudará ni se desviará de su propósito por algún cambio de administración, algún gesto desesperado de la víctima amenazada. Es el sistema el que actúa, el «establishment» internacional de las grandes corporaciones y poderosos intereses quienes actúan.

Esta es la situación que se está viviendo, lamentablemente, en muchas regiones del planeta. La confrontación diplomática contra Iraq, la campaña de satanización contra los iraníes, la agresión y sanciones contra Libia y Siria, finalmente, llegado el momento indicado y de acuerdo a situaciones u oportunidades identificadas como escenarios, se convierten en agresión directa, intervención militar, ocupación extranjera, guerra.

Es así de brutal: se destrozaron estos países para cambiar el escenario y tablero geopolítico en esta región tan estratégica, tanto por sus inmensas riquezas petroleras y gasíferas, como por sus ubicaciones geopolíticas y la existencia de corredores y espacios vitales para el dominio de las superpotencias.

Se invadió militarmente a Iraq y resulta que no habían armas de destrucción masiva, murieron un millón de iraquíes, el país no tiene instituciones, es presa fácil del extremismo religioso estimulado para dividirlo, en parte de su territorio se estableció un Califato de Terroristas, donde se degüellan, asesinan inocentes por la intolerancia, un país fracturado, dominado ¿A quién le importa?, tumbaron a Saddan.

Ahora, luego de la intervención militar de la OTAN, Libia es un desastre, presa de milicias extremistas, armadas hasta los dientes para derrocar a Gaddafi, donde se esclavizan seres humanos, se tortura, encarcela, asesinan inocentes, se trafica con la vida de miles de africanos hacia Europa, se dividió al país en al menos tres agrupaciones tribales ¿A quién le importa?, tumbaron a Gaddafi.

No se sabe todavía a ciencia cierta por qué se inició la guerra en Siria, cómo llegaron miles de toneladas de armamentos a manos de grupos extremistas, cómo llegaron a su territorio más de 25 mil combatientes terroristas extranjeros, quién creo al ISIS o Daesh, cómo obtuvieron armamento pesado y misiles ¿A quién le importa? Tenían que derrocar al gobierno del Presidente Bashar Al Assad, no pudieron. Que el país este destrozado, que hayan muerto más de 300 mil Sirios, que hay más de dos millones de refugiados, que los niños mueran en aguas del Mediterráneo y sus cuerpos lleguen, como Alan Kurdi, dolorosamente sacrificados a sus costas ¿A quién le importa?

Por eso es que alerto una y otra vez a nuestro país y a nuestro pueblo. Nos amenaza la potencia militar más agresiva y brutal del planeta. Acá ya no importan gestos, ni maniobras. Ellos han decidido pasar a una etapa superior, peligrosa, de la amenaza a la agresión. NO valen leyes, ni acuerdos internacionales. Es el Dron, ¿Quién dispara? ¿Por qué? ¿Para qué?

La oposición es cuando menos una insensata, traidora a la Patria. ¡Qué triste papel para la historia! tendrán que responder por lo que pase en nuestro país. Han estimulado, pedido a gritos, exigido una intervención contra nuestro país, se han aliado a lo más derechista y reaccionario de nuestra región y de la extrema derecha de Florida. ¿Qué han ofrecido a cambio de tanta traición? ¿Qué obtendrán? A los seguidores de la oposición y a los que apoyan esta insensatez, solo les digo que las tropas extranjeras, ni las bombas, ni las sanciones, diferencian entre un bando u otro. Una vez que la bota extranjera ponga su planta insolente en nuestra Patria, les tocará luchar o pasar el resto de sus vidas humillados, dominados, un país tutorado.

Al campo Bolivariano, de la Revolución, a nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas, al Gobierno, las Instituciones del Estado, nuestras empresas públicas, al Poder Popular, al PSUV, a los partidos de la Revolución, a los trabajadores de la Nueva PDVSA, al pueblo en general, no podemos darnos el lujo de subestimar esta situación. No podemos tomar riesgos, improvisar en nada, estar atentos y movilizados.

Se impone una profunda discusión, en las instancias correspondientes, del curso de todos los asuntos de la Patria. Una revisión profunda de la gestión, de la solución de los problemas, del funcionamiento de nuestras empresas, de PDVSA, nuestra economía, las prioridades, los escenarios, nuestra capacidad de respuesta ante una situación excepcional.

Debe convocarse a todo el pensamiento revolucionario, todas las fuerzas progresistas, sectores nacionalistas. Hay que dar la batalla política, como se está dando, avanzar en las regionales y ganar, pero hay que reconocer errores en la conducción de la economía y en la gestión de nuestros asuntos. Evaluar objetivamente, para identificar problemas y avanzar. Dejar a un lado los intereses grupales, mezquinos, subalternos.

Proteger las instituciones que creó el Comandante Chávez en Revolución, todas ellas. No podemos despachar su obra con actuaciones grupales, ni acusaciones generales, temerarias. El Comandante las creó con un propósito. Hay que resolver los problemas que haya que resolver, pero no permitir que nadie, ni el enemigo, ni los oportunistas, ni los expertos de pacotilla, horaden su obra, pues están golpeando la moral de nuestros trabajadores, militantes, soldados y la credibilidad ante el pueblo, el pueblo humilde, ante el país.

Hay que cuidar nuestra Constitución, nuestras leyes, la majestad del Estado, su unidad, sus instituciones. Es nuestro marco legal, institucional. Los enemigos extranjeros apuestan a un Estado disfuncional, fallido. Esa será la excusa para la intervención, alegando crisis humanitaria o protección de los Derechos Humanos, como hicieron en Libia.

Por eso no podemos permitir que la oposición socave nuestras instituciones, ellos estimulan sanciones contra funcionarios justo para deslegitimar a nuestro Estado e Instituciones. La soberanía es un principio más completo, no solo es territorial, es política, legal, institucional.

Quien esté actuando al margen de nuestra Constitución y nuestras leyes debe ser sancionado, no importa si se ampara en la derecha internacional o alguna institución del Estado. Nuestro Estado y nuestra Revolución no están para darle excusas ni pie a ningún tipo de matriz para justificar agresiones.

Tenemos que estar alertas en la economía. Ella es el centro de todo, ella define. Hemos alcanzado logros extraordinarios en crear las condiciones para avanzar hacia el Socialismo. Es decir, darle base material, económica, a los grandes avances sociales, políticos de nuestra Patria. Fue lo que nos dijo el Comandante Chávez: «tenemos Patria». No podemos ceder en estos avances.

Ellos, nuestros enemigos históricos, el interés transnacional y sus representantes locales, la oposición violenta y fascista, no van ceder en su empeño de derrocar nuestra Revolución y retroceder en todo lo que avanzamos con el Comandante Chávez. Peor, ahora que nos creen débiles o acorralados, quieren el saqueo, extirpar el Socialismo del corazón y la conciencia de nuestro Pueblo, por eso todas las salidas que proponen son cruentas, violentas. Solo ofrecen odio, intolerancia, persecución y violencia.

No dejarán de tocar a nuestra puerta los «amigos» que ofrecen resolver nuestros problemas, de la mano traen a las transnacionales, que por supuesto nos pedirán «flexibilizar» nuestras leyes, contratos, regulaciones, para hacerlas más atractivas al capital extranjero. Lo repito, no serán las transnacionales las que salven nuestra Revolución, de esta crisis tenemos que salir victoriosos pero caminando con nuestros propios pies, hacia el Socialismo.

Siempre lo he dicho a mis compañeros de trabajo y de lucha política, si he de equivocarme, prefiero equivocarme hacia la izquierda, jamás hacia la derecha. Por eso siempre he desconfiado de quien me trae una solución «mágica» de manos de un interés transnacional, algunas veces sucede de manera burda, la mayoría de las veces es solapada, enmascarada. Hay que estar atentos. Si alguien tiene dudas, pregunte, indague, eso nos lo decía Chávez. Si no encuentra la respuesta adecuada, entonces revise lo que decía o hacia el Comandante Chávez. Esa es nuestra fuerza, la irreverencia en la discusión, la unidad en la acción, siempre dentro del campo Chavista, Bolivariano, Revolucionario.

El tuiter y las redes sociales son importantes, pero no permiten discutir, pensar. A veces estás leyendo a un robot. Cuidado con los liderazgos de tuiter. El campo revolucionario, los medios de la Revolución deben permitir los espacios a la discusión, nada de censurar, limitar, controlar, me parece que no nos ayuda en estas circunstancias. Por supuesto, no vamos a caer en la ingenuidad de darles nuestros espacios a los enemigos de la Patria. Pero ¿Quién lo decide?

Confío plenamente en el Pueblo Venezolano, en el Campo Chavista y Revolucionario. Todo el Pueblo, jóvenes, trabajadores, dirigentes políticos debemos reflexionar seriamente sobre las amenazas que se ciernen sobre la nuestro País. Que nadie se espante, dude, desvíe del campo de la Patria.

El futuro es nuestro, nos pertenece.

¡Viva Chávez! ¡Venceremos!

Lo que pasó en la ONU

Durante toda esta semana pasada hasta el próximo lunes se celebró en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York el 72 periodo de sesiones de la Asamblea General, el evento diplomático más importante que sucede cada año y permite abrir una ventana de discusión y debate entre todos los Estados del mundo.

Este evento genera una importante expectativa en el medio diplomático, político, económico y militar porque, en muchas ocasiones, los líderes del mundo exponen o adelantan lo que es o será su posicionamiento respecto a los temas de la agenda global, que por su transcendencia e importancia impactan a los distintos países, regiones o a la totalidad del planeta.

Es el espacio por excelencia del multilateralismo y del derecho internacional, de las leyes y acuerdos que rigen la relación entre las Naciones, donde todos los países, independientemente de su tamaño y poderío, gozan de igualdad soberana de los Estados y cuyos principios de actuación se rigen por la Carta de las Naciones Unidas.

Nuestro país es uno de sus miembros fundadores, signatario de la carta en San Francisco, el 26 de junio de 1945, por el entonces canciller Caracciolo Parra Pérez. La organización de las Naciones Unidas surgió como una respuesta de los países del mundo luego del horror de la Segunda Guerra Mundial, del Nazismo y de los millones de víctimas, seres humanos, que perdieron la vida en la ultima gran conflagración mundial.

Bajo la consigna de «Nunca Más» se acordaron principios para prevenir y evitar la guerra, establecer un marco legal que rija la relación entre las naciones y permita la preservación de la Paz, los Derechos Fundamentales del Hombre, la justicia y el desarrollo armónico de la especie humana, basada en el respeto a la diversidad, las culturas, religiones y derechos de los pueblos.

Por supuesto, el sistema de las Naciones Unidas ha sido sometido a grandes retos, ha tenido importantes éxitos y estruendosos fracasos. Sin embargo, a pesar de la guerra que ha azotado a los pueblos desde su fundación y el establecimiento de un orden mundial injusto, situaciones no resueltas como la Ocupación de Palestina por parte de Israel que ya arribó a sus 50 años, las situaciones coloniales que aun persisten, la existencia de arsenales nucleares capaces de acabar con la vida sobre la tierra, la injerencia en los asuntos internos de los países, la pobreza, el hambre, la exclusión e inequidad que siguen agobiando a miles de millones de seres humanos en los países sub desarrollados y el cambio climático, producto del sistema capitalista depredador e insostenible. A pesar de todos estos problemas que aun persisten y desafían los principios de la Carta de las Naciones, el multilateralismo y las Naciones Unidas sigue siendo el espacio de convivencia, diálogo por excelencia para mantener una relación civilizada entre las Naciones del mundo, lejos del unilateralismo, la agresión, la guerra y el uso de la fuerza para imponer criterios, sistemas políticos, económicos, o sencillamente mantener el dominio sobre otros países y pueblos de acuerdo a los intereses de los países más poderosos.

Por eso, nuestro país es firme partidario del multilateralismo, de las Naciones Unidas y hace valer su voz y sus posiciones en los distintos órganos e instancias del sistema para defender los principios fundacionales de la organización y por supuesto defender nuestro país y los principios de respeto a la Soberanía, la Paz y la Justicia Social, por un orden Mundial más justo y equilibrado.

Luego de 25 años, ocupamos un puesto como miembro no permanente del Consejo de Seguridad durante el período 2015-2016, fuimos reelectos como miembros del Consejo de los Derechos Humanos en Ginebra, presidimos el Movimiento de Países No alineados, estamos en el ECOSOC, fuimos reelectos presidentes del Comité de Descolonización y, por primera vez en 21 años, hemos sido electos para Presidir la Cuarta Comisión de la Asamblea General durante este 72 periodo de Sesiones. Es decir, Venezuela no esta sola, todas estas posiciones y espacios que ocupamos en el sistema de las Naciones Unida son producto de votación de los países miembros en el seno de la Asamblea General, el organismo democrático por excelencia de la ONU, donde se expresa la igualdad soberana entre todos los estados miembros, de todo el mundo.

En todos estos espacios defendemos nuestros principios y posiciones nacionales con pasión, firmeza y lealtad al pensamiento y obra del Comandante Chávez. Su voz, su nombre, su ejemplo, resuena en los espacios de las Naciones Unidas, sobre todo entre los pueblos del Sur, sus líderes y representantes.

En esta ocasión, ha dado mucho que hablar y ha generado mucha preocupación el discurso del Presidente de los Estados Unidos, la potencia económica militar más grande del mundo. Es interesante revisar su discurso, para que podamos valorar en su justa dimensión el peligro que representa para la paz mundial y para nuestro país en particular, sobre todo cuando dirigentes de la oposición política venezolana, han clamado, directamente en Washington, en la Casa Blanca y en el Congreso Norteamericano, por una intervención en los asuntos internos de nuestro país, incluyendo, como así después lo afirmó el propio Presidente norteamericano, la opción militar.

Desde el «granito», así conocido el podio de la Asamblea General, el Presidente norteamericano, anunció un incremento sustancial de su presupuesto militar, amenazó con «destruir completamente» a Corea del Norte, revertir el acuerdo sobre el programa nuclear de Irán firmado y refrendado por el Consejo de Seguridad, prometió endurecer el embargo contra Cuba, maás sanciones contra Venezuela, además de amenazar con profundizar el sangriento conflicto en Siria y retirarse de los acuerdos de Cambio Climático.

Por otra parte, el Vicepresidente de los Estados Unidos acudió al Consejo de Seguridad para plantear en su seno, en un desconocimiento de las atribuciones de este órgano, la reforma del Consejo de los Derechos Humanos, para convertirlo en un organismo bajo su control. Por supuesto, arremetió contra los países miembros de este organismo, electos en el seno de la Asamblea General y volvió a referirse en términos agresivos contra Cuba y Venezuela. Afortunadamente, nuestro querido embajador de Bolivia, quien ocupa el puesto en el Consejo de Seguridad, en sustitución de nuestro país, le dio una respuesta inmediata a los Estados Unidos, instándolos a iniciar sus pregonadas reformas precisamente por el Consejo de Seguridad, organismo encargado de preservar la paz mundial y donde ellos, junto a cuatro países mas, tienen el derecho al «veto», que por ejemplo, han bloqueado la solución de la cuestión Palestina por 50 años.

Pareciera, si avanzan en concretar estas acciones, que los EEUU vuelve a la posición de desconocer a las Naciones Unidas y los principios de la Carta, actuando de manera unilateral de acuerdo a los intereses y posiciones extremistas de derecha de su elite gobernante. La última vez que los Estados Unidos actuó de esa forma fue cuando decidieron, junto a Reino Unido, a pesar de la negativa del Consejo de Seguridad, la invasión de Irak en búsqueda de armas de «destrucción masiva» que nunca aparecieron. Esta acción le ha costado al Pueblo Iraquí, cerca de un millón de muertos, la destrucción de sus instituciones, la exacerbación del extremismo religioso, la aparición del fenómeno del terrorismo, del Daesh, así como la fragmentación y violación permanente de su soberanía territorial y un prolongado periodo de desestabilización, que ha afectado y expandido a todo el medio oriente y norte de África.

En la Asamblea General, China, Rusia y Cuba respondieron a los ataques y amenazas, resumiendo la preocupación de muchos países y pueblos, nuestra respuesta nos corresponde darla el próximo lunes 25 de septiembre.

El día 20 de septiembre, en paralelo al debate en la Asamblea General, le correspondió a nuestro Canciller presidir la reunión ministerial del Movimiento de Países No alineados, donde se aprobó un documento muy importante de rechazo a las sanciones unilaterales por ser ilegales y afectar la estabilidad y desarrollo de los países. Nuestro Movimiento, 120 países del mundo, dio la respuesta adecuada a las sanciones norteamericanas contra nuestro país.

Por otra parte, durante el desarrollo de este segmento de alto nivel, los huracanes han seguido azotando con fuerza devastadora a las Islas del Caribe y un terremoto golpeó a Ciudad de México. Nuestro país, fue el primero en llegar a apoyar a Barbuda, logrando evacuar a maás de 460 habitantes de la isla, que quedó completamente destruida, antes del paso de un segundo huracán. Igual, nuestro país ha estado entre los primeros en asistir a Dominica, que sufrió una fuerte devastación, y a todas las islas del Caribe afectadas por este fenómeno.

Igual coordinamos apoyo a México y expresamos nuestra solidaridad con todos los países hermanos afectados por estas calamidades.

Es oportuno reflexionar que el fenómeno de los huracanes, sobre todo en cuanto a su magnitud y frecuencia, es un resultado concreto del calentamiento global que sufre el planeta por el cambio climático. Si Estados Unidos, uno de los principales contaminantes, incumple sus compromisos, el Acuerdo de París, sobre la reducción de emisiones de efecto invernadero sufrirá un importante revés y el Planeta seguirá sufriendo los embates de esta situación que continua deteriorándose y reflejándose en el calentamiento de los Océanos.

Cuando los Estados Unidos, amenaza con «destruir completamente a Corea del Norte», está hablando de una conflagración nuclear, en una península sometida a una increíble tensión política y una permanente amenaza de un cruento conflicto militar. Por supuesto que, los más de 25 millones de muertos que se estiman en un conflicto de este tipo, los pondrían muy probablemente las dos Coreas y Japón. Por ello, ningún país de la región apoya ni promueve un conflicto militar que podría desencadenar una respuesta nuclear.

En el marco del inicio del 72 periodo de sesiones, nuestro país firmó, junto a más de 40 países el primer Tratado que Prohíbe la Armas Nucleares. Lo hicimos después de un profundo debate, convencidos de que las armas nucleares son un peligro real a la preservación de la vida sobre el planeta, todavía el pueblo japonés sufre los efectos, luego de setenta años, de la detonación de las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki.

Durante el debate en la Asamblea, los países de gobiernos de derecha en la región, que han asumido una postura de intromisión en nuestros asuntos internos, a partir de las iniciativas injerencistas impulsadas desde la OEA, se expresaron en sintonía con la postura norteamericana y de algunos países de derecha en Europa. Triste papel, aunque atenuado por el avance del proceso político en nuestro país y por la magnitud de los anuncios hechos por el Presidente norteamericano. Esperamos que estos Gobiernos, de países y pueblos hermanos, entienda la magnitud del error de entrometerse en nuestros asuntos internos, es un pésimo precedente, sobre todo de cara a la situación política y económica internacional en el mundo y en particular en nuestro hemisferio, que va a requerir de posiciones unidas y firmes en defensa de nuestros intereses frente a la agresión y amenazas de los poderosos.

El ALBA, se reunió y emitió una declaración de solidaridad con nuestros hermanos caribeños y en apoyo a nuestro proceso político, además de suscribir la Declaración del MNOAL en rechazo a las sanciones unilaterales por ser ilegales y perjudiciales para los pueblos.

Ha sido una semana de intensa actividad política y diplomática, de todos los equipos de nuestra Cancillería, integrados en el solo propósito de defender nuestra Patria, nuestra soberanía y la paz y derechos de nuestro Pueblo. Tuvimos la oportunidad de, al día siguiente de las amenazas norteamericanas, montar una exposición amplia, en un lugar privilegiado en la Sede de las Naciones Unidas, donde exponemos nuestros logros en Revolución, nuestros indicadores sociales y nuestro compromiso con los pilares del Sistema de Naciones Unidas.

Como lo hemos dicho, desde acá en nuestra Misión en la ONU, sabremos defender nuestras posiciones políticas, los principios de la Carta de las Naciones Unidas y los intereses de nuestro país y de nuestro pueblo.

El Pueblo Venezolano, nuestro Gobierno, las instituciones del Estado, los partidos de la Revolución, el movimiento popular e incluso, todos los factores políticos distintos al campo Bolivariano, deben poner en su justa dimensión las amenazas y agresiones del Gobierno Norteamericano. Hay que ser implacables contra los que conspiran contra nuestra soberanía e integridad territorial. Hay que ser eficaz en la solución de nuestros problemas, sobre todo en el ámbito económico, hay que resolver los problemas del pueblo, nuestras empresas e instituciones no pueden fallar, hay que protegerlas, el Partido Socialista Unido de Venezuela, tiene que ser la vanguardia, el alerta, la guía en estos momentos difíciles para la Patria, hay que pensar y actuar como nos enseñó el Comandante Chávez. ¡Venceremos!

Lo que no se ve

Lo que ha pasado en PDVSA debe llamarnos a una profunda discusión

Solía decir un viejo amigo que en política lo más peligroso es lo que no se ve. Expresión muy adecuada para describir una situación política que se va complicando peligrosamente porque los factores o causas que la originan pasan desapercibidas por los que toman decisiones, bien porque no se valoran correctamente o porque son subestimadas. Cuando este fenómeno avanza se genera un efecto explosivo o desencadenante porque se ha producido una acumulación de factores que, no atendidos a tiempo o sencillamente postergados se combinan y potencian con efectos en algunos casos catastróficos para los estamentos políticos o los pueblos bajo su conducción.

Ejemplos de este fenómeno abundan en la política. No pudo valorar o enfrentar correctamente la Revolución Chilena, la profundidad del fascismo que se incubaba en las elites y los mandos militares, llegando al punto de nombrar al mismo Augusto Pinochet Ministro de la Defensa, días antes del zarpazo. El valiente Presidente Salvador Allende dejó para la posteridad la lección para su Pueblo en su última y dolorosa proclama desde Radio Magallanes cuando el Golpe se consumaba «…El capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición…». El Presidente Chileno pagó con su vida, pagaron con miles de vidas las fuerzas revolucionarias y el pueblo Chileno, además del terrible retroceso de su sociedad bajo la dictadura.

La República Española, no pudo detener la contraofensiva monárquica, que parte desde los territorios coloniales en África a los cuales se les postergó la liberación. Incluso la dirección de la revolución se permitió aplastar y reprimir a los partidos anarquistas de Cataluña, para luego perecer todos bajo la barbarie y el crimen de las tropas franquistas fuertemente apoyadas por el eje nazi-fascista que luego barrería con Europa.

Poco antes del inicio de la primavera árabe estuvimos en Trípoli con el Comandante Chávez, me sorprendió la estabilidad política y el control aparente que tenía el Líder Muammar Gaddafi del país, la prosperidad de su pueblo. Ya se habían producido los acuerdos políticos y pactos secretos con las potencias occidentales y la apertura del sector petrolero a las transnacionales. Eran comunes las visitas de los Presidentes de las potencias Europeas a Trípoli y las fotos con el Líder de la Revolución. El mundo quedó sorprendido del giro imprevisto de los acontecimientos políticos en el hermano país africano, la agresión militar conducida y aupada por los antiguos visitantes y amigos europeos. Muammar Gaddafi pagó con su vida y Libia ha sido víctima del crimen y anarquía de diversos grupos extremistas y terroristas que asolan su tierra con las mismas armas provistas por los verdugos de su pueblo.

A la caída de Marcos Pérez Jiménez, la Unión Cívico Militar y la Junta Patriótica, encabezada por Fabricio Ojeda, resumían el espíritu revolucionario y transformador del movimiento insurrecional que dio al traste con la dictadura. Sin embargo, sucesivos errores políticos y decisiones de los partidos de la revolución, permitieron a las elites que hasta entonces apoyaron al dictador, restablecer su control del país con el pacto de Punto Fijo y ahogar en represión los intentos de la juventud venezolana de tomar el cielo por asalto. Se perdió así, el impulso y el momento de avanzar hacia la conquista del socialismo, sin que siquiera la dirección de los partidos de izquierda se dieran cuenta de su derrota política, lo pagamos caro, diez años de guerra de guerrillas y la inmolación de toda una generación en los asesinatos políticos, los desaparecidos, los TO, la Digepol y toda la violencia de AD y Copei contra las fuerzas revolucionarias, además de la instauración de la IV República y la profundización del capitalismo dependiente del modelo rentista petrolero.

A finales de los ochenta la dirigencia de la IV República, en su prepotencia y desconexión con el pueblo pobre, con la dura situación económica y social del país, después de años de crisis, fue sorprendida por los acontecimientos del Caracazo, respondieron de la manera brutal que lo hicieron masacrando al pueblo pobre de Caracas y luego ya no pudieron contener ni la rebelión del 4 de Febrero, ni el triunfo del Comandante Chávez, iniciando así la V República y la Revolución Bolivariana.

Tenía la IV República a uno de sus líderes más astutos y avezados al frente del Gobierno cuando el Caracazo y el 4 de Febrero y su gobierno de tecnócratas neoliberales avanzaba en la imposición de un paquete de medidas económicas bajo los acuerdos con el FMI. Ya la apertura petrolera se desplegaba en el país, cortando de raíz cualquier posibilidad de salvación del modelo rentista petrolero que colapsó con la IV República.

Por eso tenemos que aprender a escuchar, ver bien, pensar estratégicamente, pensar como nos enseñó el Comandante Chávez. Ir al seno del Pueblo, buscar los problemas bajo las piedras, salir de la zona de confort o de la burbuja que crea el poder, sus mecanismos, sus aduladores.

Hay que activar todos los mecanismos del Poder Popular, todo el pensamiento revolucionario, al Partido Socialista de Venezuela y a todos los partidos de la Revolución. No dejar a nadie atrás. El pensamiento de la vanguardia de la Revolución tiene que destacarse en su claridad y amplitud, su humildad y responsabilidad histórica para identificar todos los factores, fuerzas, intereses en disputa, conflicto y desarrollo político, para no ser sorprendidos por ningún evento que signifique una derrota para la Revolución Bolivariana, para el Pueblo, para el Legado de Chávez.

Todas las derrotas o victorias hay que precisarlas bien en su alcance, podemos obtener una victoria táctica y sin embargo sufrir una derrota estratégica, a veces sin darnos cuenta. Es lo que hay que cuidar, porque acá cualquier derrota tendría consecuencias inconmensurables para nuestro pueblo y nuestro país. Lo reitero, la derecha venezolana, mucho menos sus sectores extremistas, son incapaces de conducir este país, sería el caos, el salto al vacío. El campo de la revolución puede tener errores y problemas, pero la única opción posible para enfrentar con éxito la crisis, esta coyuntura, es la visión Revolucionaria, Popular, Socialista, Chavista.

Nosotros tenemos que ser más exigentes en el análisis, en el debate. Debe permitirse, debe abrirse, para eso existe el Partido. Es un mecanismo de defensa de la Revolución, del Pueblo. Un partido que no discute, no debate, no puede avanzar, no puede contribuir a la toma de decisiones. Como decía innumerables veces el Comandante Chávez, tenemos que dejar atrás el sectarismo, el personalismo, el grupismo, pero nunca, nunca, los principios.

Tenemos la ventaja como pueblo y proceso político que el Comandante Chávez predicó, discutió, abrió el campo de la teoría, la práctica, la contrastaba, sometía todo a escrutinio, a revisión, a reimpulso, ajustaba, enriquecía la idea, desde la tercera vía hasta el socialismo, pasando por el carácter anti imperialista de nuestra Revolución. Si nuestro Líder Supremo estimulaba la discusión y los aportes teóricos, la crítica constructiva la llamaba él, ¿cómo no lo vamos a hacer ahora, que es tan necesario, tan importante, tan definitivo?

¿Que debemos callar? ¿Es el momento de callar? ¿Hacerse a un lado? No, es el momento de aportar, de contribuir, callar es más fácil, más cómodo, pero al mismo tiempo es irresponsable. Eso no quiere decir brincar la talanquera, como le gusta insinuar al enemigo para que el campo revolucionario pierda su principal herramienta para avanzar que son sus ideas, nuestra propuesta. Nosotros sí tenemos un programa, un proyecto, una visión propia, nacional, popular, revolucionaria. Tenemos el pensamiento de Chávez y hemos jurado lealtad a su legado.

Existen distintos grados de conocimientos, de práctica, de experiencia. Todos debemos aportar para fortalecer la estrategia política para superar esta tormenta que el Comandante Chávez sabía que vendría, así nos lo advirtió. Nadie se puede abrogar la verdad o la interpretación de la situación, hay que saber escuchar, para actuar dentro de un solo plan. Discutir todo lo que se pueda, explicar bien al pueblo y avanzar.

La oposición venezolana ha incurrido en un crimen de traición a la Patria. Ha solicitado, pedido, exigido una intervención militar de la potencia más poderosa y agresiva contra nuestro país. Ha pedido en EEUU, Europa y otros países, sanciones de todo tipo, sanciones que además resultan ilegales contra el Estado Venezolano, contra todos los venezolanos. Pretenden deslegitimar nuestras instituciones para luego justificar una agresión, incluyendo la opción militar.

¿Es que alguien piensa que los EEUU van a retirar las sanciones, así porque se lo pidamos? Porque la oposición, la misma que las pidió, ahora dialogue. No se puede ser ingenuo cuando se reta al imperialismo. Que ahora los EEUU va a aflojar la mano sobre CITGO, rehén en su territorio; que no nos quieren hacer daño a todos los venezolanos, sino solo a los Chavistas ¿Alguien de verdad cree que existen las bombas solo mata Chavistas? Quien tenga dudas que vaya y pregunte en Libia, Irak o Siria.

La oposición venezolana ha estimulado la violencia, la han proclamado, con el objetivo de derrocar al gobierno constitucional. Por su errática e irresponsable táctica de lucha han provocado más de cien víctimas fatales, daños, violencia, caos, episodios de brutalidad y violencia fascistas. Definitivamente, debe haber responsables. Este país no se puede permitir que mueran más de cien personas, que quemen vivos seres humanos, que se produzcan linchamientos y ejecuciones sin que pase nada. Así, como si no fuera gran cosa, era de mentira, era para presionar al gobierno.

El diálogo es importante, y siempre es la vía deseada para resolver los problemas de disfuncionalidad política o los conflictos y la confrontación violenta. Pero no puede haber impunidad. La oposición niega públicamente el diálogo, pero participa a escondidas en él. Es decir, no renuncian al uso de la violencia, nunca lo han hecho. Entonces ¿qué negocian?

Ahora la oposición no puede pedir que haya impunidad. Tienen que rendir cuentas, porque hay cientos de familias de las víctimas que esperan por la justicia. Toda la sociedad lo espera.

Lo que ha pasado en PDVSA debe llamarnos a una profunda discusión. Siempre se habló de que nuestra empresa y nuestra política petrolera era uno de los pilares de nuestra Revolución, independientemente del precio, siempre va a ser el pilar de cualquier proceso de transformación por la cantidad extraordinaria de recursos que puede captar para beneficio del pueblo, del país, un factor fundamental para salir de la crisis económica. Ahora resulta que la producción ha caído casi un millón de barriles desde el año 2014. ¿Cómo puede suceder eso? Nosotros entregamos la dirección de la Empresa en agosto de 2014 con una producción de 3 millones de barriles día y un aporte de divisas del orden de 43 mil millones de dólares, el precio cerró en 97 dólares el. Ahora la situación se ha deteriorado mucho, ha caído el precio a 42 dólares el barril, pero esto no explica la caída.

Hay que discutirlo, es un secreto a voces. El sector internacional petrolero, el sector financiero, el espectro económico mundial lo sabe. Los trabajadores lo saben, algo hay que hacer y rápido.

Yo lo puedo decir, tengo que decirlo, me duele lo que está pasando y creo saber como avanzar en la solución. Nuevamente, nuestra empresa solo es viable en Revolución, las transnacionales esperan el asalto de la oposición al poder para repartirse nuestra empresa en pedazos, barrer la política petrolera del Comandante Chávez, la Plena Soberanía Petrolera, saquear nuestros recursos petroleros. Eso no puede suceder, ¡No volverán!

La economía, sí, la economía debe ser ahora nuestra prioridad. Tenemos tiempo diciéndolo, si no se actúa en el problema de raíz, se van acumulando percepciones, efectos, que escalan hacia problemas que están fuera de control. Hay que plantarse y hacer lo que hay que hacer. Hacerlo rápido para proteger a nuestro pueblo de la acción desestabilizadora del capitalismo rampante y especulativo que conspira todos los días y actúa contra nuestra economía para ahogar en problemas a nuestros injertos e incipientes ensayos de Socialismo en el ámbito económico. Son dos modelos en pugna dentro del mismo país.

Hay que explicarlo bien y llamar a todo el país a defender nuestra economía y restablecer los equilibrios necesarios para corregir y avanzar por el camino trazado por el Comandante Chávez, quien por cierto, le dio al país estabilidad y perspectivas de futuro después del colapso del modelo rentista petrolero de la IV República.

Acá en las Naciones Unidas, se inicia el 72 periodo de sesiones de la Asamblea General, vendrá nuestro Canciller, juntos seguiremos desplegados en defensa de nuestra Patria, la Patria de todos los Venezolanos, se levantarán las voces de los líderes de los países hermanos, estaremos con ellos, también hablará el imperio, todavía hay un fuerte olor a azufre. ¡Viva Chávez! ¡Venceremos!

La cuestión petrolera

Para enfrentar la crisis económica del país resulta vital comprender el comportamiento de los elementos y variables de la economía petrolera, sus impactos e influencia, como tituló el Dr. Bernard Mommer: La Cuestión Petrolera.

Debemos reconocernos como un país petrolero, tenemos las reservas más grandes del planeta. Gracias al Comandante Chávez y a nuestra política de Plena Soberanía Petrolera se logró este posicionamiento estratégico recuperando la Faja Petrolífera del Orinoco.

El Modelo Rentista Petrolero NO es creación de la Revolución Bolivariana, es una deformación impuesta por las transnacionales petroleras desde principios del siglo XX y acentuada por las clases políticas económicas que dominaron nuestro país hasta el advenimiento del Comandante Chávez.

En nuestra economía se ha instalado un capitalismo periférico, dependiente, atrasado, especulativo y ramplón. Las elites económicas del país, han hecho sus fortunas y acumulación de capitales en base a la apropiación de la renta petrolera.

Las consecuencias económicas y sociales del Modelo Rentista Petrolero, han sido devastadoras para el país, como se observa a simple vista en los inmensos barrios de nuestra Capital, otras ciudades y en el campo abandonado. Allí está la denuncia contundente: la exclusión, la desigualdad, el empobrecimiento de las mayorías, la negación, por la vía de los hechos, de los derechos fundamentales al Pueblo.

Por otra parte, una elite derrochadora, transculturizada, agente de las transnacionales y operadores políticos y económicos del Modelo Petrolero, con grandes fortunas, bancos, industrias chatarras y grandes riquezas, con sus vidas hechas en el exterior. Venezuela es la mina.

El Modelo Rentista Petrolero FRACASÓ desde los años ochenta, cuando colapsó estrepitosamente, en aquel terrible «viernes negro» que tendría su máxima expresión de violencia hacia 1989 con «El Caracazo». La Cuarta República ante su fracaso cedió a la presión de las transnacionales instaurando la nefasta Apertura Petrolera, dando el golpe de gracia a la economía y por ende a la supervivencia y viabilidad de la propia Cuarta República.

Las transnacionales petroleras entraron a saco roto y se apoderaron de la Faja Petrolífera del Orinoco. Ellos no vinieron a ayudarnos con la crisis, más bien la acentuaron, vinieron por el «lomito» en condiciones entreguistas que les dio la vieja PDVSA y la Cuarta República.

Cuando el Comandante Chávez asume el Poder, uno de sus postulados era restablecer el control sobre nuestros recursos naturales y empresas estratégicas, así está plasmado en la Agenda Bolivariana. Por supuesto, no se tenía certeza de cómo, puesto que la correlación de fuerzas aún era desfavorable y la instauración de la Apertura Petrolera había sido muy bien amarrada con un complejo andamiaje legal.

La Revolución inició el desarrollo de la política de precios en contra de la política volumétrica de la Apertura Petrolera. Para nosotros, países dueños y productores de petróleo, nos interesa un precio justo, para mantener nuestras propias inversiones y satisfacer las necesidades del Pueblo. A las economías industrializadas les interesa mayor volumen de oferta y un precio bajo para alimentar su maquinaria industrial y consumo. Por eso la primera acción política del Comandante Chávez en el sector fue fortalecer la OPEP y restablecer el precio justo de nuestro petróleo. Ni siquiera estaba planteado en ese momento superar el Modelo Rentista Petrolero, no, había que conseguir dinero para resolver los problemas de la extrema pobreza que azotaba al país.

Hay que entender que con un precio de 10 dólares por barril, no podíamos hacer nada. Por eso avanzamos con la banda de precios entre 22 y 28 dólares el barril, luego logramos estabilizar durante casi diez años el precio justo del petróleo. Era lo que había que hacer, lo imperativo y lo hicimos con éxito, pero no era suficiente.

No era suficiente porque las transnacionales en la Apertura lograron que se les entregara el petróleo con una tasa de regalía de 1%, sin pagar impuestos y los barriles se vendían a los EEUU con descuentos de hasta 40%. Es decir que, de cada cien barriles vendidos, al Estado solo le quedaba uno. De manera que, además de recuperar el precio, había que restablecer el Régimen Fiscal Petrolero, es decir la regalía, los impuestos y vender a precio de mercado, sin descuentos. Eso también lo hicimos, y lo hicimos bien.

Claro, solo lo pudimos hacer después de derrotar el sabotaje petrolero y con el surgimiento de la Nueva PDVSA. Se dice rápido, pero allí se nos fue la vida. Es uno de los mayores éxitos del Comandante Chávez y de nuestra Política Petrolera. La Política de Plena Soberanía Petrolera es un ejemplo para los países productores de petróleo, por ello el prestigio de nuestra Revolución y del Comandante Chávez en todo el ámbito petrolero internacional, en la OPEP, en los países hermanos de África y el mundo árabe.

Ahora, en Revolución, de cada cien barriles de petróleo producido y vendido por nuestra Nueva PDVSA, sin descuentos a nadie, el Estado recibe más de 33 barriles, se reciben impuestos petroleros del 50%, además de aportes extraordinarios y sociales. La Nueva PDVSA paga dividendos al Estado, ya no transfiere dinero al exterior en inversiones en los EEUU, ahora invierte en el país.

Durante diez años de la Plena Soberanía Petrolera, en el ámbito de los ingresos, entregamos al Fisco, todos los aportes al Estado, al desarrollo social, al FONDEN, etc, 480 mil millones de dólares. Un número extraordinario, nuestro trabajo fue concreto, claro, exitoso. Esa era nuestra tarea, a la luz de las dificultades actuales, se puede apreciar en retrospectiva la inmensidad de estas cifras. Esa es la magnitud de este negocio y de lo recuperado para nuestro país.

Hasta aquí, todavía sigue intacto el Modelo Rentista Petrolero, porque es que la prioridad, no fue modificar el Modelo, ni ahorrar, fue pagar la deuda social, con la urgencia de una tragedia.

Por ello, ya con recursos de la Política Petrolera, vino la ofensiva en lo social. ¿Acaso podía posponerse? Para el Comandante Chávez fue prioridad aliviar la grave situación económica y social de nuestro Pueblo. Por eso las Misiones: las educativas, de salud, la inclusión social, las viviendas, la alimentación, la cultura, los acuerdos de cooperación internacional. Todo eso fue con el ingreso petrolero, solo el petróleo podía sostener esta ofensiva impostergable. Y tuvo sus resultados concretos, abatimos la pobreza, la pobreza crítica, la exclusión, la inequidad, la desigualdad. No solo lo decimos nosotros, lo dicen las Naciones Unidas, la CEPAL, la FAO, entre otros.

Se dispusieron cuantiosas sumas de dinero en reconstruir al país en su infraestructura, transporte, telecomunicaciones, satélites, vialidad, universidades, aldeas universitarias, escuelas, cardiológicos, módulos y centros de diagnóstico y atención integral, hospitales, viviendas, teatros, espacios públicos, La Estancia, becas, sistema de orquestas, etc. Había que hacerlo, se crearon capacidades de servicio para el Pueblo. Fue solo después de garantizar lo social que se inició la ofensiva para comenzar a cambiar el Modelo Rentista Petrolero.

El primer paso fue la recuperación y adquisición de las Empresas Básicas privatizadas en los noventa, las empresas de cementos, las tierras y la inversión en infraestructura de la agricultura. Igualmente, se inició un proceso de creación de nuevas empresas del Estado, desconcentradas territorialmente, con nueva tecnología, nuevas prioridades, nuevas relaciones de producción, se comenzaron a transferir recursos y empoderamiento del Poder Popular, la economía comunal.

Es un esfuerzo titánico, no es de la noche a la mañana, se trata de injertos socialistas en un sistema todavía hegemónico: el capitalismo. Habría que hacer un balance, evaluar, corregir, insistir en el esfuerzo, retomar esta tarea puesto que es la dirección correcta, es la dirección del socialismo y del desarrollo nacional.

Habría también que hacerse la pregunta, ¿cuánto de este dinero se lo apropió la oligarquía, las élites tradicionales, las nuevas élites?

Nuestro sistema de bienestar social es vulnerable, dependemos del ingreso petrolero. El sector no petrolero no aporta divisas, el tipo de cambio no ayuda, mientras el dólar sea tan barato, siempre hay un incentivo para obtenerlo y venderlo mucho más caro, alimentando al paralelo y la especulación, distorsionando la economía, producción, precios, abastecimiento e inflación, mecanismo infame mediante el cual el capitalismo se apropia del trabajo

La caída del precio del petróleo nos impacta tremendamente, si le sumamos la caída de la producción de PDVSA en casi un millón de barriles en un periodo de dos años, entonces tenemos un efecto combinado que afecta las posibilidades de superar los problemas.

El precio del petróleo es una variable con ciclos de altos y bajos, normalmente marcados por acontecimientos geopolíticos o factores de la economía mundial.

Desde los años setenta, cuando la OPEP demostró ser capaz de establecer el precio del petróleo, la elite política norteamericana pregona el fin de nuestra Organización y despliega una estrategia de largo plazo para dividirla o controlarla, política o militarmente.

En los últimos años, la OPEP ha mostrado su división o su unidad en la acción, lo cual se refleja en el precio del petróleo. En los años noventa, producto de la crisis de las economías asiáticas, hubo una desaceleración y caída del consumo, aunado a esto, Venezuela, ya de manos de la Apertura Petrolera, comenzó una violación de sus cuotas de producción. Se impuso la política volumétrica, la Orimulsión y el llamado «petróleo sintético» abatiendo el precio del crudo. Cuando el Comandante Chávez asume la Presidencia el precio estaba a 10 dólares el barril y los grandes consumidores pregonaban, además del fin de la historia y las ideologías, el fin de la OPEP. Era la fiesta neoliberal.

En el 2008 alertábamos que había una crisis en ciernes en la economía norteamericana, la «burbuja inmobiliaria», que hacía que los especuladores financieros compraran petróleo a futuro, donde se tranzan millones de operaciones y barriles. La crisis estalló y nuestro precio cayó de 120 dólares el barril, en agosto del 2008, a 35 dólares en enero de 2009. De inmediato nos movilizamos en la OPEP, hicimos la reunión extraordinaria de Orán, Argelia, y decidimos recortar 4.5 millones de barriles diarios. A nosotros nos correspondió bajar nuestra producción de 3.4 a 3.036 millones de barriles días. Un recorte doloroso, de 364 mil barriles días, pero necesario. El precio volvió a los 90 dólares el barril hacia finales del 2009. La OPEP actuó unida y recuperamos el precio.

En el año 2012, la situación geopolítica en el Medio Oriente estaba muy enrarecida por el curso de la «primavera árabe». La guerra en Libia y Siria era el terreno de la confrontación política militar entre prominentes miembros de la Organización. Desafortunadamente, el imperativo militar y político se impuso al interés de nuestra Organización. Desde el Golfo Pérsico comenzó una sobreproducción de cerca de dos millones de barriles. Era motivo de preocupación de la OPEP y así lo manifesté en mis reportes, informes confidenciales (los cuales guardo) y mis declaraciones a la prensa, eran el 2012 y 2013.

A esta situación de quiebre de la unidad interna de la OPEP, se sumó el incremento vertiginoso de la producción de petróleo de esquistos, utilizando la técnica de fracturamiento hidráulico en los EEUU. La OPEP, siempre reportó el crecimiento de este fenómeno, igual hicimos nosotros en nuestros reportes e informes confidenciales y lo discutimos con nuestros aliados.

Como Canciller seguía atendiendo la OPEP, hice una gira por países petroleros: Rusia, Irán, Argelia y Qatar. De los intercambios de opiniones e información sobre el tema petrolero, me quedó claro, que estábamos a las puertas de otro colapso de precios, no por la producción de petróleo de esquistos, sino por la incapacidad de la OPEP de ponerse de acuerdo para defender el precio.

Por otra parte, en Viena promovimos una reunión entre México, la Federación Rusa, Arabia Saudita y nosotros para buscar acuerdo. El ambiente era muy tenso y nadie se movió de sus posiciones. Eran muy profundas las diferencias.

El exceso de oferta por la producción de petróleo de esquisto en EEUU se hubiese compensado por la caída de producción en Libia, Irán, Siria y México. En lugar de eso, varios países de la OPEP incrementaron su producción. Así lo señalé en mi último reporte e informe confidencial de la Reunión de la OPEP de octubre de 2014.

Hay que entender y manejar a nuestro favor esta realidad, el Petróleo. Recuperar el precio, captar la renta y luego hacer una distribución popular y revolucionaria de la misma. El carácter revolucionario de la distribución de la renta, viene marcado por construir, a partir de ella, una nueva capacidad industrial, productiva, del Estado, en ámbitos específicos. Crear las bases de una economía más equilibrada, donde el trabajo honrado, individual y colectivo, sea un mérito, una razón de vida, que prestigie.

Rescatar y mantener el Vivir Bien, el bienestar que Chávez le dio al Pueblo, trabajar hacia el socialismo, el único Modelo posible, el Modelo de Chávez.

¡Venceremos!

Mirar al futuro

La posibilidad de un futuro mejor, la esperanza en un mundo mejor, de una sociedad mejor, la posibilidad de avanzar, siempre ha movilizado al ser humano a las grandes tareas, las grandes transformaciones políticas, sociales, científicas. Es la especie humana la única facultada para soñar, imaginarse al futuro y luchar por ello. Tomar el cielo por asalto, consigna que movilizó a la juventud venezolana en los años 60, luchar por el Socialismo, ha movilizado a la humanidad hacia su progreso desde hace más de cien años.

A toda nuestra sociedad, nuestro Pueblo y la dirigencia política del país, le corresponde la tarea de mirar hacia el futuro y luchar por ello. Desde el campo de la Revolución Bolivariana, desde el pensamiento y acción del Comandante Chávez se hizo un gran aporte, un gran esfuerzo para prefigurar un país posible, un futuro mejor, luminoso y se ha luchado por ello. El pensamiento Bolivariano, reimpulsado por la acción revolucionaria del Comandante Chávez, nos permitió dar pasos agigantados hacia un país posible, pleno de grandeza, justicia e igualdad entre los habitantes de esta tierra de gracia que es el asiento de nuestra Patria: Venezuela.

Ese país esta allí, ese futuro es posible, en el legado del Comandante Chávez está prefigurado el futuro, plasmado en el Plan de la Patria y en el pensamiento Bolivariano, expresado a viva voz, construido junto al Pueblo en las intensas jornadas de trabajo que se convirtió en un permanente proceso dialéctico que alimentaba y permitía ir corrigiendo el rumbo y nos llevó desde el capitalismo con rostro humano y la tercera vía, hasta el anti imperialismo y el socialismo como propuestas para nuestro país, con un amplio respaldo en el seno de nuestro pueblo.

Todo lo que ha sucedido después de la partida prematura, extraña y muy dolorosa para todos del Jefe de nuestra Revolución, del líder de nuestro Pueblo, nos ha sometido a una prueba extraordinaria en cuanto a nuestra posibilidad o capacidad de defender nuestras ideas, principios y proyecto revolucionario, defender a nuestro Pueblo y a nuestra Patria.

Desde entonces la derecha venezolana, sus partidos políticos, sus agentes económicos, las transnacionales y nuestros enemigos internacionales pasaron a una etapa de confrontación contra la Revolución Bolivariana que creen definitiva entre los bloques históricos de la Patria y la anti Patria.

Por supuesto, ellos se prepararon mejor que nosotros, lo hicieron con antelación, o bien porque provocaron la muerte del Comandante o porque desde el primer síntoma visible de su enfermedad sus expertos y grupos de inteligencia prepararon escenarios y cursos de acción. Lo cierto es que, desde el inicio de la enfermedad del Presidente ellos comenzaron a actuar en una nueva etapa de la confrontación, para asaltar el poder y acabar con la posibilidad de ese futuro y ese país por el que tanto hemos luchado junto al Pueblo.

Después de la extraordinaria victoria del Comandante Chávez en las presidenciales del 2012, los factores económicos comenzaron a actuar. Recuerdo muy bien que en el equipo económico ya se expresaba preocupación sobre la tendencia alcista del dólar paralelo, provocado tanto por los agentes que tienen esa capacidad para manejar grandes volúmenes de dinero y especular financieramente, como por la acción premeditada de la inhumana, irrespetuosa y despiadada propaganda del enemigo que creaba ya las condiciones para generar un ambiente de desestabilización e incertidumbre ante las evidencias de empeoramiento en la salud del comandante Chávez.

A principios del ano 2013 se hizo un ajuste en el tipo de cambio, que por su puesto fue atacado fuertemente por los mismos sectores políticos de la oposición y sectores especulativos que estimulaban el ataque al valor de nuestra moneda. Era el chantaje, que nos ha hecho mucho daño, de atacarte económicamente, pero, si nos movemos en defensa de la economía, entonces acusarte de querer imponer un paquetazo como hicieron ellos por allá en los estertores de la cuarta República.

La ultima sesión de trabajo que tuvimos con el Comandante Chávez, fue en el Hospital Militar en Caracas, el jueves antes de su fallecimiento. Fue una reunión que se prolongó por varias horas y allí el Comandante Chávez, nos advirtió del ataque a la economía e identificó los actores nacionales e internacionales involucrados. Él pensaba estar al frente de esa batalla.

A partir de la partida del Comandante Chávez, creo que todos estábamos conscientes de nuestra alta responsabilidad para garantizar la continuidad de la Revolución Bolivariana. Tengo plena conciencia de las dificultades económicas y los poderosos intereses que nos acechan, y de los problemas políticos que confrontamos, de allí mi estricto apego al juramento de lealtad que hice al Comandante Chávez, en vida y ya después ante su féretro en Capilla Ardiente. Juramento que he mantenido, a pesar de todas las circunstancias y que mantendré hasta el último de mis días.

En este periodo se han podido superar y derrotar episodios de violencia continuada en el marco de los reiterados intentos de la oposición para tomar el poder por vías inconstitucionales. Lo mismo iniciaron desde el mismo momento que se emitieron los resultados electorales con el triunfo del Presidente Maduro, que la oposición llamó a desconocer “descargando su arrechera”, pasando por los tristes episodios de “la salida” que tanta muerte y dolor trajo por las apetencias de poder de los factores golpistas y ahora, este año, los meses de violencia inusitada y brutal de las “guarimbas” y el objetivo manifiesto de derrocar al gobierno constitucional, sin importar el alto costo en vidas humanas y los episodios dantescos de asesinatos, linchamientos y quema de seres humanos, todo nuevamente, con el objetivo manifiesto de tomar el poder.

Enfrentar la violencia por supuesto que desgasta al gobierno, la violencia tiene una dinámica propia, donde suceden todo tipo de cosas, desde los crímenes horrendos del fascismo, linchamientos, quema de seres humanos, ajusticiamientos, pasando por los excesos de agentes del orden público, los inocentes que caen en el fuego cruzado, o víctimas de trampas mortales de las guarimbas, la manipulación de artefactos explosivos improvisados, los dispositivos explosivos colocados al paso de las fuerzas del orden, entre otros.

La violencia ha puesto a prueba a las instituciones del Estado, garantes de la Seguridad y del castigo de estos crímenes, no puede haber impunidad, no puede pasarse la página a la ligera. Ha puesto a prueba a los partidos políticos y sus dirigentes. El liderazgo de la oposición tendrá que responder ante los órganos de la justicia y ante sus propios seguidores por el uso irresponsable que han hecho de la violencia y su falta de ética en el ejercicio de la política. Si al final aceptarían negociar y participar en las elecciones, entonces ¿por qué incitaron a la violencia, promovieron el odio y llamaron a sus seguidores a morir hasta que cayera el Gobierno?

Los cuerpos de seguridad del Estado, Ministerio Público e incluso los medios públicos, también están a prueba. No podemos dejar que, bajo ningún argumento, se abuse del poder, su actuación se desvíe del apego estricto a los derechos consagrados en nuestra Constitución y nuestras Leyes. Nosotros, el campo Revolucionario, tenemos que mantenernos firmes en la ética y la conducta permanente del Comandante Chávez en el combate a la violencia y a los adversarios políticos o enemigos del país. No dar excusas a los ataques internacionales, las acusaciones que cuestionan nuestro apego a los derechos fundamentales. No permitir que un exceso o una desviación se convierta en una acción recurrente, que puede salirse de control y que tanto daño nos hace ante el Pueblo y a la esencia de lo que somos y siempre seremos, un movimiento profundamente revolucionario y humanista, apegado a los principios de justicia y respeto al Pueblo.

La estrategia de desestabilización ha venido acompañada, en paralelo y sin tregua, por el ataque a la economía. Es el capitalismo como sistema, por intermedio de sus operadores políticos y económicos, quien trata de derrotar al proceso revolucionario o despojarlo de contenido y convertirlo en un movimiento político que pierda su esencia revolucionaria, transformadora, socialista y ceda o cohabite con el capitalismo, sus empresas, sus intereses, frenando y quedándonos estancados en el avance, difícil, de construir la base material, económica, que sustente al socialismo.

Esta área, sin duda, debe ser la prioridad de la acción del Gobierno. Es este el que tiene la responsabilidad y posibilidad de establecer una estrategia económica que, siempre en el marco de un pensamiento económico propio, en un país petrolero, que será por muchos años más un país petrolero, tiene el objetivo de construir el socialismo.

La economía y todas sus variables están inter relacionadas y vinculadas, inter dependientes. En este momento la economía se caracteriza por su inestabilidad, la acción de los mecanismos especulativo del capitalismo, ha socavado los elementos de estabilidad de la economía y han expuesto al Pueblo y a toda la sociedad a efectos indeseables, afectaciones y carencias, que deterioran su calidad de vida y obstaculizan el desarrollo de la sociedad.

Acá, si bien es cierto que actúan factores exógenos, como el precio del petróleo o la especulación y el bloqueo financiero, también es cierto que se han postergado o diferido decisiones, o bien basado en consideraciones de momentos políticos, o bien bajo un chantaje o dogma que nos quita agilidad y nos resta grados de libertad para actuar.

Este es el momento de actuar sobre elementos que nos continúan haciendo mucho daño y que ante la falta de abordaje de estos temas de manera transversal pierde efectividad cualquier decisión aislada como el incremento del precio de la gasolina.

Entre estos elementos está el tipo de cambio, es momento de revisar y avanzar progresivamente hacia otro sistema para la transacción de divisas. En este momento a quedado en evidencia que los mecanismos existentes no han sido efectivos. El paralelo sigue especulando a sus anchas y distorsionando la economía. En su momento hablamos de una convergencia hacia la baja de los tipos de cambio, el paralelo lo bajamos de 90 a 53 bolívar por dólar y la idea era que convergiera hacia los 23-25 bolívares por dólar, que era el cambio de indiferencia con Colombia, para luego mantener esa tasa fluctuando, con el BCV interviniendo y regulando.

La inflación, muy vinculada al tema cambiario, pero por supuesto a la cantidad de dinero circulante y la falta de oferta de productos, tiene un efecto desastroso en los ingresos del asalariado y resta posibilidades de establecer una política de precios adecuada. Hay un desacato masivo a los precios establecidos, porque la inflación y el tipo de cambio conspiran de manera articulada contra los precios y el abastecimiento.

El Producto Interno Bruto, es un indicador, de los severos problemas del aparato productivo nacional, en todos los sectores. Debe establecerse una política de estímulo y apoyo a sectores claves, comprometidos con metas claras y precisas de su contribución a la satisfacción de las necesidades internas. El estímulo no puede ser solo entregar las divisas, que son escasas y prioritarias para las necesidades del pueblo, sino otras medidas en el ámbito impositivo, cambiario, la posibilidad de exportar y utilizar en mayor medida su propias divisas, etc.

La producción petrolera, de acuerdo a los propios números de PDVSA y sus estados financieros, ha caído de manera preocupante, debe revisarse la gestión y capacidades operativas, apoyar a la empresa en el tema cambiario, pues eleva mucho sus costos operativos y la hace víctima de la especulación del sector proveedor de bienes y servicios. También deben reagruparse los cuadros con liderazgo y máximo conocimiento y experticia en el área para estructurar un plan efectivo de recuperación. Nuestra empresa nacional tiene que ser capaz de explotar nuestro Petróleo y gas para beneficio del Pueblo y del País.

Las sanciones norteamericanas, si bien están orientadas a impedir nuestro acceso a mecanismos de financiamiento, transacción de instrumentos financieros y repatriación de capitales de nuestra empresa CITGO, rehén en los EEUU. Nos ofrece también la oportunidad de terminar de estrechar lazos financieros y económicos con nuestros aliados internacionales, China, Rusia, India. Son gigantes de la economía, con capacidades de ayudarnos efectivamente a mantener nuestra soberanía económica.

Levantemos la mirada, hacia el futuro. Avancemos con determinación en medio de difíciles circunstancias, de los ataques y las amenazas. Levantemos la voz, la palabra de Chávez, defender su Legado, su obra. A nuestro país lo quieren caotizar, debilitar, para luego saquearlo. No podrán, no podrán con las fortalezas y capacidades de nuestro Pueblo, nuestra moral y ética, con la Revolución Bolivariana, con nuestros soldados y obreros, con nuestras instituciones y nuestros recursos estratégicos, que hoy día, gracias a Chávez, son del Pueblo y están al servicio de la Patria. ¡Venceremos!

«Ni un tantico así»

El Comandante Ernesto «Che» Guevara en su discurso a los «Pueblos del Mundo», en La Habana, por allá en el año 1967, dijo que al «Imperialismo no podía creérsele ni un tantico así», donde además habló de la «naturaleza del Imperialismo», pasando a describir sus atrocidades y crímenes alrededor del Mundo.

La administración norteamericana ha impuesto sanciones económicas y financieras a nuestro país. Las mismas, que fueron antecedidas de las sanciones a funcionarios del Estado Venezolano, incluyendo al Presidente de la República, y de la amenaza de considerar la opción militar contra nuestro país, no tienen precedente en nuestra historia contemporánea.

Estados Unidos amenazó a nuestro país durante la guerra de independencia en 1818. El Libertador Simón Bolívar respondió a estas amenazas, hechas por el agente del gobierno yanqui, John Irving Baptiste, diciéndole «…que no permitiré que se ultraje ni desprecie el gobierno ni los derechos de Venezuela. Defendiéndonos contra la España ha desaparecido una gran parte de nuestra población y el resto que queda ansía por merecer igual suerte. Lo mismo es para Venezuela combatir contra España que contra el mundo entero, si todo el mundo la ofende.»

De manera tal que, el imperialismo EXISTE, y actúa de manera precisa y despiadada. No le importa nada, sino garantizar sus intereses y sus mecanismos de dominación. En nuestro caso, es evidente que su interés fundamental es arrasar con la posibilidad revolucionaria y restablecer la subordinación de nuestro país a sus políticas, además de garantizarse el acceso a nuestros inmensos recursos naturales: las mayores reservas de petróleo del planeta, además de otros minerales como el hierro, coltán, uranio, oro y de un extenso territorio amazónico y de una privilegiada posición geoestratégica en nuestra región.

La administración del Presidente Trump conjuga en su seno las fuerzas más reaccionarias de la sociedad norteamericana. En su propio país existe gran preocupación por el resurgimiento de las corrientes de extrema derecha vinculadas al Ku Klux Klan, a la «supremacía blanca» y al «Tea Party». Además de los representantes más connotados del complejo industrial-financiero-militar de los Estados Unidos.

La imagen cuando el Presidente Trump amenazaba a nuestro país, a todos los venezolanos con la opción militar, reflejaba con claridad los intereses que conspiran contra nuestro Pueblo, contra nuestro país.

Por un lado estaba flanqueado por el Secretario de Estado Rex Tillerson, ex presidente de la transnacional petrolera Exxon Mobil, representante de los intereses petroleros más agresivos del planeta, que fueron nacionalizados por el Comandante Chávez y que ansían la revancha, para volver al país a imponernos sus condiciones colonialistas y expropiarnos las riquezas de todos los venezolanos.

Del otro lado Nikky Haley, política, ex gobernadora de Carolina del Sur y miembro prominente del «Tea Party», cercana a sectores del exilio cubano en Miami y factores de la extrema derecha venezolana. Conforma este el grupo político más ambicioso y pleno de odio, que ansían volver a controlar al Estado Venezolano como lo hicieron durante todo el siglo XX.

Todo este cuadro de agresiones, amenazas y sanciones, prefiguran una situación cualitativamente distinta en nuestra confrontación con los Estados Unidos, se ha pasado de la retórica y situaciones puntuales de confrontación política, a una agresión directa, abierta contra el país. Hay que estar conscientes que, más allá de las diferencias políticas o desavenencias internas hay que estrechar la unidad de los Patriotas para defender nuestra integridad, porque por primera vez, la potencia militar más agresiva del planeta, la más criminal, la más desesperada por actuar y marcar su presencia en el mundo, centra su acción y ha tomado la determinación de agredir a nuestro país.

Esta nueva situación, extraordinaria, amerita que el Estado Venezolano tome todas las medidas, también extraordinarias, para defender nuestra soberanía y proteger a nuestro pueblo.

En primera instancia, nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas, deben tomar todas las previsiones y medidas necesarias en defensa de la Patria y en cumplimiento del mandato Constitucional que tienen como garantes de nuestro territorio y seguridad, con un amplio uso de todas sus atribuciones en este sentido.

La permanente activación de la acción Cívico-Militar en defensa del país, nuestra movilización en el marco de la doctrina militar Bolivariana, la guerra asimétrica, como única respuesta posible ante la agresión de una súper potencia militar.

En el plano político, todas las fuerzas patriotas, bolivarianas, revolucionarias, deben actuar de conjunto para rechazar la agresión extranjera. El Estado Venezolano debe actuar de manera muy severa contra los que pregonan o minimizan la agresión extranjera. Debe actuarse con todo el peso de la ley contra la traición a la patria de aquellos sectores políticos, sociales o económicos que sean partidarios de una agresión extranjera.

El Estado Venezolano debe actuar, como lo estamos haciendo, en el ámbito internacional, bilateral, regional, multilateral para denunciar estas agresiones y prevenir una abierta intervención contra nuestro país.

En el ámbito económico, hay que tomar medidas para garantizar el pleno funcionamiento de todo nuestro sector productivo y económico. No puede tolerarse más la guerra económica, debe actuarse de manera contundente contra los sectores productivos que estén conspiren contra la economía del país. No puede haber libertad económica cuando se trata de enfrentar una agresión externa. Debe legislarse y tomarse medidas extraordinarias para garantizar el funcionamiento eficaz de todos los sectores económicos del país.

PDVSA

Nuestra industria petrolera es el centro de la agresión. Obviamente los agresores saben y comprenden de nuestras vulnerabilidades al depender en gran medida del ingreso petrolero.

Lo hemos planteado desde hace bastante tiempo, PDVSA tiene que haber previsto que sería el blanco de la agresión, que debe protegerse su actividad como una actividad estratégica para la seguridad de nuestra nación.

En nuestro momento, cuando estábamos al frente de la empresa, lo hicimos y esas medidas nos han protegido y nos deben permitir movernos con éxito en estas circunstancias.

Lo primero es la politización y movilización de nuestros trabajadores. Por eso insistimos en vincular a nuestros trabajadores, técnicos, gerentes en el acontecer político diario de nuestra revolución. Con movilización política y participación en las tareas de la revolución, los trabajadores petroleros se convirtieron en un baluarte de nuestra soberanía y defensa de la Patria. Tenemos que ser capaces de garantizar el petróleo para nuestro Pueblo, pero al mismo tiempo, impedir, por todos los medios que el petróleo y nuestra empresa sea el botín de los enemigos de la Patria. Despolitizar a PDVSA, desmovilizarla y perseguir o excluir a sus líderes naturales o históricos es un grave error que la debilita en este propósito estratégico.

Diversificación de mercados.

Fue solo hasta el año 2005, luego de la derrota del sabotaje petrolero en el 2003 y la estabilización de la operatividad de la industria, que comenzamos la política de diversificación de nuestros mercados petroleros.

Hasta ese momento TODA nuestra producción estaba dirigida al mercado norteamericano o al mercado especulativo. Iniciamos el duro trabajo de establecer nuevas rutas comerciales a nuestras exportaciones. En base a nuestros acuerdos bilaterales y bajo la orientación política del Comandante Chávez, iniciamos la exportación de petróleo a China, hasta llegar en pocos años en una colocación de más de 600 MBD de petróleo a la segunda economía del planeta y un destino seguro para colocar nuestro petróleo, operación que incluía la participación de las empresas petroleras Chinas en la Faja Petrolífera del Orinoco y la construcción de nuevas refinerías en el territorio Chino.

Para estas nuevas rutas comerciales establecimos una flota exclusiva y especializada en sociedad con las empresas chinas de súper tanqueros propios de más de dos millones de barriles de capacidad de transporte.

Igualmente, logramos acuerdos con las empresas de la India, país con gran capacidad de refinación de crudos pesados para colocar 400 MBD de petróleo. Hicimos acuerdos con Japón para colocar petróleo y Fuel Oil en ese mercado.

Igualmente, por primera vez, vendimos a nuestro propio mercado natural, nuestro espacio geopolítico, el caribe y sur américa, así como países de Europa y África.

A pesar de todos estos movimientos estratégicos, siempre mantuvimos la premisa de seguir suministrando petróleo al mercado norteamericano, no solo porque es un excelente negocio, es nuestro mercado natural, sino porque nuestro gobierno nunca utilizo al petróleo como un arma política. Solo suspenderíamos el suministro en caso de una agresión contra nuestro país.

Toda esta tarea de diversificación y cese de dependencia con el mercado y economía norteamericana, por supuesto tuvo que enfrentar toda la campaña de desinformación y manipulación de los intereses norteamericanos y la derecha venezolana, que durante todos los años de las transnacionales se lucraron del comercio exclusivo y de los descuentos que se daban en los suministros petroleros a los Estados Unidos, que llegaron a ser del 40% durante los años de la nefasta apertura petrolera.

Diversificación tecnológica.

Cuando los precios del petróleo cayeron entre mediados del 2008 hasta enero del 2009 desde 120$/barril hasta 35$/barril, el Comandante Chávez, aprobó el Plan de Soberanía tecnológica que le presentamos, para disminuir nuestra dependencia en PDVSA de suplidores tradicionales norteamericanos. Fue por eso que se creó la filial PDVSA Industrial. Esa fue la razón.

A partir de allí, creamos la empresa de Software «Guardián del Alba», para satisfacer las necesidades estratégicas de la empresa en materia de automatización e informática y no depender de las empresas tradicionales, creamos la Empresa Nacional de Tubos, un conglomerado de empresas de tubos («Batalla del Juncal», «Batalla de los Horcones», entre otras), Fábrica de Válvulas, Lodos de perforación, PDVSA Servicios, Talaros Chinos, Empresa Nacional de Transporte, Empresa mixta VICOHA, PDVSA Naval, etc.

Esa fue la razón de la creación de tantas filiales de PDVSA, no petroleras, pero determinantes para nuestra soberanía. Luego llegaron los opinadores de oficio, que no entendiendo o sin ni siquiera preguntar el por qué de estas decisiones estratégicas, criticaron e incluso revirtieron estas decisiones del Comandante Chávez.

Diversificación Financiera.

En la misma orientación iniciamos una diversificación de las instituciones financieras con las que trabajaba nuestra empresa, previendo ya la agresividad de la administración norteamericana de entonces y por las pretensiones exorbitantes de las transnacionales petroleras en los juicios internacionales de arbitraje establecidos en el marco de la apertura petrolera y que se activaron producto de las decisiones soberanas del Estado venezolano.

Así, comenzamos a buscar otras fuentes financieras para la empresa y para el país como el Fondo Chino, suscrito en el marco de nuestros acuerdos bilaterales con el banco de Desarrollo de China. Igualmente transferimos todas nuestras cuentas colectoras a bancos chinos, rusos, europeos, previendo cualquier acción de las autoridades norteamericanas contra nuestro país.

Acá, igualmente tuvimos que enfrentar la desinformación, manipulación y matrices comunicacionales contra estas medidas de defensa de nuestra economía. Incluso las acusaciones infundadas en los medios opositores por estos cambios de nuestras cuentas a espacios seguros para nuestro país.

CITGO

Siempre lo dijimos. Citgo es un rehén de las autoridades norteamericanas. Fue el segmento de la apertura petrolera que no pudimos derrotar. El Comandante Chávez dio la instrucción de vender, salir de esta filial, establecida como una empresa norteamericana, durante la apertura petrolera, como una garantía de recobrar las inversiones de las trasnacionales en Venezuela, si las mismas eran afectadas por decisiones soberanas del Estado Venezolano.

Solo pudimos desprendernos de unas 5.000 estaciones de combustibles de las 12.000 originales que nos convertían en grandes compradores de productos para poder satisfacerlas, representando costos de hasta 34 mil millones de dólares al año.

Solo pudimos vender algunas refinerías y terminales para repatriar estos recursos al Estado venezolano, activos que nunca dieron dividendos al país y que no se justificaban como inversiones, más aun cuando las mismas se realizaron en los años de crisis económica entre los años 1986 y 1999.

No pudimos liquidar estos activos. Durante nuestra gestión como vicepresidente económico, iniciamos un proceso de venta, salvaguardando los contratos de suministro de petróleo venezolano de largo plazo, por el cual recibimos ofertas de hasta 15 mil millones de dólares. No se pudo, se inició de inmediatico la campaña mediática en contra de la operación, el chantaje y miedo de avanzar en esta línea.

Defensa de la Patria.

Estuvo con nosotros en las Naciones Unidas el canciller Arreaza. Juntos le dimos respuesta a las agresiones norteamericanas, nos entrevistamos con el Secretario General Guterres y pudo tener contacto directo con los embajadores del Alba, Movimiento de No Alineados, Grupo Africano, Árabe y los embajadores de Rusia y China.

Acá estamos desplegados en defensa de nuestra soberanía y nuestro pueblo. Daremos la batalla hasta sus últimas consecuencias, con lealtad y firmeza. Seguro estoy que nuestros trabajadores petroleros, soldados, estudiantes y todo el Pueblo sabrá movilizarse en defensa de la patria y de la Revolución. Con Chávez siempre. ¡Venceremos!

El huevo de la serpiente

De muy joven me impresionó la película del Maestro del cine sueco Ingmar Bergman, con este título tan preciso para describir algunas de las causas que dieron origen al nazismo en Alemania.

Un conjunto de condiciones económicas deplorables, incluso desesperantes, aunado a la acción premeditada de los ideólogos del pensamiento totalitario y nazi-fascista que luego arrasaría Europa, trabajaban en la mente humana, en las contradicciones del individuo, en su desesperanza, para lograr sobre estas vulnerabilidades, la manipulación de conductas primarias del hombre, que se multiplicarían en las masas, sostenido por un pensamiento totalitario, violento, excluyente. En la película, se observa el huevo de la serpiente, donde a trasluz, se ve la criatura que se incuba y crece en su interior, amenazante, aún antes de su surgimiento definitivo. El fascismo es un fenómeno al que se puede observar mientras se gesta, antes de su aparición, solo hay que ver con cuidado.

Comento todo esto por los acontecimientos que han sacudido al país estos últimos cuatro meses. La violencia a la que fuimos sometidos, tiene varias diferencias cualitativas con episodios violentos anteriores, a las que debemos prestar mucha atención, saber observar, a trasluz, el huevo de la serpiente.

En todos los episodios de violencia, desde el gobierno del Comandante Chávez, hasta nuestros días, los actores visibles de la oposición son los mismos, los mismos partidos, los mismos rostros, tal vez algunos han surgido de manera relevante por primera vez, pareciera que ya han salido del huevo de la serpiente. Agrupaciones y partidos políticos de extrema derecha con un pensamiento y accionar claramente totalitario, violento, intolerante, fascista.

Algunas señales evidentes de estas diferencias preocupantes, en el tipo de violencia que confrontamos, es la quema y linchamiento de seres humanos. Las escenas de estos episodios inauditos de violencia en el país, nos exponen a una brutalidad que supera el accionar del Klu Klux Klans en los Estados Unidos, cuando la artista afroamericana Billie Holiday, cantaba con tristeza sobre los «extraños frutos que dan los árboles del sur» para graficar a las víctimas afroamericanas de la intolerancia y el racismo, colgadas en los árboles de Misisipi, Alabama, Carolina del Sur.

En un caso, la sola apariencia de Chavista, de pueblo humilde, de muchacho de barrio, un joven, Orlando Figuera, que tuvo la mala suerte de acercarse o caer en la guarimba de Altamira, le bastó a la horda violenta para golpearlo, apuñalearlo y luego quemarlo vivo, cuando Orlando se tambaleaba tratando de escapar, lo seguían golpeando, las imágenes son estremecedoras. Los perpetradores siguen impunes, han contado con la protección de las autoridades municipales, que han permitido e instigado su accionar, los han glorificado, convirtiendo ese municipio en un territorio referente del caos, condenando a sus propios habitantes a la acción violenta y permanente de estos grupos.

En otro caso, amarraron en un poste a un joven con las mismas características del anterior, lo apuñalearon, dispararon y asesinaron a golpes, aun lo siguieron golpeando ya muerto, hasta desfigurarlo, con saña de animales. Acá actuaron residentes de edificios, quienes participan de los hechos más crueles, convirtiendo esos espacios en verdaderos infiernos donde se impone la violencia a una mayoría silente y chantajeada.

Están los casos de las ejecuciones en las guarimbas de exfuncionarios y exsoldados. Primero la tortura, la vejación y después el vil asesinato. O los dispositivos explosivos colocados y diseñados para asesinar funcionarios del orden público, el intento permanente y deliberado de quemarlos, degollarlos o producir cualquier tipo de daño irreversible, sin importar si es una mujer, un joven.

Por supuesto, ha habido víctimas producto de la acción de los cuerpos de seguridad, excesos que también preocupan, que deben ser sancionados severamente, tal como lo ha dicho el Ministro de la Defensa, no se estimulan, ni toleran. Es la diferencia respecto a la oposición. El Estado es capaz de regular y sancionar desviaciones respecto al uso de la fuerza. En cambio la oposición, lo estimula, lo glorifica, lo apoya, lo incita, pero nadie responde por estos actos. A ellos solo les interesaba la muerte de más y más venezolanos para alcanzar el objetivo injerencista. Al Estado le interesa la paz y proteger a TODOS los ciudadanos de la violencia.

Por otra parte, las llamadas redes sociales deben ser objeto de una revisión profunda. Una de las características del accionar de la violencia fascista, es el anonimato. Está demostrado por estudiosos del tema, entre ellos por Sigmund Freud y Wilhelm Reich, que el fascismo ha sido capaz de exacerbar las conductas y reacciones primarias del ser humano, en este caso para la violencia con objetivos políticos, porque se actúa en el anonimato de la masa, de la multitud, donde se expresan conductas inducidas y distintas a las que una persona asumiría si tuviese que dar la cara, responder por sus actos.

Igual sucede con las redes sociales, no se sabe quién escribe, si es un robot, una máquina, un loco, un degenerado, un criminal o cualquier otra mente enferma. Los usuarios son estimulados a verter su odio, se dicen las cosas más espantosas, se instiga a la violencia. A veces la excitación de la estupidez es tal que, personas reconocidas proponen barbaridades como lanzar objetos contundentes desde los edificios para matar Chavistas. Lo peor es que algún criminal o estúpido lo hace, y mata a una señora que apresurada caminaba hacia su casa.

Otras veces, siempre amparados en el anonimato, se instiga la violencia cobarde contra los hijos de los Chavistas o funcionarios del Estado, hasta que se encuentran con la realidad de que ellos también pueden ser confrontados y quedar expuestos, con rostro, nombre y apellido en las mismas redes sociales como unos disociados y sujetos a la actuación de las autoridades en países como acá en los Estados Unidos, donde su agresión es un delito que no se tolera.

Las redes sociales, utilizadas para estimular la violencia, como instrumento de propaganda política, obedecen a un guion que es similar en sus códigos, conductas y exaltaciones. Viendo los videos de los grupos neo-nazis y de «supremacía blanca» en Charlottesville, agrediendo y golpeando a un joven afroamericano, inmediatamente me vino a la mente la imagen de las guarimbas, las mismas caras cubiertas, máscaras, armas, objetos contundentes, escudos con cruces y símbolos de sectas. Igual actuaron neo-nazis en Ucrania con la violencia desbordada, quemando policías, hasta provocar el golpe de Estado, nos damos cuenta que es el mismo guion de violencia con inusitado apoyo internacional contra nuestro país.

En las Naciones Unidas, se pueden constatar y conocer los detalles de todas las medidas que toman los Estados para proteger a sus ciudadanos del terrorismo y la violencia, desde la actuación preventiva, el uso de la inteligencia, la acción reactiva, contundente, la regulación de los medios y redes sociales, la rendición de cuentas. Nadie lo cuestiona. Pero claro, en nuestro caso, la acción del Estado siempre es criminalizada, es la doble moral, la propaganda para desestabilizar al país.

El Estado es el responsable de proteger a sus ciudadanos de la violencia, siempre en el marco del respeto a los derechos humanos, nuestra Constitución y leyes, los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y los tratados internacionales de los cuales somos signatarios.

Es el deber ser. Muchos países y potencias actúan de manera ilegal contra sus propios pueblos o contra otros países, bajo cualquier pretexto. Pero en nuestro caso, tenemos que ceñirnos estrechamente al respeto de nuestra Constitución y los principios que consagra. Actuar de manera distinta, sería socavar la ética que sustenta al socialismo y al pensamiento Bolivariano.

Las Instituciones del Estado deben actuar en esta dirección y evitar la impunidad. Ningún acuerdo político puede dejar a un lado a las víctimas de la violencia, la rendición de cuentas y castigo a los culpables. Sin justicia no habrá paz.

La Política

La violencia ha sido derrotada políticamente, la desaparición de las guarimbas, así, de la noche a la mañana, es un indicador de esta realidad, pero también demuestra que la oposición era quien las motivaba, financiaba, estimulaba.

Ahora vamos a las elecciones para gobernadores. La oposición ha manifestado su intención de participar, con el mismo CNE que hasta hace solo unos días repudiaban, mientras llamaban a sus partidarios a morir en las guarimbas. Extraña la ética política de la oposición, tanta violencia, desestabilización y muerte para finalmente participar en un proceso que siempre estuvo allí.

Debo expresar mi pleno respaldo a todos los candidatos de la Revolución, del PSUV, a las gobernaciones. Creo que debemos apretar el paso de la ofensiva para obtener una contundente victoria, un triunfo para el Pueblo y el Socialismo, una oportunidad de corregir y renovar nuestra gestión en todo el país.

Por otra parte, en la Asamblea Nacional Constituyente existe una comisión económica que tiene una gran tarea, preservar la Línea Roja de Chávez, su política petrolera. Reitero la necesidad de que en su seno se revisen los contratos de interés público, como los vinculados al Petróleo y Gas. Igualmente, la gestión de las empresas públicas, comenzando por PDVSA, su producción, su situación operativa, financiera, siguiendo con todo el sector de industrias básicas, alimentos, transporte, etc. Sus objetivos, metas, forma de funcionamiento. La distribución de alimentos y medicamentos, nuestra propia red de distribución, ¿Cómo está? ¿Dónde está? El tema cambiario. ¿Podemos controlar el dólar en la situación actual, con esos tipos de cambio tan dispares que estimulan al paralelo? La producción interna, el trabajo, las Grandes Misiones vinculadas a la economía como la Gran Misión Vivienda Venezuela.

He seguido varios de los debates, me sorprenden algunas propuestas con las que hay que tener cuidado, que no tienen sustento legal, ni respetan algunos principios como la tipicidad, proporcionalidad, ni la especificidad. En otros, se percibe una intención honesta de avanzar en satisfacer las expectativas del pueblo, esa es la que debe prevalecer. En todo caso, deben escucharse todas las posiciones y dar la discusión, sin aplanadoras, ni decisiones aéreas.

La Corrupción

Sobre los casos de extorsiones denunciados ante la ANC y el Ministerio Público, aunque no puedo emitir opinión específica ni acusar a nadie porque no tengo los elementos, sí puedo decir que este fenómeno se presenta en otras instituciones y cuerpos policiales, incluyendo la Asamblea Nacional. Sé de muchos expedientes y acusaciones, que tienen como objetivo extorsionar, incluso encarcelar sin ninguna posibilidad de aclarar la situación legal o defenderse de las imputaciones sin ceder a la extorsión.

Yo mismo sufrí los intentos de extorsión de los diputados de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, ya todos sabemos qué tipo de personas son y cuál es su estatura ética y moral, ante mi negativa y por supuesto mi rechazo a la maniobra política, se desataron sobre mí todos los mecanismos que tienen de difamar y ofender.

Conozco de compañeros, injustamente acusados, en algunos casos producto de intereses mezquinos que, al no ceder a la extorsión, han tenido que salir del país o están retenidos, algunos por casi tres años, sin ni siquiera ser acusados. Son héroes en la derrota del sabotaje petrolero y la consolidación de la Nueva PDVSA. Deben tener una oportunidad de aclarar su situación.

Las amenazas del Gobierno Norteamericano

El video donde el Presidente Trump amenaza al país con una acción militar, es ilustrativo de los intereses en juego y las causas de la desestabilización. De un lado, el Secretario de Estado Tillerson, ex presidente de la Exxon Mobil, conocida y agresiva transnacional petrolera, que fue nacionalizada por el Comandante Chávez, contra la que hemos ganado juicios internacionales de arbitraje y que tiene la expectativa de volver a imponernos sus condiciones inaceptables; del otro lado, la Embajadora ante la ONU Nikky Haley, política conservadora del «Tea Party», promotora de la candidatura de Marco Rubio en las primarias republicanas. Pareciera que la administración norteamericana está subordinando su política hacia nuestro país a los deseos e intereses de la extrema derecha de Miami, con estrechos vínculos con líderes opositores venezolanos, que han pedido una intervención militar contra nuestra Patria.

Estas sanciones y amenazas norteamericanas se producen justamente cuando ha disminuido, casi en su totalidad, la violencia en nuestro país. Por otra parte, las sanciones ilegales contra altos funcionarios del Estado Venezolano, incluyendo al Presidente Maduro, tienen el claro objetivo de deslegitimar nuestras instituciones.

Sin embargo, Trump se llevó una sorpresa al recibir un rechazo unánime de los países de la región, a una aventura que nos retrotraería a los tiempos cuando Estados Unidos invadía nuestros países a sus anchas.

La amenaza estadounidense subestima e ignora que está refiriéndose a la Patria de Bolívar, Sucre, Miranda, a la tierra de Chávez. El Estado venezolano ha respondido como corresponde y nuestras Fuerzas Armadas Bolivarianas, junto al Pueblo, están prestos a defender nuestra integridad territorial, soberanía e independencia, a cualquier costo ¡Viva Chávez! ¡Venceremos!

¿Valió la pena?

Las guarimbas, para bien de nuestra Nación, desaparecieron, así, de la noche a la mañana. Todo indica y lo han declarado sus cabecillas, que los factores de la extrema derecha venezolana decidieron dejar de un lado, por lo menos momentáneamente, la estrategia de la violencia y acudir a la contienda de las elecciones regionales.

Después de meses de incendiar al país, llamar a un golpe de estado, tantos muertos, ahora la oposición asistirá a la contienda electoral, con el mismo Consejo Nacional Electoral que tanto repudiaron y con las mismas reglas y condiciones que siempre estuvieron allí, contempladas en nuestras leyes y contra las que llamaron a sus seguidores a matar o morir. Habría que preguntarles si valió la pena, tanta destrucción, tanta zozobra.

Me imagino que estos señores de la violencia explicaran al país y a sus seguidores, por qué insistieron en salidas inconstitucionales, por qué predicaron la violencia e intolerancia para motivar actos criminales, por qué le hicieron creer a sus seguidores, sobre todo a los jóvenes, que derrocar un gobierno era un acto que solo dependía de que ellos, siempre en primera línea, generaran violencia ¿Valió la pena?

Tendrán la valentía los cabecillas de la oposición, los generales del tuiter, de explicarle al país por qué llegaron a promover o guardar silencio ante la quema de seres humanos, los linchamientos de personas por parecer Chavistas, las ejecuciones sumarias en las guarimbas de la intolerancia. ¿Qué le van a decir a las familias de las victimas fatales, a las madres, hermanas, hermanos, padres? Acaso era necesario para que ellos participaran en las regionales ¿Para qué era necesario? ¿Fue alguna vez necesario? ¿Valió la pena tanta muerte?

Los instigadores de los actos violentos, desde el anonimato del tuiter, o a buen resguardo, los que estaban prestos a instigar y glorificar a los encapuchados, para que cometieran actos violentos, tomarse fotos para el tuiter, con la cara impregnada de «maalox», esconderse a esperar la cuenta sangrienta, para luego salir a declarar, justificar cualquier barbaridad y convocar más violencia. ¿Valió la pena tanta mentira?

Estos señores, ¿algún día le darán la cara a los familiares de los agentes del orden público asesinados, o a los de los jóvenes linchados o quemados vivos, o los decapitados por guayas, o a sus propios seguidores, jóvenes, niños, manipulados, glorificados por la propaganda, dotados de mascaras, explosivos, artefactos improvisados, convencidos de que era posible atacar una base militar sin consecuencias, o poner bombas al paso de los cuerpos de seguridad impunemente? ¿Les dirán acaso que valió la pena el sacrificio?

Extraño ajedrez de la muerte, donde las manos que lo mueven, sin rostro definido, siempre a salvo, sacrifican a sus seguidores, a los que tratan tristemente como peones, muy pocas veces se pierde un alfil o una torre, no, ellos serán candidatos a algo. Es usual el enroque y las jugadas defensivas, la protección de la reina. Algún día se les acabará el tiempo en el reloj de este juego de la muerte.

Por ello, los señores de la extrema derecha, los responsables de esta oleada sangrienta no pueden quedar impunes. Tiene que prevalecer la justicia, sino no habrá paz. Esto, debe suceder independientemente de cualquier pacto o negociación, en ese tablero de la muerte, del que nadie sabe cuanto tiempo durará, ni el alcance ni su profundidad.

Los que se excedieron en el control del orden público, también deben responder a la justicia, todos los actos de violencia deben ser investigados y sancionados debidamente.

Fueron, son, muchas las víctimas, ahora no puede quedar todo así, como si nada, con un «hasta la próxima». No. Ya lo hicimos antes, se han perdonado golpe de estado, sabotaje petrolero, guarimbas y no creo que le haya hecho bien a nuestro sistema político, ni a nuestra sociedad. No puede haber impunidad.

Tiene que ver con la naturaleza de nuestros contendores. Una mezcla de irracionalidad, ansias de poder, apoyos externos, corrupción y falta de ética que resulta en una clase política absolutamente irresponsable, con el país, con sus seguidores, absolutamente inmediatista y violenta.

A sus mentores desde el exterior, no les interesa en absoluto si valió la pena o no, si destrozaron al país o no, cuantos muertos fueron. No están aquí, no es su país, no es su gente, no les interesa.

Los sectores e instituciones que se suponen, tienen algún peso en la conciencia de nuestra sociedad, tienen que hacer un acto de reflexión, en el caso de la iglesia un sincero «mea culpa», sobre el silencio que guardaron ante hechos tan espantosos como la quema o el linchamiento de seres humanos. Aquellos involucrados directamente en la violencia deben pasar por un proceso de evaluación profundo, cuestionarse, preguntarse miles de veces si acaso valió la pena y tratar estos episodios de violencia ciega y fascista como una enfermedad. Hay algo en algunos sectores de nuestra sociedad que debe ser sanado, reparado.

Pareciera entonces que la mayor amenaza a la paz lo constituye la injerencia externa. La posición abiertamente injerencista de un grupo de países de la región es inaceptable, pero además es una clara manifestación de la doble moral con que se miran y tratan nuestros asuntos. Países cuyos gobiernos son producto de un golpe de estado, países donde desaparecen miles de personas cada año, donde consiguen los cuerpos de mas de 45 niños asesinados y mutilados para extraer sus órganos, u otros tantos jóvenes que aun no aparecen, o países donde el paramilitarismo ha cometido toda clase de crímenes de guerra como parte de la estrategia anti insurgente, países donde hay mas de dos millones de presos, o que tienen la facultad de asesinar, así sumariamente, personas y civiles, por vía de dispositivos de alta sofisticación tecnológica, países que se han beneficiado y han crecido gracias a que amparan y reciben el dinero producto del robo y especulación financiera, paraísos fiscales, países donde su pueblo originario es segregado por una elite transculturizada y racista, son esos países y sus gobiernos los que pretender calificar, condenar e intervenir en nuestros asuntos. La hipocresía de la derecha.

Los Estados Unidos siguen imponiendo sanciones, en contravención al derecho internacional, que solo sirven para estimular salidas inconstitucionales, para debilitar a las instituciones del Estado, promoviendo el fortalecimiento de posiciones extremistas. Insiste la administración norteamericana en subordinar su visión de nuestros asuntos a los dictámenes de la extrema derecha de Florida, quienes abiertamente apoyan acciones militares como el ataque al Fuerte Paramacay.

La reciente amenaza de la administración norteamericana de considerar la opción militar contra nuestro país, no tiene precedentes en nuestra historia contemporánea. Se olvidan, en sus arrebatos imperiales, que se refieren a Venezuela, la cuna de Bolívar, de Sucre, Miranda y Zamora, la tierra de Chávez.

Con estas postura, lamentablemente siguen de espaldas a nuestra región. Las agresiones de un país, tan poderoso, con tantos problemas y con una retórica guerrerista que preocupa a todo el mundo, debería unificar a toda la Patria, sin condiciones, en defensa de nuestra soberanía, independencia e integridad territorial.
Quisiera insistir en la economía porque estoy convencido que es el asunto a resolver con prioridad para poder superar todo el esquema de desestabilización que se ha instalado en los últimos anos y avanzar en la construcción de un modelo económico propio, en el socialismo.

Primero debemos entender que la economía es una ciencia, tiene sus leyes, sus factores, sus reglas, su razón de ser es científica. Allí tenemos desde Adam Smith padre del Capitalismo hasta Carlos Marx, padre del Socialismo. Es decir, desde cualquier postura ideológica, a nadie se le ocurría negarla, mucho menos subestimarla, a menos que sea una especie de socialismo romántico que entonces perecerá, inexorablemente, bajo la acción del Capitalismo globalizado.

Debemos comenzar por reconocer, que aunque indudablemente existen factores externos que condicionan nuestro desempeño económico, como el precio del petróleo, que existen factores políticamente motivados, sin racionalidad económica, es el Estado que tiene la responsabilidad de gobernar la economía para proteger a nuestro pueblo y todo nuestro sistema de garantías sociales de los embates del capitalismo rampante y atrasado que esta instalado en el país a la sombra del rentismo petrolero.

Cuando se habla del fracaso de modelos, insisto acá, lo que se ha demostrado es la inviabilidad del Capitalismo como sistema, no solo por su desempeño a nivel mundial, que trajo aparejado el colonialismo, el saqueo de continentes enteros, dos guerras mundiales, invasiones, violencia, hambrunas, segregación, desempleo, arrase de los recursos naturales y responsable del cambio climático.

Si no logramos gobernar la economía, se impondrá la lógica del mercado y se desplegaran con toda crudeza los mecanismos de apropiación de la renta que tiene el capitalismo: especulación, inflación, manipulación cambiaria, contrabando, descapitalización, fuga de capitales.

Recuperamos el manejo soberano de nuestro petróleo, de PDVSA y de la renta petrolera, poniéndola al servicio del pueblo, sosteniendo y apuntalando los tremendos avances sociales de nuestra Revolución.

Avanzamos en la recuperación de algunas empresas básicas, en la creación de un sector de la agroindustria, incipiente y desarticulado, en algunos sectores de la agricultura, ideas y proyectos en desarrollo.
Todo eso es cierto y hay que defenderlo, hay que reivindicarlo porque son pasos en la dirección correcta, para salir del rentismo petrolero y darle sostenibilidad a nuestro proyecto, del socialismo, como insistía el Comandante Chávez al final de su vida al servicio del Pueblo.

Sin embargo no es suficiente, hay temas que no se han asumido, se deben tomar decisiones impostergables. Ahora tenemos menos holgura, molestia en el pueblo, daño acumulado en algunos sectores productivos y se ha cerrado aun mas la agresión y el hostigamiento externo. Pero podemos hacerlo, sabemos como, que hacer para defender nuestra Patria.

En nuestra economía el sector petrolero es esencial, por ello hay que estar atentos y preservar nuestra Política de Plena Soberanía Petrolera, el Régimen Fiscal Petrolero y los esquemas de control establecidos en nuestra Ley Orgánica de Hidrocarburos. Es lo que señalé en alguna oportunidad como la «Línea Roja de Chávez».

Ahora, con la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, los contratos de interés publico, como los vinculados a las empresas mixtas de petróleo, deben ser sometidos a la discusión en su seno. Eso los blindaría de cara al futuro. Hay que recordar que el espíritu del Constituyentista de 1999 era que mas nunca este tipo contratos de tanto impacto sobre el país fueran aprobados entre gallos y media noche como sucedió durante la Apertura Petrolera, en los estertores de la cuarta República.

Por otra parte hay que revisar los resultados operacionales y financieros de PDVSA. Existe información directa suministrada a la OPEP, que refleja una caída de producción de entre 600 y 700 mil barriles días desde 2014 al 2017. Esto amerita una profunda evaluación, para tomar medidas que respalden a nuestra empresa.
Igual debe hacerse con todas nuestras empresas estatales, debe revisarse su esquema de funcionamiento, su articulación, sus objetivos concretos, sus tareas en la economía.

Definitivamente hay que actuar sobre el tipo de cambio. Habíamos planteado un tipo de cambio convergente, hacia un nivel que pudiese flotar, arbitrado por el Banco Central de Venezuela y no por una página guarimbera que sube y baja el «valor» del paralelo sin ningún tipo de racionalidad.

Combatir la inflación, este es el mayor depredador del trabajo y ahorro de nuestros trabajadores. Todos los factores hay que revisarlos, pero el tipo de cambio, la falta de producción u oferta y la cantidad de dinero circulante tienen la mayor incidencia en este fenómeno, que debe medirse y controlarse.

El trabajo, como una actividad esencial de nuestra sociedad, de nuestro futuro. Expandir nuestras fuerzas productivas, en el área de alimentación, agroindustria, transformación, acero, agrícola, la producción de alimentos, satisfacer nuestros necesidades. Buscar esquemas propios de desarrollo, insistir en el socialismo, mantener los espacios y capacidades existentes en el país.

Algunas veces se subestima la conciencia popular, del poder popular, de los trabajadores, sin embargo nuestro pueblo humilde, bolivariano y profundamente politizado y participativo, esta listo para dar la discusión del tema económico y apoyar las medidas necesarias para salir de esta trampa en la que estamos, entre el chantaje y la violencia.

Esta Revolución definitivamente ha valido la pena, luchar todos estos anos al lado del Comandante Chávez, junto al Pueblo, ha valido la pena. Recuperar nuestra soberanía y reivindicar a nuestro pueblo y nuestra patria, ha valido la pena.

Entonces para defender el legado del Comandante Chávez, nuestra Patria y nuestras conquistas sociales, hay que avanzar de manera decidida, sin titubeos, con confianza, de manera leal, sin atajos, creyendo firmemente en el Socialismo, en el Pueblo, en Chávez. ¡Venceremos!

Cuando baje la marea

Todo el país ha sufrido los efectos devastadores de una especie de Tsunami político que se ha desatado desde principios de este año. Es muy característico el hecho de que esta ola de desestabilización se desplazara con toda su furia precisamente a partir de la intervención y acción política de Almagro desde la OEA. Por supuesto, Almagro fue la cara, el agente. La agresión viene articulada desde la OEA por los Estados Unidos y los gobiernos de derecha de la región.

La violencia, los muertos, la guarimba, el caos de la vida cotidiana, la desestabilización y el desacuerdo político, la crisis y confrontación entre poderes, la disfuncionalidad y la actuación criminal del fascismo, con sus crueles e inhumanos métodos de quemar seres humanos, linchamientos, asesinatos e intolerancia han sacudido y consternado la conciencia del país.

La movilización del Pueblo el pasado domingo, que acudió al proceso electoral en condiciones económicas adversas, sufriendo los trancazos o secuestros colectivos, las guarimbas, amenazas, violencia y presencia de grupos armados que impedían su participación muestra que hay una esperanza viva en su seno, una esperanza en Chávez.

Las circunstancias políticas y la composición de la Asamblea Nacional Constituyente requieren de ella un desempeño que permita allanar el camino hacia la estabilidad política y concentrar los esfuerzos en la recuperación de la paz, la justicia y la defensa de nuestra soberanía, para avanzar en la resolución de la crisis que nos afecta. No es momento para actuaciones destempladas, ni amenazas, ni el discurso de la intolerancia. Se trata de administrar con humildad, sabiduría y mucha inteligencia política el nuevo espacio o posibilidad que se abre al país.

La agresión internacional continuará, se intensificará la injerencia, las sanciones norteamericanas, la Unión Europea, la OEA, Mercosur, el desconocimiento por parte de otros gobiernos y cualquier otra acción temeraria contra el país. Hay que estar preparados para todos los escenarios. Tomar las decisiones necesarias, llamar a los mejores cuadros, dejar atrás el sectarismo y abrir el espacio donde se están tomando las decisiones políticas y económicas. Hay que rescatar la discusión de los problemas, la crítica constructiva, la humildad, la actuación del PSUV en todos los niveles de la batalla, dejar de perseguir opiniones o posiciones, dejar los linchamientos políticos por las redes sociales, convocar a todos, rescatar a Chávez.

Si algo demuestra o pone de manifiesto la masiva movilización popular para la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, es que Chávez sigue entre el Pueblo.

Los esfuerzos de movilización en Táriba, Mérida, Caracas, entre otros, sorteando todas las dificultades y la violencia para ir a votar, nos recuerda de una manera dramática y hermosa, que allí está, más allá de los problemas políticos, ajenos a las disputas de grupos o visiones tácticas de la situación, ajenas al tuiter y sus «tendencias», ajenos a la diatriba política dentro del Chavismo, ajenos a cualquier negociación, allí está el inmenso pueblo Chavista, el amor al comandante Chávez, sin mucha teoría, con mucha pasión, una pasión Patria, con un sentimiento casi religioso, de apoyo a lo que ellos entienden como su revolución, es decir lo que Chávez les enseñó, les dijo, les contó, les prometió, les dio, el futuro que Chávez nos mostró como una posibilidad de país, con su grandeza, su gloria, sus valores, su fuerza. A ese Pueblo nos debemos, por ese pueblo hay que darlo todo, hacer lo que se tenga que hacer, pero hacerlo bien, no defraudar esa esperanza.

La oposición se debate entre sus propias contradicciones y miasmas, su falta de liderazgo, de programa, de valor para desmarcarse de la violencia y la intolerancia, su inmediatismo, ansias de poder, su odio compulsivo y patológico contra el Chavismo, su desconocimiento de la realidad de país y falta de vinculación con nuestro pueblo pobre.

Esta oposición irresponsable que organiza, alienta, promueve las guarimbas, paga para la violencia, usan armamento, usan niños, buscan víctimas fatales, que alimentan la violencia con el discurso de la intolerancia, el racismo, el odio, que instiga a que vayan a morir en las guarimbas, mientras ellos están a buen resguardo, cuando se producen las víctimas entonces las glorifican y manipulan, utilizando como propaganda el dolor de sus familiares.

Esta oposición que instiga al enfrentamiento final, pero a la vez negocia en secreto para obtener sus propias ventajas personales y grupales, ha desatado unos niveles de violencia nunca vistos en el país, con episodios de saña y crueldad que le han hecho mucho daño a nuestra sociedad, conducidos por nadie, por fuerzas extremistas e intolerantes que no dan la cara, que se expresan por tuiter, que dirigen desde Miami.

Una oposición vinculada a los intereses anti nacionales, anti venezolano, vinculados al paramilitarismo, al Uribismo, a la extrema derecha de los países de la región, al odio de Miami, ofreciendo nuestros recursos, nuestro territorio, ofreciendo el despojo a cambio de la intervención en nuestro país que les devuelva el poder que ya detentaron por más de cuarenta años.

El peligro con una oposición de estas características es que está dispuesta a hacer lo que sea para obtener el poder. De esto se trata todo esto, del poder. Se ha reconocido que se subestimó de alguna manera la violencia, odio y determinación de la oposición a hacerle tanto daño como sea posible al país, con tal de acabar con el Chavismo y tomar el poder.

A veces, el campo Bolivariano, tanto por su condición humana, postulados, ingenuidad o bajo la creencia de que al final todo se podrá hablar y resolver (la teoría de cocinar a «fuego lento»), no ve posible el escenario de que esta oposición extremista, junto a poderosos intereses internacionales, nos puedan llevar a una situación como la de Siria o Libia, tal vez se comete el mismo error que cometió Gadaffi.

Sea como sea, el Estado tiene la responsabilidad de garantizar la paz del país, la vida de sus ciudadanos, su sistema de gobierno, su soberanía e integridad territorial. La Patria que el Comandante Chávez nos dejara.

Tal vez es el momento de reconocer que también se subestimó el tema económico, que se cometieron errores, que algunas de las cosas que dijimos en su momento que había que hacer, eran las adecuadas y necesarias para enfrentar la situación. Ahora serán de otro tipo, tal vez más dramáticas, con menos holgura, menos recursos y más daño acumulado. Pero hay que tomarlas si queremos preservar la paz y estabilidad del país y si queremos preservar nuestra revolución Bolivariana y sus grandes logros a favor del Pueblo.

Los efectos de haber subestimado el problema económico o no haber tomado las medidas adecuadas y a tiempo han sido profundamente negativos para el país y para el pueblo. En el momento que estuvimos al frente de la Vicepresidencia Económica, se trabajó con el pensamiento económico propio y de los que trabajaron con el Comandante Chávez.

Se preparó una agenda y un curso de actuación en base a las condiciones de aquel momento y lo que ya se podía estimar era una proyección compleja de nuestra economía, tal como le dijimos al Comandante Chávez y de lo cual el mismo estaba consciente. Algunas cosas dijo en público como la «sostenibilidad de nuestro modelo» y el «golpe de timón». El Comandante sabía que, con su enfermedad, además de los problemas característicos de una economía como la nuestra dependiente del Petróleo, se iban a activar factores externos e internos para desestabilizar la economía y al país, en lo que él llamó «la guerra económica».

No se ha podido gobernar la economía, estamos en la situación inexplicable y contradictoria, donde un país proclama el socialismo, pero la economía está bajo el control y la acción erosiva de un sistema capitalista, que lleva la ofensiva. En consecuencia el país ha sufrido las consecuencias de la acción de los factores predominantes del capitalismo en nuestra economía.

Para enfrentar este problema, primero tenemos que reconocerlo y hacer una profunda discusión, con TODOS, de la situación, de los errores, de las acciones diferidas, de lo que se puede hacer, del entorno político, de la situación internacional, del mercado petrolero. Lo que de allí resulte y la estrategia que se establezca para el corto, mediano y largo plazo, debe explicarse a todo el país. Descubrir todos los actores y factores que están incidiendo en el tema económico y trazar las líneas maestras de un plan de defensa de la economía con objetivos claros que puedan ser medidos y anunciados, para tener el pulso de las medidas y sus resultados.

Debe existir una vocería calificada para el tema económico, que tenga credibilidad y que lo que anuncie se cumpla. Mostrar un equipo y un plan.

Debe hacerse una revisión exhaustiva del sector petrolero, no ignorar o subestimar la economía petrolera, dependeremos del petróleo por muchos años más. La situación del mercado petrolero debe analizarse en profundidad y apoyar los esfuerzos de los acuerdos OPEP y NO OPEP para estabilizar el mercado, pero no olvidar nunca que existe el imperativo geopolítico que impacta los precios. Se deben hacer estimaciones y proyecciones de los distintos escenarios y prepararse para ellos.

Debe revisarse el desempeño operacional de PDVSA, cuánto es la producción, cuántos barriles hacen caja, costo de producción, relación con las empresas extranjeras, perspectiva de ingresos, gestión del comercio internacional, desempeño de las filiales en el exterior. Hacer escenarios, de acuerdo al precio del petróleo, de acuerdo a la producción, de acuerdo a las posibles sanciones, pagos de deuda, etc. Tienen que establecerse metas claras con proyecciones para manejar escenarios y tomar decisiones.

Hay que abordar el tema cambiario. Es una tremenda debilidad que tenemos y una vulnerabilidad tal que ni siquiera podemos hacer frente a una página especulativa que, sin nadie que se le oponga eficazmente, sigue dando valores absurdos del tipo de cambio en una clara acción de desestabilización económica. Este cambio paralelo se convierte entonces en el marcador de las operaciones comerciales, distorsionando cualquier esquema razonable de precios en el país.

La inflación está muy alta, cualquiera de las cifras que se manejen es muy alta. Ello erosiona el salario de los trabajadores, hace un daño profundo a la economía del hogar, tiene que ver con muchos factores, pero el paralelo, el dinero circulante y los problemas de producción deben abordarse como factores claves. No se puede subestimar, es un mecanismo del capitalismo para apropiarse del valor del trabajo. Es devastador.

El tema de la producción de alimentos, de insumos, materiales, construcción, todo debe colocarse bajo una sola estrategia que pueda medir resultados, detener la caída en el PIB. Una estrategia de recuperación.

El desempeño y la forma de trabajo de nuestras empresas estatales hay que revisarlo a profundidad, un ente que exija cuentas y soluciones, las empresas del estado tienen que operar eficientemente para cumplir su tarea de romper los monopolios, generar divisas alternas al petróleo y satisfacer las necesidades más apremiantes de nuestro consumo interno

Hay muchos temas más, abastecimiento, distribución, medicamentos, presupuestos de divisas, subsidios cruzados, manejo de deuda, activos, aliados internacionales, amenazas de desestabilización, la acción coordinada de las transnacionales contra el país, las decisiones políticamente motivadas de las empresas para sabotear y entorpecer cualquier intento de recuperación, el aislamiento progresivo del país, dentro de un plan externo de agredir al país, etc.

Todo debe revisarse de conjunto y presentar propuestas de respuesta y acción incluso preventiva. El enemigo nos lleva dos pasos adelante generando y profundizando la crisis económica, molestias, desasosiego y desestabilización.

Lo vuelvo a decir, lo reitero, esta crisis, esta coyuntura económica solo tiene solución en el campo de la Revolución. No será la oligarquía, ni las transnacionales, ni esta oposición apátrida las que resuelvan nuestros problemas, los del pueblo. Nos corresponde a nosotros, sabemos hacerlo, podemos hacerlo, todavía hay tiempo. Debemos preservar nuestro sistema de garantías sociales, nuestra Revolución Bolivariana.

Cuando las aguas de este Tsunami bajen, cuando baje la marea, debemos seguir en pie, todo lo que está sólidamente cimentado sobrevivirá. Cuando baje la euforia debemos ver con cuidado que tenemos como país, cuánto daño nos ha hecho toda esta desestabilización y cuál es la vía para recuperarnos, en revolución, con el Socialismo, con Chávez siempre en el corazón, Venceremos!

Lo que se dice y lo que se hace

En política, claro hablamos de la política con P mayúscula, la palabra tiene un valor excepcional. Cuando esta tiene su propio y definitivo peso, entonces se es consecuente con un principio muy arraigado en el pueblo venezolano, donde la palabra de una persona es lo más importante.

Por supuesto, lo que le da fuerza al valor de la palabra, es decir, del discurso, es la práctica que la acompaña. La acción y conducta deben ser coherentes con la misma, más aun cuando se trata de un dirigente o alguien imbuido de esa responsabilidad, o cualquier otra autoridad sobre grupos humanos. La coherencia en política es fundamental y el pueblo o la sociedad toda, perciben casi de manera instintiva, cuando ella está presente o no en un proceso político o en el accionar de sus dirigentes.

La palabra para ser cierta o coherente, no tiene que ser altisonante o agresiva, no hay una relación entre su tono o intención, con la posibilidad de que sea coherente con la práctica que la acompaña. Muchas veces el discurso es amenazante o alterado, justamente, porque no tiene una actuación que la respalde y, en consecuencia, no tiene credibilidad. El «por ahora» del Comandante Chávez fue firme, calmado y preciso, percibido por el Pueblo, como valiente y sincero, luego, sus acciones y conducta, le dieron coherencia y credibilidad. Allí Chávez se instaló en el imaginario popular.

Nuestro país sigue sacudido por un creciente proceso de desestabilización agravado por la abierta y descarada injerencia norteamericana en nuestros asuntos internos. El último comunicado del gobierno estadounidense, no solo es muy grave porque se inmiscuye abiertamente en nuestras decisiones, ya sin ni siquiera cuidar las formas, sino porque pasan a la amenaza directa contra nuestro país. Todo esto antecedido de las declaraciones, videos y mensajes, de los voceros de la derecha norteamericana, quienes por cierto, son los más descalificados por sus posiciones extremistas. Algo sin precedentes. En este tema, el campo Bolivariano debe desechar la ilusión de que esa amenaza fue un exceso de alguien dentro del gobierno norteamericano, dejando entrever que existen diferencias en su seno respecto a nuestro país. No, la posición de ellos es claramente de injerencia y ofensiva contra nuestra integridad y soberanía, y lo único que detendrá esta amenaza real es la unidad del pueblo y las Fuerzas Armadas Bolivarianas con la movilización permanente y el apresto al combate, que desestimule claramente cualquier agresión extranjera. Tenemos los medios para la defensa del país.

Para enfrentar con éxito este peligro, hay que ser coherente con el discurso y la acción, porque si no, el pueblo o el soldado que esté dispuesto a morir por la Patria, podría pensar que no vamos en serio, generándose un proceso de desmovilización. Incluso, el agresor estaría actuando bajo la convicción de que no se llegaría al escenario de defensa que se proclama. Debe quedar clara nuestra determinación de defender la Patria hasta sus últimas consecuencias. El agresor debe respetar nuestra palabra, como el imperio español aprendió a respetar la de Bolívar.

La derecha venezolana, ya no podemos diferenciar entre una derecha violenta y una no violenta, la oposición, por decir algo, pasará a los anales de la historia política de nuestro país, o más concretamente, al basurero de la historia, como el sector político-social responsable de que nuestra Patria y nuestro pueblo sean agredidos por una potencia extranjera. Es inaceptable el llamado a gritos que hace la oposición para que los Estados Unidos, o cualquiera que quiera o crea que puede hacerlo: paramilitares, delincuentes, golpistas, gobiernos de derecha de América o de Europa, el que sea que esté dispuesto a la aventura, agreda o intervenga en nuestro país.

Por otra parte, la violencia, las guarimbas y los llamados «trancazos», que no son más que secuestros masivos, definitivamente están arruinando la vida de todos los ciudadanos, sin importar la posición política que apoyen. Estos permanentes focos de intolerancia retan la autoridad del Estado Venezolano y la capacidad del gobierno de garantizar la seguridad e integridad física de todos. Estos pequeños infiernos, que han sido estimulados y glorificados por cabecillas de la oposición venezolana y por medios de comunicación y redes sociales, no tienen nada de gloriosos. Son delincuentes, cobran peaje, asaltan a los vecinos, actúan con violencia, ejecutan personas, queman seres humanos, utilizan niños, armamento sofisticado, además de dispositivos explosivos, incluyendo lo que se denomina en las Naciones Unidas, hablando del terrorismo, como «dispositivos explosivos improvisados». Ellos hacen lo que les da la gana. Ahora, ni siquiera hacen caso a sus patrocinadores, los cabecillas de la oposición y sus partidos de extrema derecha, quienes los han provisto de propaganda, logística, dinero, equipos y apoyo político en sus respectivos municipios con todas las posibilidades y recursos que poseen como autoridades locales.

¿Qué le pasa a la oposición, sus partidos, sus voceros y los sectores que los apoyan como la Conferencia Episcopal y gobiernos extranjeros, que no dicen nada, que ocultan y minimizan los hechos de violencia inusitados que ensaya y estimula la oposición desde las guarimbas? ¿Por qué no dicen nada condenando la práctica extendida de quemar seres humanos vivos o linchar personas por ser sospechosos de Chavistas, o parecer de extracción humilde, distintos a las élites sociales de la oligarquía venezolana? Van 23 seres humanos quemados vivos o linchados por las hordas fascistas y ninguno de los voceros de la oposición, nacional o internacional, han condenado estas acciones.

Luego de meses de violencia, donde se han producido episodios de brutalidad fascista, intolerancia y crímenes de todo tipo que deberían estremecer la conciencia nacional, luego de más de 90 muertos en distintas circunstancias, todas condenables, luego de 100 días de bloqueos de vías, «trancazos» y llamados abiertos a la intervención extranjera, la oposición ahora llama a la conformación de un gobierno de «unidad nacional», por cierto, sin los chavistas. ¿Quién carajo puede creerles? Son los mismos actores, responsables de la violencia y la desestabilización, no solo en estos últimos años, sino desde los mismos eventos violentos de 2002, Golpe de Estado, Sabotaje Petrolero, Plaza Altamira, etc. Han destrozado el país, promovido la muerte, llamado a una intervención extranjera y son los creadores y difusores del discurso de la intolerancia y el odio. ¿Quién les puede creer? ¿Es que acaso han sido coherentes con su palabra? ¿Es que acaso tienen algo de seriedad, ética o límites para actuar en función de sus intereses personales? Pues no, no los tienen y por eso nadie les cree. Antes de llegar a esa propuesta oportunista y falsa, que resulta vacía a la luz de lo que ha sido su propio comportamiento, deben pasar por el camino de reconocer sus crímenes, errores, repudio a la intervención extranjera, expresar su pesar por la cantidad de seres humanos asesinados y su renuncia a todo tipo de ejercicio de la violencia basada en el odio, la revancha, la persecución. Deben rendir cuentas a la justicia los responsables y autores de los crímenes de odio cometidos contra tantos venezolanos. No puede haber paz con impunidad.

El llamado «Plebiscito» convocado por la oposición evidentemente no arrojó los resultados políticos por ellos esperados. No solo están claras las irregularidades y trampas en su desarrollo, sino, y tal vez lo más grave para ellos, es que los números no les dan, se contradicen todo tipo de voceros y «expertos», que saben que la cantidad de personas que dicen haber movilizado, son por un lado fraudulentas, por el otro irreales y, en todo caso, mucho menos que lo que han obtenido en el pasado. Sin embargo, su realización, se usa como una «razón» para derrocar al gobierno o nombrar nuevas autoridades del Estado, basados en una supuesta legitimidad que han obtenido tras la farsa.

El Estado venezolano tiene la responsabilidad de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, nadie más lo hará por nosotros, lo hemos mencionado anteriormente, su disfuncionalidad solo conviene a la oposición desestabilizadora, quien incluso, la promueve, tanto en la calle, con la violencia fascista, como a nivel del Estado con la crisis evidente que existe entre algunos de sus Poderes.

Nuestro proceso ha tenido como estrategia la conducción de una revolución por la vía pacífica, pero hasta esta tiene sus límites. El Estado, el gobierno y sus instituciones, están obligados a tomar todas las acciones necesarias para garantizar el funcionamiento del país, evitar la impunidad y la comisión de crímenes de odio. El Estado, a través de las Fuerzas Armadas Bolivarianas, tiene de acuerdo a nuestra Constitución la responsabilidad de proteger al país y de acuerdo a nuestras leyes se le autoriza el uso de la fuerza para garantizar la paz y la seguridad ante agresiones internas y externas.

Cuando este principio se soslaya por el cálculo político, por una negociación en curso, o por la «táctica» de dejar hacer para no molestar o irritar a grupos de presión, sobre todo internacionales, se está siendo incoherente con el discurso y se permite una situación de ausencia de ley y del Estado que es intolerable.

Se ha otorgado el beneficio de casa por cárcel a Leopoldo López, procesado por tribunales venezolanos por la comisión de numerosos crímenes, se han anunciado otras medidas de gracia para individuos estrechamente vinculados a los episodios de violencia en el país, sería importante evaluar cuál ha sido la actitud y cuál es el compromiso con la paz de los sectores de la violencia, en respuesta a estas medidas. Cada paso que se dé en el terreno movedizo de la negociación o acuerdos políticos debe traducirse en un avance en la funcionalidad de la política, sin sacrificar de ninguna manera los principios de justicia y cese de la impunidad. Reitero mi solidaridad y reconocimiento a las víctimas de las guarimbas.

Lo que está sucediendo en las calles con la violencia e impunidad de las guarimbas, es tan disfuncional como cuando los pranes entran y salen de las cárceles o gozan de privilegios; o como cuando las bandas criminales ejercen control del territorio e instalan la cultura de la muerte; o como cuando los sectores económicos imponen precios arbitrarios a los productos, manipulan el paralelo condenando a todos a la escasez, el desabastecimiento y la especulación, que afectan las condiciones de vida, y que tiene consecuencias profundas, cuando se trata de medicamentos.

En tiempos de crisis y confrontación, el liderazgo de la Revolución, tiene que convertir la palabra y la acción en un elemento creíble para el pueblo y mostrar sin ambigüedades, que solo el bloque chavista y el Socialismo serán capaces de resolver nuestros asuntos y preservar la paz.

La economía sigue siendo el factor fundamental de la crisis, subyace en el fondo de la confrontación, no se habla de ella, pero los intereses antinacionales y antipopulares avanzan en la inconsistencia entre el discurso y la acción, nos agrede el imperialismo norteamericano pero algunos consideran que la Exxon-Mobil u otras trasnacionales podrán ayudarnos.

La oposición no da tregua en la violencia pero se insiste en que el sector privado, dependiente y parasitario del modelo rentista petrolero, nos llevará a una nueva fase de una economía post petrolera, que no se ha dicho, si será socialista o no.

La Constituyente será un espacio para este debate y un espacio para blindar el legado del Comandante Chávez, sin traspasar su línea roja.

En estos tiempos, definitivos para la Patria y el legado que nos dejara el Comandante Chávez, se observan con claridad las definiciones y las posturas éticas y morales en el ejercicio de la política, desde los incomprensibles fenómenos del sectarismo, grupismo, dogmatismo y arrogancia, que liquidan la posibilidad de un ejercicio pleno y coherente del quehacer político y la dirección del pueblo, pasando por la miseria humana de la larga y triste estela de traidores, desleales y oportunistas que entregan su palabra y honor a los enemigos del pueblo, en efímeros momentos de estelar audiencia, para luego pasar el resto de sus vida rumiando sus inconsistencias, hasta nuestro pueblo noble, que hace un ejercicio ético de la política, con humildad, combatividad, honestidad y firmeza, atributos que mantienen la llama sagrada, las razones supremas para la lucha, la inspiración Bolivariana en el corazón de nuestro pueblo. Con los pobres de la tierra, con los que están dispuestos a vivir o a morir por la Revolución Bolivariana, nos jugamos el resto de la vida y nuestra lealtad al Comandante Chávez ¡Venceremos!